Letra fría | Arsenio y Harlow, dos músicos maravillosos (Parte II)
31/01/2025.- A Harlow nunca lo pude entrevistar, en especial, porque era un poco díscolo y no logré enredarlo como a todos los demás para conversar sobre sus vidas. Sin embargo, lo tuve muy cerca la última vez que nos vimos aquí en Caracas. Debió ser en los noventa, porque estaba alojado en el antiguo Hilton. Andaba ennoviado con una buena amiga mía y yo fungía de lamparita. Después de unos tragos en la piscina decidieron salir a bailar. Esa noche fuimos a una discoteca de salsa en el Centro Comercial Los Chaguaramos. Eran mis tiempos de reportero nocturno y pensaba lucirme con el dueño del local que no conocía (el Negro Oscar me dice que se llamaba Latino’s), pero, para nuestra gran sorpresa, no nos dejaron entrar porque Larry andaba en bermudas, y no hubo manera de hacerle entender al portero. "¡Pero compa, él es Larry Harlow!". Entonces, el muy becerro contestó: "¡Y yo soy Willie Colón!". ¡Allá ellos! Se perdieron de una segura descarga en el piano con la orquesta de turno.
Lo que nunca supe fue que era un músico muy bien formado, además de multiinstrumentista, porque, aparte del piano, tocaba con profesionalismo oboe, corno inglés, acordeón, flauta, contrabajo, vibráfono e instrumentos de percusión. De padre bajista, y madre Rose Sherman, cantante de ópera, Harlow estudió música desde los cinco años con su padre Nathan Kahn, ambos de origen judío. El nombre artístico de su padre era Buddy Harlowe, del cual Larry suprimió la e, para dejar definitivamente Harlow como nombre artístico. Buddy Kahn era un músico de mambo judío que dirigía la banda de la casa en el club Latin Quarter de Nueva York.
Estudió en The High School of Music and Art de Nueva York y en el Brooklyn College, graduándose como licenciado en Música. Obtuvo un máster en Filosofía del New School for Social Research. Sospecho que de haber hecho esa entrevista habría sido muy nutritiva. Nacer en Brooklyn, con esa cultura del barrio, la influencia musical de sus padres y una formación académica que empezó en colegios para blancos, hicieron de Lawrence Ira Kahn un verdadero prodigio de la música del Caribe, aunado a su vivencia en Cuba en su temprana juventud, donde conoció y absorbió de Arsenio Rodríguez su sapiencia musical.
La influencia de Arsenio fue definitiva. Sus orquestaciones abundaron en el recuerdo de aquel músico genial, Ignacio de Loyola Rodríguez Scull, conocido como Arsenio Rodríguez. Cuando el 30 de diciembre de 1970 muere el Ciego Maravilloso, Harlow produjo rapidito el álbum Tributo a Arsenio Rodríguez, en coautoría con Ismael Miranda (1971), como homenaje póstumo. Con el tema Arsenio, interpretado por Ismael Miranda, el Judío Maravilloso se rinde totalmente a uno de los más influyentes soneros, tresista y compositor de la historia de Cuba. En toda la producción hace una reverencia al viejo son cubano, pero mejor que lo cuente el propio Harlow:
Cuando Arsenio Rodríguez falleció en California, decidí grabarle un homenaje. Fue el padre del mambo diablo y fue el primer músico en usar congas, piano y arreglos escritos dentro del formato de conjunto. Era un tresista ciego que también tocaba el bajo y era un extraordinario percusionista y compositor. Miranda y yo escribimos Arsenio en su honor. Todo el LP se grabó en el lapso de ocho horas, incluida la mezcla del álbum terminado.
Humberto Márquez