Naty Martínez: flautista en tiempo de salsa y charanga

Desde joven aprendió a tocar aquel instrumento que lo ha acompañado por más de 40 años

En sus presentaciones demuestra su virtuosismo con la flauta dentro de la salsa o la charanga.

 

22/11/22.- La charanga es considerado un género tropical cubano y un formato compuesto de una dotación de violines y flauta, además de las congas, el timbal y el güiro.

La Orquesta Aragón y Fajardo y sus Estrellas se encargaron de proyectar este ritmo a escala internacional.

Richard Egües y José Fajardo se convirtieron en los máximos representantes de la flauta en la charanga y a pesar de que su popularidad se dio en los años 50 y 60, en los 70, durante el denominado boom de la salsa, volvió a cobrar éxito con orquestas como la Novel, Broadway y la Charanga 76.

En esa década, un joven oriundo de La Vega buscaba sobresalir con la flauta en cualquier lugar que le diera la oportunidad de demostrar su talento e ideas novedosas que tenía para la salsa: José Natividad Martínez, mejor conocido como Naty.

Al comienzo de la entrevista, Naty explicó que una de las características de su orquesta era incluir a jóvenes ejecutantes y de esta manera cambiar la imagen dentro de la salsa.

"Yo veía que la imagen del salsero era como Pete El Conde Rodríguez con la barba, Oscar D' León con los bigotes chorreados, Héctor Lavoe con los lentes y cuando iba a cambiar de formato charanga a orquesta, le planteé a la disquera que quería gente joven y cambiar un poco esa idolatría.

Naty Martínez en la década de los 90.

 

Me dieron luz verde, yo quería que los músicos salieran en las fotos de las portadas porque en varios discos salía yo solo, la disquera se negaba por los problemas que había porque algunos se iban, pero nunca me equivoqué; dejé a tres músicos experimentados como Raimundo González, Argenis Carmona y Cheo Navarro, el resto eran muchachos como mi ahijado Robert Vilera (que en paz descanse), Alberto Crespo, Julito y Fidel Antillano, Frank Seijas, Pedro Castro, Gonzalo Palacios y funcionó, hicimos el disco en el que pegamos Nuestro matrimonio y lo demás es historia", expresó.

El director de Los Melódicos, Renato Capriles, habló con Martínez tras saber la serie de cambios realizados y le manifestó estar de acuerdo con ese viraje que había hecho en su orquesta y decidió aplicarlo en la suya.

El entrevistado, al darse cuenta del salto adelantado en el recuento de su vida como profesional, nos relató que el 25 de diciembre de 1958 vio la luz por primera vez y forma parte de 18 hermanos; además de él, dos se dedicaron a la música: Frank "Kengue" en la percusión y Carlos en el saxo.

"Frank era baterista de los buenos, está retirado, y a Carlos le gustaba la música por hobby pero no era músico, entonces se compró un saxofón, yo comencé en la percusión tocando conga, timbal y bongó; toqué timbal en un grupo de vallenato que se llamaba Acosta y sus tremendos, eran raros porque tocaban salsa también, por ejemplo montaban el tema La Esencia del Guaguancó y el acordeón interpretaba la rítmica de la trompeta, trombón, eran carismáticos y el tresista llamado Amador, que era de la Cota 905, tenía un swing del carajo, porque además cantaba y eso le dio una variante, yo era la mascota del grupo", recordó.

Trabajó en sitios nocturnos como conguero, en especial un club llamado La Guajira, gracias a la ayuda de su hermano y esto debido a los 15 años que tenía, por lo que era un menor de edad, aunque el dueño nunca se percató.

Naty comentó que su voz siempre fue grave y le permitió aparentar más años, y pasar desapercibido entre adultos que frecuentaban aquellos bares donde tocaba.

Pero aquel trabajo comenzó a hacer estragos en la vida de Naty, debido a que tocaba de lunes a sábado, culminaba a las 4:00 am, pocas horas de sueño y en una oportunidad, mientras veía clase en el liceo, se quedó completamente dormido, lo que levantó sospechas respecto a qué le pasaba realmente.

Naty Martínez a comienzos de los 80, junto al sonero Alfreddy Bogado El Bembón.

 

Llegó a un acuerdo con sus profesores para no descuidar sus estudios según un orden en el horario y continuar con su camino musical, ese que le brindó aciertos y fracasos hasta la consagración en el público salsero con su orquesta, una que logró calar en el ambiente con un ritmo cubano que cobró popularidad nuevamente en los 70: la charanga.

Pasión por la charanga

Luego de sus estudios de saxofón en la Escuela Prudencio Esaá, además de algunas lecciones aprendidas por Santiago Baquedano y Juan de Jesús Durán en la flauta, Naty mostró un interés por la charanga, con referencias como Johnny Pacheco, Pupi Legarretta, y debido a que en Venezuela no existían conjuntos de este género, en 1978 el conguero de la Dimensión Latina, Elio Pacheco, forma junto a Martínez su agrupación La Magnífica, de corta duración, que contó con la vocalización del sonero Alfreddy Bogado El Bembón.

"Luego de eso hubo un vacío en la charanga, para los 80 había una fiebre bárbara de trombones a causa de Willie Colón y Eddie Palmieri, y con ese auge de la Dimensión Latina todas las orquestas terminaban en 'ina': Fundación Latina, Recopilación Latina, Combinación Latina, Mafia Latina, Coñamentazón Latina, en fin, había muchísimos grupos como La Banda y su Salsa Joven, la Orquesta Ideal, Grupo Tres, Yakambú; en ese sentido, yo hice una charanga, y sufrí porque no se conseguían violinistas, timbaleros, güireros y cantantes que tocaran el género, y pasé esa etapa por lo difícil que era para mí", añadió.

El flautista con la orquesta Amistad de Jesús Chuito Narváez y Rodrigo Mendoza.

 

Inicialmente, Naty esperaba grabar un disco pero no conformar un grupo, y al salir en el mercado la producción Sigue el ritmo, de 1981, con los cantantes Mario Palacios y José Llamozas, el sencillo Sandra Mora, compuesto por Pablo Álvarez, se convirtió en un éxito radial y las llamadas para contrataciones no se hicieron esperar.

"Tabaco me ayudó a entrar en el sello Top Hits y cuando el disco se pega llamaban a la disquera preguntando y el grupo no existía, yo perdí plata ahí, Sandra Mora estuvo pegada año y medio y no permitió que sonaran más temas de esa producción y Tabaco nuevamente me dice: 'Oye, Naty, estás botando la bola, arma el grupo', decidí hacerlo y allí vino el calvario, si grabar fue un peo, había que modificar los arreglos porque los músicos no agarraban el tumbao y tenía que dirigirlos", recordó.

El primer disco de Naty y su charanga que contiene el éxito Sandra Mora.

 

Posteriormente, en formato charanga vinieron las producciones A base de salsa (1982), con el panameño Carlos El Grande Ferrer y A millón y encendido (1983), junto al cantante Erick Franchesky, con las que dejó un testimonio de este ritmo en Caracas.

Naty también fue el responsable de aquella evolución en la sonoridad de la formación Tabaco y Sus Metales, con trompetas y trombones, dejando a un lado el estilo del Sexteto Juventud, fungiendo como arreglista y flautista, grabando dos discos en 1978 y 1979: un homónimo, Ni poco ni demasiado, y posteriormente pasó a las filas de la orquesta Amistad con Rodrigo Mendoza, Jesús Chuito Narváez y el puertorriqueño Tito Gómez.

De la charanga a la salsa hay un paso

En 1984 sale al mercado el disco Yo no soy guapo con una instrumentación de trompetas, trombones y la incorporación del cantante Erick Franchesky, que previamente grabó la última producción de charanga de Naty, provenía de La Banda y su Salsa Joven,conformada por Larry Machado, Wladimir Lozano, Rodrigo Mendoza y Carlos Espósito Kutimba.

Franchesky posee un timbre de voz similar a su colega Carlos El Grande, aunque su estilo resultó convincente para Naty y abrió una nueva etapa de éxitos hasta la grabación de un disco con la sonera Rogelia Canelita Medina.

La orquesta fue requerida para alternar con artistas y orquestas internacionales como El Gran Combo de Puerto Rico, Willie Colón, Celia Cruz, Ray Barretto, Joe Arroyo. Louie Ramírez y su Noche Caliente, y otras que al flautista se le escapan de la memoria.

Naty lanzó al mercado en 1984 Yo no soy guapo del cual sonaron en la radio el tema homónimo y Nuestro matrimonio.

 

Martínez contó que alternar con Celia Cruz fue un honor y un sueño anhelado desde su niñez, por lo que la recuerda como una profesional y una cantante excepcional.

"En una presentación dentro de un terreno en Colombia llovió mucho, se fue la luz y de paso no fue gente, cuando volvió la luz le dije a Celia: 'Se cayó esto, Celia, nos iremos sin tocar', y me dijo: 'No, a los que están aquí hay que cantarles, ellos se mojaron por nosotros', y ella cantó como si hubiese estado en el Madison Square Garden, el espacio era como para 3.000 personas y fueron 15 o 20", aseguró.

Junto a la Guarachera del Mundo Celia Cruz.

 

Hasta la fecha Naty ha grabado una variedad de producciones, en las que combina el jazz latino sin dejar de lado la salsa que le ha ganado un sitial en el público, en ocasiones con su hijo y pianista José Ángel Martínez, quien posee una vasta experiencia.

José Natividad Martínez demuestra a todo aquel que solicita una entrevista con él la sencillez y el sentido del humor en cada anécdota, un músico que disfruta del jazz, bossa nova, rock y otros géneros que le permitan crear nuevas ideas para ese instrumento que lo seguirá acompañando: la flauta.

EMMANUEL CHAPARRO RODRÍGUEZ / CIUDAD CCS

 


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