Tres en 1. Revela tu rollo. Retrato hablado. Viernes de Lira

Roberto Malaver

MEMORIAS DE UN ESCUÁLIDO EN DECADENCIA

Feria

 

¡A leer, a leer, que el mundo se va al carajo! Los chavistas son los que menos han leído en este país, y sin embargo presentan una Feria Internacional de Libro con invitados internacionales que nadie conoce, todo eso para que nosotros, que sí leemos, ahí está por ejemplo el compañero Ismael –Instin– García, por solo nombrar uno, nos arrechemos. Es que no perdonan ningún mes. En cada uno de los meses montan una fiesta, un jolgorio, una vaina para hacer creer que estamos felices y documentados. No se les escapa nada. A lo mejor tienen como asesor a Osmel –Salta Ángel– Sousa. Ahora montaron su Feria Internacional en la Galería de Arte Nacional y a nosotros nos parece una cosa bien buena, porque así aprovechan y se culturizan por partida doble, leyendo o viendo a Miranda en la Carraca. Así de repente, en algún momento se pueden acercar a nosotros que somos la gente decente y pensante de este país. Además, se les ocurren unas frases sin sentido, por ejemplo, para esta feria dicen que leer descoloniza, ¡qué bolas! ustedes han visto semejante barbaridad, menos mal que Arturo Uslar Pietri se murió, porque ya estaría descolonizado de tanto leer.

Muchos van a la Feria Internacional del Libro para ver a los amigos, porque saben que eso de leer ya pasó de moda. Y qué libros van a leer, todos los libros que están ahí seguro que son de la dictadura. Libros para descolonizar, para concientizar, para desbloquear, y la gente lo que quiere leer es para gozar, para divertirse, para vivir feliz porque descubre amigos en alguna lectura, pero esta gente les pone como tarea que se descolonicen mientras leen. A los primeros que hay que desbloquear es a los que organizan esa feria, porque ahí lo menos que existen son lectores. En cambio nosotros tenemos allí al poeta Cadenas, que ninguno de nosotros lo ha leído, es verdad, pero ganó el Premio Cervantes y esa vaina se celebra. Y ahí está dando la cara por lo que queda de país. Alguien dijo por ahí que lo mejor del Premio Cervantes a Cadenas es que todo el mundo sabe ahora que aquí no hay dictadura. Eso dijo ese bárbaro. Y sigue diciendo: “el poeta no está en el exilio, no está en las ergástulas, no está perseguido, entonces se acabó la dictadura”, así dice ese bárbaro del ritmo chavista. Y uno de los nuestros fue a la Feria y dijo: “Lo mejor de la Feria Internacional del Libro es el cuadro de Miranda en la Carraca, de Arturo Michelena, que está ahí”.

Y mientras tanto, el dictador se fue al Zulia, y en uno de sus tuits dijo que “le encanta ir al Zulia, porque está bella”. Claro, ahí está el compañero Manuel –Monómeros– Rosales que le está poniendo alma, vida y corazón a ese estado para rescatarlo de manos de la dictadura que lo ha tenido bajo el mayor calor del mundo. Es verdad que el compadre Rosales ha robado y despilfarrado algunos morlacos, pero también ha salpicado para su estado. A lo mejor lo que se robó de Monómeros lo está invirtiendo en el Zulia.

El papá de Margot llegó de la calle y dijo: “Vengo de la feria del libro y lo menos que hay ahí son lectores. Todos nosotros sabemos que esa gente no lee. Somos un país libre de analfabetismo, según los chavistas, y sin embargo, somos un país sin lectores. A mí no me van a meter esa coba de que Pedro Carreño está leyendo”. Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina salió gritando: “¡Qué leíste, gran carajo, que te arrechaste!”

—Aunque sea con borrones, escríbeme. –Me canta Margot.

 

“Quien piensa en los niños, piensa en grande, pues ellos se miden de la cabeza para arriba”. Así decía el maestro universal Luis Beltrán Prieto. Enamorado de la docencia y siempre preocupado por la educación. Fue abogado, poeta, político, maestro, humorista, y sobre todo, fue humanista. Fue fundador de la Federación Venezolana de Maestros –FVM– en 1936, y también fue su primer presidente. Igualmente fundó el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE). En 1948 el presidente Rómulo Gallegos lo nombró ministro de Educación. Entre sus libros están: El estado docente. Joven empínate. La magia de los libros. Pido la palabra. Entre sus poemarios destacan: Mural de mi ciudad y Verba mínima. En  el diario El Nacional mantuvo una columna semanal durante muchos años que tituló: "Pido la palabra". Allí se ganó el premio al mejor artículo con su texto: Mi hermana María Secundina. Fue fundador del partido Movimiento Electoral del Pueblo –MEP– en 1968. Destacaba también por su sentido del humor. Espontáneo. Rápido en las respuestas. Cuentan que un día, cuando el maestro Prieto fue hospitalizado, el presidente Jaime Lusinchi lo visitó y le preguntó: “¿Cómo está, maestro?”. —“Un poco mejor que tu gobierno”, le contestó. Nació en La Asunción, en la Isla de Margarita, el 14 de marzo de 1902, y murió en Caracas el 23 de abril de 1993, un hombre, que por sus amplios conocimientos y aportes al país, debería estar en el Panteón Nacional.

ROBERTO MALAVER

  

 


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