Libros libres | Javier Villafañe, cuentista y cabalista

14/02/2025.- A menudo recuerdo los días transcurridos en la hermosa ciudad andina de Mérida, cuando a inicios de los años setenta me trasladé allá para cursar estudios de Letras en la Universidad de los Andes. Mientras estudiaba con profesores notables, también hice contacto con escritores que laboraban en la ULA, en distintas dependencias: en la revista Actual (dirigida por Salvador Garmendia), en el Departamento de Cine (con Carlos Rebolledo y Tarik Souki), con Carlos Contramaestre (en el Cegra) y con Javier Villafañe, quien dirigía la pequeña librería El Caracol. Villafañe venía de la Argentina y, enamorado de Venezuela, montó un teatro de títeres y se dedicó a escribir cuentos inspirados en la tradición oral. Los publicó en Mérida bajo el título de Los cuentos que me contaron y tuvieron mucho eco entre nosotros, debido a toda la fuerza que transmiten. Javier vivía con su mujer, Lucrecia, pintora; una mujer genial. Ambos nos recibían en una casa bohemia muy hermosa poblada de pinturas, títeres, libros, vinos y tertulias maravillosas. Javier planificaba rutas para ir con su teatrino y sus cuentos de camino por varias rutas, entre ellas la del Quijote y Sancho Panza, por los campos de Castilla, en España, haciéndose con ello famoso en varios países. Iba con su overol, sus sandalias, su blanca barba, su sombrero y sus ojos azules, como un poeta trashumante, recorriendo tierras de varios países.

Un día mostré a Javier mis cuentos breves y le gustaron tanto que los envió a una página literaria en Minas Gerais, Brasil, donde los tradujeron al portugués e ilustraron con unos dibujos bellísimos. Había sido esta mi primera publicación en el exterior —junto a una aparecida en la revista El Cuento de México— y dichos textos formarían parte del cuerpo de mi primer libro, Los dientes de Raquel (1973), editado en Mérida.

Me ha alegrado mucho ver ahora, después de tantos años, un libro de cuentos de Javier Villafañe recién editado en Argentina: La cucaracha, publicado por Ediciones de la Gente (2020), el cual pude adquirir en la Feria Internacional del Libro (Filven), celebrada en Caracas en noviembre pasado. El volumen recoge quince piezas breves de la producción de Javier, presentadas por su hijo Juano Villafañe, donde este anota al principio:

Estos cuentos justamente nacen de esas historias que le contaron a Villafañe o que él mismo inventó cuando andaba por el mundo. Se dará cuenta el lector de que se trata de una literatura vivida, muy bien escrita y poseedora de la vigencia de los clásicos.

Estos cuentos de La cucaracha se publicaron a los 111 años del nacimiento de Javier. Fue muy oportuno, pues Javier gustaba de los números impares y, como aclara Juano, el juego de lo indivisible y a la vez lo impar permite sumar a su propio par. Le seducía encontrar la magia y que esta lo encontrara siempre en el camino. Les dijo a sus hijos que había que estar siempre preparados para todo, y que un titiritero, poeta o narrador tenía que saber armar su propio juego de cábalas artísticas, para que los calendarios tuvieran siempre en cada día una esperanza para vivir y soñar, desde el amanecer hasta la noche.

Salud a tu obra y figura, Javier Villafañe.

 

Gabriel Jiménez Emán


Noticias Relacionadas