Estoy almado | Seis años del intento de invasión por Cúcuta 

23/02/2025.- Este domingo 23 de febrero se cumplen seis años del intento de invasión por Cúcuta, a través de la falsa ayuda humanitaria promovida por Guaidó, hoy investigado en EEUU por robarse los millones de dólares que recibió de la Usaid y otras organizaciones dependientes del Departamento de Estado estadounidense. 

Conviene recordar esta fecha porque sin ese hito quizás las circunstancias no fueran las que hoy tenemos: paz y estabilidad. 

Si esa invasión hubiese tenido algún éxito, el país estaría en caos. La invasión suponía la entrada a la fuerza de 14 camiones cargados de materiales para propiciar una guerra en las calles. Todo estaba camuflado en paquetes y precintos de “ayuda humanitaria”. La sola entrada de las gandolas era la primera señal de lo que venía. Guaidó y el lobby internacional que lo apoyaba planeaban establecer una base de operaciones en el estado Táchira. Desde allí, la idea era funcionar como una cabeza de playa para fragmentar el país y acentuar el caos y la desestabilización en el resto del país.

El mensaje estaba diseñado para lo simbólico: al ingresar a la fuerza, desafiando a la autoridad legítima y atravesando las barreras de seguridad militar, querían construir la percepción de que el Gobierno “estaba débil” con el surgimiento de la farsa del interinato. Si alguien entra en tu casa y se instala en uno de los cuartos, la sacralidad de tu hogar, el sitio donde tienes dominio, habría sido violado. Era un golpe calculado a la legitimidad del chavismo en el ejercicio del poder. 

Para esa invasión utilizaron todos los mecanismos posibles. Cubrí el hecho como periodista desde el puente internacional Tienditas. En la vía hacia San Antonio del Táchira, en dirección a ese puente, se registraron múltiples focos de guarimbas.

El plan era despejar el camino, desde adentro del territorio, al grupo violento que venía desde Ureña en el lado colombiano. Los grupos irregulares llegaron al punto de elevar drones en la frontera para saber cuáles eran los puntos frágiles en la defensa venezolana. Recuerdo que el personal militar venezolano le lanzaba besos y saludaba jocosamente a los aparatos electrónicos suspendidos en el aire. 

Para que la invasión no pasara, prevaleció un factor primordial: la conciencia popular, siempre subestimada como inesperada en momentos cruciales de nuestra historia. Lo vi, lo viví en Tienditas; nadie me lo contó. Estando en uno de los puentes, sin duda, pude palpar lo aguerrido que es el pueblo. 

Esa rebeldía solo la comparo con la batalla popular registrada el 13 de abril de 2002 para defender a Chávez, a la Revolución. Y es algo que no se puede borrar del ADN del pueblo, aunque en buscadores en internet y en redes no se encuentre nada de esta épica. De ahí la importancia de la batalla de los puentes ocurrida el 23 de febrero de 2019. 

 

Manuel Palma 

 

 


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