10/03/25.- El lunes 10 de marzo, a las 10H00, se llevará a cabo una reunión a puertas cerradas del Consejo de Seguridad de la ONU a solicitud de Moscú y Washington, para tratar la escalada de violencia en el oeste de Siria que ha dejado centenares de civiles muertos. Dmitri Polianski, representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, comunicó que la presidencia danesa del consejo ha revelado que las muertes en ciudades como Latakia y Tartus son alarmantes, alcanzando cifras que ascienden a miles. La situación se ha vuelto crítica, con un aumento en la violencia hacia civiles y un notable silencio por parte de los medios occidentales.

En la última semana, la violencia ha tenido un giro sangriento con continuas masacres de civiles, principalmente alauitas, cristianos y otros grupos religiosos a manos de Hayat Tahrir al-Sham (HTS). A pesar de un reciente Congreso Nacional de organizaciones sirias que abogó por la unidad nacional y rechazo a la violencia, la muerte indiscriminada de infantes, mujeres y ancianos ha marcado las últimas jornadas. Este contexto de violencia se complica con los enfrentamientos entre el gobierno de facto dirigido por Ahmed al Sharaa y remanentes del antiguo Ejército sirio.

En respuesta a la crisis, el presidente de facto anunció la conformación de una comisión nacional independiente para investigar las violaciones de derechos humanos y los delitos perpetrados contra civiles en la región costera. Este comité estará compuesto por cinco jueces, un general de brigada y un abogado de las autoridades de facto, con el objetivo de esclarecer los sucesos recientes y dar con los responsables de las atrocidades.

La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, instó a todos los líderes sirios que puedan influir en la situación a poner fin al derramamiento de sangre. Zajárova indicó que un gran número de muertos y heridos ha sido reportado en varias ciudades y subrayó la necesidad de reforzar la seguridad de los ciudadanos y proteger sus derechos, sin discriminación por afiliación nacional o religiosa.

En contraste, el gobierno estadounidense ha condenado a los terroristas islamistas radicales responsables de las muertes de civiles, especialmente de minorías religiosas y étnicas, aunque se ignora su papel en permitir que HTS tomara el poder tras el derrocamiento del gobierno de Al-Assad. El secretario de Estado, Marco Rubio, destacó la necesidad de investigar las masacres y manifestó el apoyo de EEUU a las minorías en Siria, ofreciendo sus condolencias a las víctimas y sus familias.

CIUDAD CCS