25/02/25.-  El canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Yván Gil, afirmó este martes que la Organización de Naciones Unidas (ONU) enfrenta una encrucijada: debe decidir si quiere ser un verdadero foro para la justicia o simplemente un instrumento al servicio del poder.

"Venezuela continuará abogando por el cumplimiento del derecho internacional y seguirá avanzando en su propio modelo, con su pueblo al frente y una democracia cada vez más robusta", escribió el canciller en su cuenta en la red social Instagram.

Gil denunció las contínuas violaciones a los principios consagrados en la Carta de la ONU por parte del Gobierno de Estados Unidos (EEUU), que busca socavar la multilateralidad en favor del unilateralismo y una agenda de injerencia caracterizada por la doble moral.

El canciller venezolano condenó, igualmente, la manipulación de informes en torno a los Derechos Humanos (DDHH) como maniobra para justificar agresiones económicas a través de la imposición de medidas coercitivas, arbitrarias e ilegales traducidas en bloqueos económicos, financieros e injerencia en asuntos internos de países soberanos por parte de EEUU.

La denuncia la realizó en el marco de la 58 sesión del Consejo de Derechos Humanos que se celebra en Ginebra, Suiza, en donde Gil afirmó que "no es fortuito que los informes generados por mecanismos como la cuestionada Comisión de Determinación de Hechos sean utilizados como pretexto para justificar agresiones".

"El sistema multilateral está secuestrado por burócratas que han hecho de los derechos humanos un negocio, un arma de chantaje político al servicio de intereses oscuros", precisó el canciller al tiempo que puntualizó que es una maquinaria perversa de la que Venezuela ha sido víctima para legitimar operaciones de desestabilización dentro del país soberano.

Asimismo, expresó que tales operaciones injerencistas y violentas son financiadas por grupos fascistas extranjeros aliados a venezolanos que saquean desde el extranjero los recursos de la nación. Particularmente apuntó al gobierno de Joe Biden, que promovió una estructura de agresión económica, redobló la manipulación mediática y jurídica y blanqueó fraudes cometidos por mafias.

En este sentido, denunció la corrupción institucionalizada a través de organismos como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid). 

CIUDAD CCS