Tejer con la palabra | Ritual y ofrenda para un cuerpo en resguardo

19/02/2025.- La promoción de un libro de poesía es un compromiso de hilvanar desde la perspectiva de lectores y lectoras el tejido de otro, de otra. Hoy tengo la responsabilidad de deshilar el libro de Luz del Mar Higuera como ovillo de voces por medio de su texto Entre menta y papelón (Ediciones Fundecem, 2024), versos con varias líneas de declaración poética; quiero compartir algunas ideas de su poemario, no con la intención de la certeza de su decir o de su exacto significado. Todo lo contrario, más bien para acercarme al tiempo y espacio de esta voz que tiene multiplicidad de sentidos, epicentro fundamental y afortunado que ofrece la poesía. 

Luz del Mar utiliza la poesía como casa para cocinar en ella, adornarla, cuidarla, interpelarla; en esta casa anuncia y describe angustias, aciertos, dudas dentro de un mundo que ofrece el fuego para transitar el camino irregular de la vida, la existencia como un cuerpo frágil flotante que ofrece permanentes preguntas; esta voz se levanta con la profunda intención, no de lograr respuestas sino de acercarse al sentimiento, a una emoción, a la alteridad o la transmutación a través de la palabra. La poeta utiliza utensilios, vegetales, hierbas, amasa, corta, mezcla para finalmente lograr y llegar a la sonrisa. Esta lectura me traslada a recordar versos de la gran poeta trujillana Ana Enriqueta Terán que explora los oficios cotidianos por medio del poema, que nos ofrenda la palabra y los objetos para convertirlos en ritual y manto con la belleza que ofrece lo labrado con las manos del quehacer habitual a lo profundo y cóncavo del alma. Luz del Mar en el poema Receta nos dice, comparto algunos versos: 

 

La cocina habla por las mañanas

parece ser la confidente segura.

Protege del desencanto

del mal gusto.

 

La cocina habla cuando tomas la tabla

le cuentas a las cebollas que nunca estuviste triste,

mientras las cortas

sonríes con la albahaca.

 

La cocina es tu sitio seguro…

(Fragmento)

 

Luz del Mar Higuera continúa con la construcción de su cotidianidad, esta vez agrega la comarca que la abriga: el frailejón, el río, las flores, las nubes, el agua, los pájaros, las montañas; elementos que son la resonancia de un universo que la constituye y anuncia el grito de la pérdida, del vacío. Nos dice en este fragmento del poema Andes

 

Desde el frailejón que se abre en la ausencia

mi canto no se oye en la distancia,

distancia inesperada desde tu partida.

La casa aún permanece inundada

de los abrazos que nunca se dieron

trato de esquivar, de trenzar los sueños.

(Fragmento)

 

Con una voz menuda Luz del Mar construye un tercer lindero que anuncia a la mujer que mira a la madre, versos que pujan un fractal: la hija con la madre, la madre que mira al hijo, la mujer que describe el parto, a la no madre, a la posible madre, a la mujer que mira sus manos, que sujeta su cuerpo, que recoge cada pedazo y lo resguarda, lo acuna y le teje un espacio de consuelo para que no muera, ahí desarmado y solo. En su poema Grito nos pregunta:

 

¿Qué pasa con la herida que desgarra a la madre?

Aquella que no lo es, pero lo sueña. Mil veces.

¿Cuántas veces ha parido el corazón?

La nostalgia es un grito, el deseo hilado.

Enojo.

¿Qué pensará la mujer que es madre?

Pero no quiere.

No importa nada.

Tu voz susurrante jamás se escucha,

Te peinas sonriente bajo la cama.

Recoge los retazos días tras días, camaleónicos

Sigues susurrando, corriendo, gritando…

(Fragmento)

 

Finalmente, la mujer fragmentada se atiende, elabora un ritual para la cura, toma té de manzanilla, se sienta en la mesa, besa y es besada, escucha jazz, alza su copa y en voz alta despoja la noche y dice: LUZ DEL MAR. LUZ DEL MAR. LUZ DEL MAR. Mirando al cielo nocturno, sonríe y se acurruca en la misma casa donde pone como ofrenda a la poesía. 

Luz del Mar Higuera Dávila (Mérida, Venezuela).         

Escritora, productora y profesora en Unearte. Licenciada en Letras, Mención Lengua Literatura Hispanoamericana y Venezolana por la Universidad de los Andes. Ha publicado los libros Filomena en búsqueda de la fotografía, cuento infantil (2016) y el poemario Entre menta y papelón (Ediciones Fundecem 2024). Actualmente se desempeña como Directora Artística de la Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida (Fundecem). Es miembra de la comunidad de autoras Tejer con la Palabra. 

Yuri Patiño

Comunidad de autoras Tejer con la palabra

@tejer_lapalabra / @yuripat13


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