27/02/2025.- Es muy común encontrar en los nombres de algunos grupos de música afrolatina la palabra “sonora”. Sin embargo, probablemente algunas personas desconocen a qué se refiere este término. Así como existen diferentes géneros musicales oriundos de cuba, también existen diferentes tipos o formatos de agrupaciones. Desde la creación del son cubano a finales del siglo XIX hasta la actualidad, estas agrupaciones se han ido adaptando según sus propuestas. Lo que ha hecho que la música que ejecutan tenga estilos o sonidos diferentes según sea su formación.

Antes de entrar de lleno en el tema de las sonoras, hagamos un breve repaso de cuáles son los diferentes formatos que encontramos en la música afrocubana. Originalmente el son se tocaba con guitarra, tres cubano, clave, bongó, marímbula (sustituida luego por el contrabajo), maracas y/o güiro. Normalmente, los cantantes o soneros ejecutaban el güiro y las maracas. Con base en esto, podemos decir que el formato más antiguo es el llamado sexteto. Con el paso del tiempo se fueron añadiendo o eliminando instrumentos y fueron surgiendo nuevos géneros y formas de orquestar.

Los formatos musicales afrocubanos principales son: tríos, sextetos, septetos, combos, conjuntos, charangas, sonoras y orquestas. Cada uno con diferentes formaciones instrumentales y algunos adaptados para ejecutar ciertos géneros. Por ejemplo, los tríos suelen tocar boleros; las charangas, danzón y chachachá; los sextetos y septetos, son montuno y guaracha; las orquestas, mambo y jazz latino, etcétera. Las sonoras tienen como característica principal que su sección de metales está constituida solo por dos, tres e incluso cuatro trompetas. Estas agrupaciones son muy versátiles y pueden ejecutar diferentes géneros.

La sonora más emblemática

Este formato es una evolución del septeto y data de la década de 1930, sin embargo, fue en las décadas de 1940 y de 1950 que vivió su gran auge gracias al éxito internacional de la Sonora Matancera. Esta emblemática agrupación, fundada en 1924 en Matanzas (Cuba) por iniciativa de Valentín Cané, es pionera en su estilo. En sus comienzos, prevalecían en el grupo los instrumentos de cuerda, eran cuatro guitarras, un tres cubano y un contrabajo. Contaban solo con una trompeta y un cantante y, agregaron como instrumento de percusión el timbalito, un híbrido entre timbal y bongó.

La Sonora Matancera realizó su primera grabación en 1928 y tuvo varios nombres, el primero fue Tuna Liberal, luego Septeto Soprano, después Estudiantina Sonora Matancera, hasta que en 1935 adoptan el nombre La Sonora Matancera. Con el paso del tiempo fueron modificando sus formaciones instrumentales, incorporaron otra trompeta, un piano, tumbadoras y, de los antes mencionados instrumentos de cuerdas, solo dejaron una guitarra y el contrabajo. Una de sus atracciones más importantes, aparte del nítido y particular sonido de sus trompetas, era que contaba con una batería de cantantes de primer orden.

Sonoras modernas

En 1954, el pianista boricua Enrique “Quique” Lucca fundó La Sonora Ponceña. “Quique”, decidió retomar el proyecto musical que había naufragado diez años antes que llevaba por nombre Orquesta Internacional, convocando nuevo talento humano, ejecutando un nuevo repertorio y rebautizando la agrupación. Grabaron su primer LP, llamado Hacheros pa un palo, en 1968. Disco que resultó un gran éxito comercial y los posicionó como una de las orquestas de salsa más importantes de todos los tiempos. Este álbum tenía arreglos del joven y prodigioso hijo de “Quique”: Papo Lucca, quien al poco tiempo reemplazó a su padre en la dirección de la orquesta hasta la actualidad.

En Venezuela tuvimos a La Sonora Caracas. Una formidable agrupación, cuya fundación data de la década de 1930 y por la cual pasaron legendarias figuras nacionales e internacionales de la música afrocaribeña. Fue fundada por el guitarrista Alfredo Machado. Tuvo dos etapas, la primera desde 1935 a 1945. Luego, en 1948 el proyecto es retomado por Carlos Landaeta Pan con Queso y Johnny Pérez, quienes venían de trabajar con otra sonora caraqueña llamada El Conjunto Siboney. Esta etapa fue la de mayor éxito y podemos decir que fue la génesis del Sonero Clásico del Caribe, que también es una sonora y que en la actualidad sigue activa bajo la dirección de Pablo Landaeta, hijo de Pan con Queso.

El formato de sonora fue adoptado por agrupaciones, cuyo repertorio estaba constituido tanto por música cubana como por cumbias. A principios de 1960, surge en México La Sonora Santanera e irrumpe con una potente batería de cuatro trompetas. Esta agrupación sigue activa en la actualidad y su repertorio es bastante amplio, destacándose en géneros cubanos y, sobre todo, en cumbias.

En Colombia este formato también se desarrolló y se adaptó con gran éxito al sonido de la cumbia y el porro, otorgándoles matices más modernos. La Sonora del Caribe, es de las más antiguas y emblemáticas. También se destacan en este estilo La Sonora Cienaguera y La Sonora Dinamita, entre otras. Otra sonora colombiana de calibre internacional es La Sonora Carruseles, que se caracteriza por ejecutar un repertorio netamente salsero.

Kike Gavilán