Comentarios noticiables | De la emigración venezolana
Éxodo y algo más
01/03/2025.- De la emigración venezolana se podría decir que es el desplazamiento de los que dejaron el país en busca de trabajo, seguridad y un futuro mejor, entre los que también se encuentran aquellos atraídos por conocer otros países y otra gente, sin importar las diferencias de causas culturales, educativas, psicológicas o de otro modo de vida con el país que supuestamente les servirá de anfitrión.
La mayoría de los venezolanos que eligieron la huida de la tierra que los vio nacer lo hicieron atraídos por el valor de la moneda más fuerte del mundo, el dólar estadounidense. También huyeron los que se sintieron afectados por las más de novecientas medidas coercitivas impuestas por las administraciones norteamericanas de Bush, Obama, Trump y Biden, en un contexto de guerra mediática, económica, comercial y financiera. Estas son algunas de las razones que han impulsado a un gran número de venezolanos a emigrar hacia Estados Unidos (EE. UU.), pero no son las únicas. La ultraderecha local se sumó al aliento de la emigración y deserción y a los intentos de liquidar físicamente al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, todo lo cual se ha demostrado mediante irrebatibles pruebas acumuladas por las autoridades venezolanas. Se convierte hoy en día en una realidad la proclama de nuestro Libertador Simón Bolívar: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad", en una carta dirigida al representante de Inglaterra, Patricio Campbell, el 5 de agosto de 1829.
Los migrantes venezolanos que dejaron a su patria por desesperación y esperanza, o simplemente por lanzarse a la aventura, no tuvieron otra alternativa que optar por seleccionar a Estados Unidos, el país líder indiscutible y sostén principal de la civilización occidental, y donde predominan, además, los valores de consumismo irracional, egoísmo individualista, etc. Valores estos que revelan un alto grado de aventurerismo de la condición social y de otros factores humanos de los que dirigen el gobierno de esa potencia imperialista.
Desde inicios de 2016, el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha tenido que esquivar la acción de la pitiyanqui oposición ultraderechista venezolana con mayoría en la Asamblea Nacional; los bajos precios del petróleo, principal recurso del país; y la orden ejecutiva del presidente Barack Obama que declaraba que Venezuela representaba una "inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos". Esto se venía intensificando por una atmósfera de agresivo y tormentoso acoso desde abril de 2013. La elección de Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela quedaba a la suerte de la vieja narrativa del complot, de la conjura, de la conspiración y la mentira mediática de la parte opositora.
El aumento de la escasez disminuyó la calidad de vida del pueblo, dando como respuesta una emigración que fue en su mayoría forzada y orquestada por los enemigos de la revolución, con planes de desestabilización dirigidos desde Washington. Sin embargo, Maduro optó por medidas drástica que sorprendieron al mundo.
El presidente Maduro optó por la aplicación de los siguientes paliativos: los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), que aún abastecen a millones de personas y garantizan la alimentación del pueblo. La inversión social alcanza el 74,40% del presupuesto de la nación, un recurso de inversión social que ningún país en el planeta aplica en su presupuesto. En materia de salud, el número de centros hospitalarios se ha multiplicado, y es de destacar la Misión Barrio Adentro como modelo humano de salud pública. El porcentaje de la pensión de jubilación de Adultos Mayores aumentó en un 90%. La Misión Vivienda sobrepasa la cifra de cinco millones de apartamentos en la actualidad, etc.
Las acciones hostiles y agresivas ejecutadas por el gobierno de EE. UU. contra Venezuela desde el triunfo de Hugo Chávez, cuando estuvo al frente del poder presidencial de la República Bolivariana de Venezuela desde el 2 de febrero de 1999 hasta el 5 de marzo de 2013, se siguieron intensificando contra el presidente Nicolás Maduro, y han causado pérdidas de miles de millones de dólares.
En la actualidad, muchos tratadistas proinmigracionistas señalan que es imposible frenar completamente la inmigración latinoamericana, y que no importan los muros y las vallas que se erijan, pues las poblaciones desesperadas siempre encontrarán una manera de entrar. De tal modo que es mejor legalizar la inmigración y tratar con ella abiertamente que crear un submundo de tráfico humano, trabajadores ilegales y niños sin documentos de identificación. En Venezuela, donde ahora se discute la reforma constitucional presentada por el presidente Nicolás Maduro, deberían incluirse normas que prohíban el paradero de los inmigrantes venezolanos en campos de concentración, como el de Guantánamo en Cuba. Tenemos el caso de cerca de un centenar de venezolanos que fueron recluidos allí y luego repatriados a Venezuela.
J. J. Álvarez