Punto de quiebre | Lo asesinaron en la misma pensión donde se alojaba
11/02/2025.- José Gregorio Monasterio, de 67 años, estaba alojado en el hospedaje donde resultó que también vivía la persona que le quitó la vida, en complicidad con un empleado.
Nadie sabe por qué el sexagenario José Gregorio Monasterio García se vino a vivir a Caracas, o si alguna vez tuvo esposa o hijos, porque desde que llegó a la pensión donde vivía, casi no hablaba con nadie. Se limitaba a dar los buenos días cuando salía en la mañana y las buenas tardes cuando regresaba por la tarde.
De hecho, el único amigo que tenía era Kender Alexander Prieto, que era conocido como "el Avatar" y que era cuarenta años menor que él. No es que hayan sido amigos curruña, pero sí se les vio hablando por varias horas en repetidas ocasiones.
Kender sí tenía tiempo viviendo en una de las pensiones ubicada en la esquina de Angelitos, parroquia San Juan, en el centro de Caracas, aunque de él tampoco era mucho lo que se sabía. Varias personas solían decir que vivió cuando era más joven por los lados de Antímano, que lo habían botado de su casa porque agarró malas mañas y que un grupo de criminales lo andaba buscando para matarlo por un "tumbe". Otros decían que era la policía la que lo buscaba por varios delitos, pero como en la pensión no verificaban a nadie, nunca se supo la verdad.
Lo cierto es que un día José Gregorio desapareció. Uno de los inquilinos le preguntó por él al recepcionista-encargado de la pensión. Este le respondió que no sabía nada, que la última vez que lo vio fue cuando salió con un bolso grande y que él creía que se había marchado para el interior del país.
Sin embargo, el inquilino no quedó conforme con la versión dada por el recepcionista y decidió dar aviso a la policía.
Una comisión del Cicpc acudió al lugar e interrogó a varios de los vecinos. Algunos afirmaron que habían escuchado una pelea en el interior de su habitación, pero que nunca se informó qué era lo que había pasado, por lo que los funcionarios decidieron inspeccionar el cuarto.
Lo primero que les llamó la atención fue que muchas de las pertenencias de José Gregorio aún estaban en su sitio, aunque sí había mucho desorden, como si alguien hubiese estado buscando algo, por lo que perdía fuerza lo afirmado por el recepcionista de que lo había visto salir con un bolso grande. Uno de los vecinos aportó que José Gregorio estaba reuniendo plata desde hacía varias semanas y que casi no gastaba.
En eso estaban cuando surgió la información de que José Gregorio había aparecido muerto en el interior de un pipote de basura, abandonado al frente de un establecimiento cercano a la pensión.
Los funcionarios comenzaron a pesquisar en la calle la posibilidad de que existiese alguna cámara que hubiese grabado a las personas que dejaron allí el pipote de basura.
Los exámenes forenses practicados a la víctima arrojaron que fue golpeado salvajemente con un objeto contundente, pero que la causa de muerte fue asfixia mecánica por estrangulamiento.
Las lesiones presentadas por la víctima y las informaciones recabadas entre algunos inquilinos sobre el alboroto escuchado en la habitación, además del desorden encontrado en la misma, hicieron pensar a quienes hacían las pesquisas que el/los asesino/s residían en la misma pensión. Por lo tanto, buscaban establecer el móvil, que podría haber sido el robo del dinero ahorrado, por lo que comenzaron a establecer quiénes podrían saber de este hecho.
Fue así como surgió el nombre de Kender Alexander Prieto en calidad de posible sospechoso, pues muchos afirmaron que era una de las pocas personas que tenía trato con la víctima y pudo haberse enterado del detalle crucial.
Bastó con un segundo interrogatorio para que el presunto sospechoso se viera acorralado y optara por confesar su crimen y, además, delatara a su cómplice, que resultó ser Francisco Antonio González, de sesenta y cuatro años de edad, conocido como "el Manao", y quien era recepcionista de la pensión.
El director del Cicpc, comisario Douglas Rico, informó en su cuenta en Instagram que los detectives lograron detener a los responsables del hecho en las inmediaciones del hospedaje. Ambos fueron puestos a la orden de la Fiscalía 65.° del Área Metropolitana de Caracas.
Wilmer Poleo Zerpa