Pluma acústica | El Experimental Nuevayorquino
Conceptos en unidad
13/02/2025.- Corre el año de 1975. El fenómeno de la salsa ha conquistado millones de oídos y almas, tanto en América Latina como en la ciudad de Nueva York, donde ha ocurrido su génesis. Ya hemos comentado que la palabra o término salsa surge como una necesidad lingüística con orientación comercial para englobar la gran cantidad de géneros musicales afrocaribeños que tuvieron gran influencia en el mercado musical latino entre las décadas de 1960 y 1970, y que, además, poseía características de movimiento sociocultural. Este acaecimiento tuvo su epicentro en la Gran Manzana y sus integrantes, tanto orquestas como solistas, se contaban por cientos.
Siendo la salsa un fenómeno de gran auge comercial, una agrupación enarboló la bandera de la necesidad expresiva, más allá del hecho de vender discos o de hacer fortuna tocando en clubes o haciendo grandes conciertos: el Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino.
Los hermanos Andy y Jerry González, de ascendencia boricua, pero nacidos en Nueva York, eran parte fundamental de este movimiento (la salsa). Habían tocado con importantes agrupaciones, siempre alejados de los reflectores y las cámaras. Su trabajo consistía en generar pisos y acompañamientos rítmicos y armónicos.
Andy fue uno de los bajistas más acertados del nuevo estilo, mientras que Jerry hacía lo propio con sus tumbadoras y su trompeta. Ambos tuvieron una formación que radicaba en la música latina y en el jazz. Eran adictos a generar música. Cuando no estaban ensayando o tocando con alguna agrupación, se reunían con algunos colegas en el garaje de la casa de Andy, donde ejecutaban excelentes sesiones de improvisación. Estos hechos espontáneos, que solo tenían el fin de ser ejercicios de ejecución, se convirtieron en una cita obligada después de sus respectivos shows, casi diarios.
Conjunto Anabacoa
Cuando estas jam sessions, o sesiones de improvisación, comenzaron a tomar características de excelencia, los hermanos González se propusieron grabarlas de forma artesanal, en principio, para su consumo propio y estudio individual. Sin embargo, empiezan a asumirlas como un proyecto serio, que trascendía lo meramente comercial. Su propuesta abarcaba la mayoría de los géneros y ritmos fundamentales de la salsa. En una de esas sesiones, deciden bautizar el proyecto como Conjunto Anabacoa, que era el nombre de uno de los temas que tocaban con frecuencia. Esta primera formación estaba integrada por los hermanos González en sus respectivos instrumentos, Nelson González en el tres cubano, Alfredo "Chocolate" Armenteros en la trompeta, Frankie Rodríguez en la percusión y, en la parte vocal, René López.
Fue precisamente René López quien recomendó la iniciativa de producir un disco, integrado por las canciones que servían de base para estas sesiones. Su propuesta es aceptada por los hermanos González, quienes toman la decisión de convocar a otros músicos de alto nivel para robustecer el sonido de la naciente agrupación, casi todos consagrados y con importantes carreras. Entre ellos, el formidable pianista Oscar Hernández, el legendario timbalero Manny Oquendo y los percusionistas Milton Cardona, Gene Golden y Víctor Montañés. Como vemos, el conjunto, que para el momento de grabar su primer álbum se rebautizó como Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino, estaba integrado por una gran cantidad de percusionistas.
Ese primer disco lleva por nombre Concepts in unity. Para su grabación, también reforzaron la sección de metales. Recordemos que en principio era solo Chocolate Armenteros con su trompeta. Los refuerzos para esta sección provinieron de Reinaldo Jorge (trombón), José Rodríguez (trombón), Gonzalo Fernández (flauta) y Francisco "Tan" Martínez (armónica). La parte vocal estaba conformada por Henry Álvarez, Frankie Rodríguez, Víctor Montañés, Willie García y el legendario Virgilio Martí. En los coros, Marcial Reyes, Jaime Rivera y Carlos Díaz "Caíto", otro mítico cubano, miembro de la emblemática Sonora Matancera.
El Experimental Nuevayorquino lo dice todo
Luego de la grabación y éxito rotundo del disco Concepts in unity, en 1976, graban su segundo y último álbum de nombre Lo dice todo. Ambos discos son de antología y constituyen un amplio recorrido musical por innumerables ritmos y géneros del Caribe. Como mencionamos antes, la búsqueda del Experimental Nuevayorquino no era comercial, más bien quería dejar un testimonio musical que resultó ser de gran relevancia histórica. Se dice que es música hecha para músicos, por la complejidad de sus descargas. Sin embargo, a mi parecer, no hace falta ser un erudito para disfrutar al máximo ambos documentos sonoros, ya sea bailando cada tema como estudiándolos o, simplemente, sentándose a escucharlos con el mismo placer con el que se disfruta contemplar el mar.
El legado del Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorkino trasciende el de las llamadas orquestas All Stars, en principio, porque nunca se plantearon serlo, además de que se trataba de un trabajo de investigación y antropología musical, que no proponía ninguna otra orquesta. Fueron unos verdaderos fuera de serie.
En el año 2008, algunos de sus miembros fundadores se reunieron en la ciudad de Berlín (Alemania) para hacer algunas presentaciones, demostrando que, luego de más de treinta años de haber fundado la agrupación, su fuerza y sabor siguen generando una rumba de alto nivel. En la actualidad, muchos de sus integrantes originales han trascendido de plano, pero su bandera sigue ondeando en los corazones y los pies de todos los salseros del mundo.
Kike Gavilán