Comentarios noticiables | Richard Grenell vino a Venezuela

A abrir un diálogo de paz. Así parece

08/02/2025.- El pasado mes de enero del presente año, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, recibió al enviado especial del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (EE. UU.), Donald Trump, el señor Richard Grenell. En la reunión del mandatario venezolano con el señor Grenell prevaleció, por parte de la administración Trump, la solicitud de liberación de seis norteamericanos privados de libertad aquí y cómo lograr la repatriación de algunos venezolanos, supuestamente correligionarios de la oposición ultraderechista venezolana, que se encuentran detenidos en la nación norteña.

Richard Grenell, de 58 años, miembro del Partido Republicano, director interino de Inteligencia Nacional de Estados Unidos (2020), exembajador en Alemania, se encontró con el jefe de Estado venezolano Nicolás Maduro Moros, quien ha resistido como nadie todos los peligros, todas las trampas, en las áreas decisivas de la economía, de la política y de la geopolítica. Todo lo anterior ha ocurrido en un contexto de guerra mediática de larga duración, conducida por el gobierno estadounidense contra la revolución bolivariana de Venezuela.

Las desavenencias entre EE. UU. y Venezuela comenzaron con el arribo al poder del comandante Hugo Chávez Frías en 1999 y se multiplicaron a partir de 2013, para alcanzar altísimos grados de violencia después del triunfo electoral de Nicolás Maduro. Este atolladero de ataques y acoso mediático produjo una constante desinformación sobre nuestro país, que pudo confundir a muchos simpatizantes de la revolución bolivariana. En particular, porque, en esta época de fake news (noticias falsas), de la práctica de la mentira, de la simulación intelectual, de la diplomacia del engaño, de la conjura, de la conspiración, del complot, nada de esto es penalizado por ningún efecto negativo, ni en términos de credibilidad ni de imagen. Todo vale, todo sirve en esta era de la narrativa de la contienda política.

Richard Grenell, el portavoz de Donald Trump, por estratégicos intereses, vino a Venezuela con la tarea de tantear más de lo mucho que se ha podido conocer. Washington aún espera poner en práctica la clásica política del buen aliado para reducir la tensión con el país suramericano. Al respecto, Maduro fue muy claro y dijo que, para hallar el camino hacia la normalización de las relaciones diplomáticas entre ambos países, debe desarrollarse un plan con un proyecto de agenda cero que consagre los principios de la paz, el diálogo entre iguales y el respeto a la soberanía.

El período de acciones hostiles contra Venezuela no debe continuar. La relación con EE. UU. solo puede significar para los venezolanos el avance hacia unos vínculos más respetuosos y más equitativos. Eso es lo que ha debido estar en la cartera de Trump en una posible relación política, económica y financiera con Venezuela y no dejar que se siga tornando difícil la normalización de las relaciones diplomáticas entre estos dos países.

Al presidente Trump le decimos que ya basta de sabotajes de todo tipo, de atentados contra la vida de líderes revolucionarios y progresistas latinoamericanos, porque todo esto le ha dejado a EE. UU. cargar con una imagen delictiva que será muy difícil de ocultar desde sus entrañas.

Richard Grenell vino a Venezuela a abrir un diálogo de paz. Así parece; es lo que intuye la gran mayoría de los venezolanos. Poner fin a la confrontación política, económica y financiera promovida desde EE. UU. siempre ha sido un objetivo reiterado con firmeza por el presidente venezolano Nicolás Maduro.

 

J. J. Álvarez


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