Cine para llevar | Blancanieves y la inclusión forzada

Otra versión polémica live action de Disney

28/03/2025.- La nueva versión live action de Disney nos obliga a pensar que los tiempos han cambiado para la productora más famosa de películas para niños. No les bastó con filmar La sirenita lejos de los parámetros de la original (que terminó siendo muy buena, a pesar de todo); ahora estrenan una nueva película de Blancanieves que decepciona (incluso antes de verla) empezando por el casting, porque podemos intuir sus intenciones espurias, otra vez guiadas por la dictadura de la inclusión forzada y lo políticamente correcto.

Comencemos por la protagonista: la joven Rachel Zegler no da el tipo del personaje principal. La historia se llama Blancanieves porque se supone que la heroína es blanca como la nieve. Parece una obviedad y se podría pensar que sería imposible que los encargados del casting en Disney no estén en capacidad de ver que esta actriz (bella y seguramente muy talentosa) no entra en el perfil. Para el personaje, su aspecto es supremamente importante e incide en la trama. Si Blancanieves no se ve como Blancanieves, ya de entrada genera fastidio.

Siguiendo con el elenco, es más que evidente que la actriz que interpreta a la madrastra, la israelí Gal Gadot, es hermosa. Si usas a una actriz bella para interpretar a un personaje no tan agraciado, el rol pierde credibilidad desde el comienzo. Necesitaban contratar a una intérprete con una belleza un poco más discreta. También parece obvio que una mujer con su rostro no podría envidiar a otra, como sucede con su personaje en la historia original.

Ante tantos cambios, es casi obligado preguntarse: si a la gente de Disney le parece que las historias clásicas no son "inclusivas" o muestran arquetipos femeninos "degradantes" o "anticuados", ¿para qué vuelven a ellas? ¿Por qué no filmar historias nuevas con otros personajes?

En esta época, el afán por ser políticamente correcto bordea el ridículo y pone en riesgo lo verdaderamente importante en el mundo del cine: las obras, el factor entretenimiento, el arte que puede generar una película bien hecha.

El cine no tiene que ser un tratado de sociología. Ningún largometraje posee la obligación de convertirse en un manual para la vida o una representación ideal de la realidad donde todos podamos vernos reflejados: negros, blancos, chinos, gordos, flacos. Hay historias de todo tipo; no necesariamente cada una debe representar una parcela de la realidad, dar una lección o enseñarnos moral o ética. El cine no es para eso, y mucho menos el de fantasía que se supone hace Disney.

El cuento original de Blancanieves no busca juzgar el racismo; ¿costaba mucho no juzgar el color de la piel de la protagonista en esta nueva versión? La historia clásica no pretende aleccionar a las mujeres sobre el feminismo, es un cuento; no necesariamente la heroína tiene que ser una mujer empoderada que va buscando su independencia y realización personal. ¿Por qué no respetar el relato original?

En esta época, se han empeñado en utilizar los temas sociales en boga para transformar historias que están muy lejos de ser políticas o de crítica social.

¿Por qué Disney odia los cuentos clásicos que su propia industria popularizó? ¿Por qué se empeña en destruirlos? Finalmente, son solo cuentos y algunas cosas no deberían cambiar nunca. Sin embargo, si quieres darle una oportunidad, ve al cine y me cuentas.

 

Luisa Ugueto Liendo

Instagram: @cineparallevarl


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