23/03/2024.- Una grata experiencia pude sentir en el casco histórico de La Guaira, no solo por su recuperación y transformación, sino porque le dieron una excelente vida nocturna con sus museos y galerías abiertas, caminatas empedradas bien iluminadas y actividades culturales permanentes que, indudablemente, logran un impacto cultural y turístico importante.

Esa experiencia ha sido satisfactoria y placentera para sus asiduos visitantes y para quienes no conocían el lugar. Ahora es paso obligatorio para lugareños y turistas que buscaban un lugar de esparcimiento hasta la medianoche en el vecino estado. Eso es un punto a favor considerable.

Pero la capital no podía quedarse atrás: ahora las noches se pusieron a valer con el arte como protagonista. Museo nocturno se llama esta iniciativa que lleva a cabo el Ministerio de Cultura y que se enfoca en mostrar las artes plásticas y visuales en exposiciones interesantes que pueden apreciarse los jueves y viernes hasta las 8:00 de la noche (excepto el Arturo Michelena, de La Pastora, que solo se incorpora los jueves).

En esos patrimonios, los visitantes podrán disfrutar de variedad de exposiciones interesantes y actividades culturales importantes sin tener que esperar a que llegue el fin de semana para poder visitarlos, tomando en cuenta que el cierre de museos es entre 4:00 y 5:00 de la tarde, cuando muchos aún estamos en horario laboral.

Es verdad que esta experiencia nocturna en los museos se ha realizado en Colombia, Uruguay, Argentina y México, por nombrar algunos países, con resultados satisfactorios, y Venezuela no podía quedarse atrás. Es por eso que Caracas y La Guaira (por ahora) se dan la mano para darle más valor al arte y la cultura (extendido hasta la noche). Y estoy segura de que tendrá tan buen impacto que la iniciativa se replicará a otros municipios y estados.

Visitas guiadas, exposiciones, programaciones permanentes, intercambio de libros, cafés e innumerables actividades se encontrarán en estos recintos, así que vayan, visiten los museos y regálense ese encanto cultural nuestro.

Rocío Cazal