Cine para llevar | Gene Hackman, un clásico no muere
Gene Hackman era un hombre maduro cuando su carrera comenzó a consolidarse
O7/03/2024.- Nadie sabe cómo va a morir o de qué forma terminará sus días. Aunque hayas tenido una vida grandiosa es probable que tu final no lo sea tanto o que te pueda ocurrir alguna eventualidad peculiar que le dé un toque morboso al último capítulo de tu existencia. El reciente fallecimiento de Gene Hackman a los 95 años es un ejemplo de esto.
Hackman fue una estrella y un actor notable, logró mucho en sus más de 40 años de carrera, incluidos 2 Oscar, por lo menos 4 Globo de Oro, 2 BAFTA, entre otros galardones, que se suman a su mayor mérito: una carrera llena de películas memorables. Hizo un cine que no pasará de moda ni en veinte, ni en cincuenta y me atrevo a decir que tampoco en mil años.
Nacido en 1930 en California, Estados Unidos, estudió drama junto a Dustin Hoffman, ambos se conocieron cuando Hackman tenía 27 años y Hoffman 19. Curiosamente fueron votados por sus compañeros de clase en la academia de actuación como dos de los estudiantes con mayores probabilidades de tener éxito en el futuro.
Ambos admiraban a Marlon Brando, era el modelo a seguir como actor y personaje de la industria. Hackman lo había visto en Un tranvía llamado deseo a principios de los años cincuenta, de hecho, él fue la razón por la que decidió convertirse en actor.
Con Dustin Hoffman compartió los primeros años de estudio y la búsqueda de oportunidades, curiosamente fue casi al final que trabajarían juntos en El jurado (2003). Esta fue una de sus últimas películas, ya que al poco tiempo de filmarla decidió retirarse para siempre del mundo del cine.
Hackman no obtuvo la fama en su juventud, ya era un hombre maduro cuando su carrera comenzó a consolidarse a mediados de los años 70. Interpretó en el cine tipos duros, íntegros, conservadores, pero también personajes retorcidos, amorales. En ambos casos supo imprimirles tanta pasión como para otorgarles vida propia.
Desde los años 60 en que protagonizó Bonnie and Clyde (1967) junto a Warren Beatty y Faye Dunaway hasta su retiro a principios del 2000, mostró a través de su versatilidad las dimensiones de su talento.
En los 70 y tras ganarse un Oscar como Mejor Actor por The French Connection (1971) protagonizó una de las películas más populares de esa década, La aventura del Poseidón (1972). Su rol del polémico reverendo Frank Scott le permitió ganar un premio BAFTA como Mejor Actor. Este personaje tiene todas las características de sus mejores interpretaciones: fuerza, fortaleza y personalidad. Para ese momento ya tenía 42 años.
Esta película fue una de las primeras cintas sobre un naufragio que combina acción, drama y buenos diálogos, generando así un largometraje que es capaz de sobrevivir el paso del tiempo.
Han pasado más de cuarenta años de su estreno y continúa generando gran impacto, lo puedes comprobar volviendo a verla en cualquier plataforma de streaming. Esto último está relacionado con la interpretación de Hackman: emociona, te hace ser parte de la historia.
Un camino de oro
En los años 70 compartió créditos con su ídolo Marlon Brando en Superman (1978) gracias a su interpretación de Lex Luthor, rol que desarrolló en tres de las películas de Superman de 1978 a 1987.
Antes había actuado junto a Al pacino en Scarecrow (1973) de Jerry Schatzberg.
Las décadas de los ochenta y noventa quizás son las más recordadas de su carrera. En 1992 obtuvo su segundo Oscar, esta vez como Mejor Actor de Reparto por Los Imperdonables dirigida y protagonizada por Clint Eastwood. Antes realizó una de mis favoritas: Sin salida (1987) junto a Kevin Costner.
Actuó en La firma (1993) junto a Tom Cruise, The Quick and the Dead (1995) con Sharon Stone y Marea roja (1995), con Denzel Washington. También participó en La jaula de las locas (1996) junto a Robin Williams y volvió a colaborar con Eastwood en Poder absoluto (1997).
De igual modo, filmó Al caer el sol (1998) junto a Paul Newman y Enemigo público (1998) con Will Smith, entre tantas otras películas que realizó hasta el momento de su retiro.
El tiempo que parece llevarse todo no puede destruir el arte creado por un hombre cuyo talento excede su periplo en este breve espacio que llamamos vida. El tiempo acaba con la existencia humana tal como la conocemos, pero no con el legado de las personas valiosas.
Nos vemos en el cine Gene, hasta siempre.
Luisa Ugueto Liendo
Instagram: @cineparallevarl