Comentarios noticiables | Agrávase más la ultraderecha venezolana

Por robos a la Usaid y a Venezuela

15/02/2025.- La ultraderecha venezolana pitiyanqui ha tenido como objetivo el desmantelamiento de la edificación de la República Bolivariana de Venezuela, a través de intentos de golpe de Estado; una anunciada incursión militar de Estados Unidos (EE. UU.); invasión de mercenarios apoyados por la Casa Blanca; "revolución de colores" (guarimbas); alteraciones del orden social, económico y político, entre otros. Dichos actos socialmente peligrosos son constitutivos de delitos que han sido utilizados por la ultraderecha venezolana como medios necesarios e imprescindibles para desestabilizar la paz y la seguridad de nuestra patria. Sin embargo, el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, no parece estar dispuesto a tolerarlos.

La oposición ultraderechista venezolana se encuentra en la actualidad en tremendo atolladero. El informe de la United States Agency for International Development (Usaid) de EE. UU., publicado en el Diário do Centro do Mundo de Brasil, por la periodista brasileña Fania Rodrigues, dio detalles sobre los fondos entregados a Juan Guaidó y a varios de sus correligionarios, señalando el daño que le han hecho a la economía del país. Con respecto al esclarecimiento riguroso de esta trama de corrupción, habló el fiscal general de la República Bolivariana de Venezuela, Tarek William Saab, quien informó del desarrollo de varias investigaciones relacionadas con este caso de la entrega de dinero a la mafia de personajillos de la oposición por supuesta ayuda humanitaria a Venezuela. Cabe la responsabilidad penal para los que ejecutaron ese hecho, que también es exigible para los cómplices.

En Venezuela, este hecho, muy grave y complejo, une dos esfuerzos, los de nuestras instituciones estatales y los de la trastocada Usaid, por las importantes tareas asignadas a ambas. Al respecto, el fiscal general formalizó la acusación ante EE. UU. en lo relacionado con la Usaid, debido a la larga estancia de Juan Guaidó y sus cómplices en este país. La confianza de la que Guaidó disfrutaba, y todavía disfruta, le permitió encubrir el proceso de descomposición moral que, poco a poco, tuvo lugar en él y en los hechos en que estaba incurriendo con respecto al robo a la Usaid y a Venezuela.

Trump, tan pronto llegó al poder, anunció el cierre de la United States Agency for International Development (Usaid). Ya no se podía seguir encubriendo ese proceso de franca descomposición moral y criminal, provocado por una política de corrupción que alcanza cifras de miles de millones de dólares, pagados paralelamente a distintas organizaciones terroristas, opositoras y criminales, ONG, etc., que contraría los objetivos del Departamento de Estado norteamericano. Estos hechos contra Venezuela eran del conocimiento del director de la Usaid (2017-2020), Mark Green, pues era el funcionario de la Casa Blanca que entregaba el dinero a los opositores ultraderechistas para las actividades contrarrevolucionarias hacia el Estado venezolano.

Estos opositores, por mantener una obsesiva preocupación por los aspectos económicos, han sido varias veces cuestionados por sus seguidores. Nada menos que en 1128 millones de dólares está cuantificada la suma que la ultraderecha estafó a la agencia estadounidense Usaid. La oposición, con sus desviaciones de odios, recrudecida codicia, alcoholismo, mercantilismo mafioso, racismo, terrorismo, etc., ha tratado de poner por el suelo el prestigio y la esencia misma de la Revolución Bolivariana.

En este caso, las propias fuentes norteamericanas han divulgado en el medio de prensa Diario do Centro do Mundo de Brasil que Guaidó recibió de la Usaid 467 millones de dólares para asistencia humanitaria y de desarrollo, el 15 de enero de 2020, para programas en Venezuela; además, 128 millones para el Programa Guaidó, más otros 654 millones de dólares para asistencia humanitaria y desarrollo, etc. Todo esto totaliza más de mil doscientos millones de dólares, que han debido ser utilizados para resolver problemas de venezolanos vulnerables. También parte de ese dinero fue a parar a los bolsillos de los representantes de ONG locales como Ciudadanía Activa, Espacio Público, Foro Penal, Redes Ayuda, Súmate, Fundación Futuro Presente, Rescate Venezuela y Cedice Libertad, que lo recibían de las siguientes delegaciones de la CIA: NED, Freedom House y Open Society.

A todo esto, el Estado norteamericano debe responder en nombre de la cuestionada Usaid. El pueblo norteamericano está muy descontento por la política de la Casa Blanca, especialmente por los argumentos que esgrime en relación con la Usaid. A Venezuela le toca también velar porque se cumpla el orden constitucional y legal vigente en el país. La revolución venezolana no puede admitir jamás la impunidad.

Lo que vaya a suceder en el futuro en relación con esta situación estará condicionado al giro que tomen los acontecimientos diplomáticos en Washington con respecto a Venezuela. No será fácil llegar a un diálogo con acuerdos satisfactorios para ambas partes, pero hay que insistir en normalizar las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, conforme al derecho internacional.

 

J. J. Álvarez


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