Ab libitum | Héctor Murga

29/03/2025.- Mucho del valor de un cantante reside en sus canciones, en la capacidad de escoger su repertorio o de encontrar un productor que decida por él no solamente los temas más adecuados, sino aquellos que pudieran llegar a ser éxitos.

En la historia de la música, existen algunos casos de excelentes vocalistas con mala suerte para seleccionar sus temas. Uno de ellos es el de Héctor Murga, figura de primer nivel en el negocio del espectáculo venezolano. Fue artista exclusivo de CVTV, RCTV y Venevisión por largas temporadas, y participó exitosamente en los históricos festivales llamados la Voz de Oro, en Barquisimeto, entre finales de los sesenta y comienzos de la década del setenta.

Sin embargo, y aunque demostró ser un intérprete técnico y extraordinario, nunca logró "pegar" temas en la radio, a excepción del vals Vesperal, en 1959, y la balada El arlequín de Toledo, diez años después.

No obstante, el público que asistía a sus shows o lo veía actuar por televisión recuerda con emoción sus versiones de temas como Granada, de Agustín Lara, donde Héctor Murga no dejaba lugar a dudas sobre la supremacía de su potente voz. Como diría Víctor Morillo: "Murga era un criminal, por algo, entre tantos buenos cantantes, Agustín Lara lo escogió para interpretar su música en su visita a Venezuela de junio de 1959". En aquella oportunidad, Murga recibió las mejores críticas de la prensa y del compositor mexicano, quien luego lo invitó a actuar en México.

Desde niño, el llamado Señor de la Canción dio muestras de que sería un gran tenor al interpretar zarzuelas en el Teatro Nacional. En esa época de su vida, todo parecía indicar que su futuro se encaminaba hacia el canto lírico, pero decidió ingresar en la Fuerza Aérea. Hacia 1956, retoma su vocación artística y debuta como profesional en los programas de televisión Hit parade y La revista de Big Ben por RCTV. Así, comenzó una carrera que, a pesar de la modestia de sus éxitos discográficos, lo llevó de gira por países como España, donde a comienzos del sesenta cumplió una gira que los periodistas de farándula calificaron de triunfal.

Hace tiempo, el sello Gilmar, propietario del catálogo de Venevox, lo incluyó en la compilación (six pack) Voces de Oro de Venezuela, con un estupendo disco que Murga grabó para esta compañía en Cuba el mes de noviembre de 1959, con la orquesta de Sánchez Ferrer.

A mis coetáneos cantantes, músicos e interesados en el negocio del espectáculo, escuchen a Murga. Su voz habla de un mundo sin Pro Tools ni real-time audio suites (RTAS) mágicos como el autotune, cuando los cantantes eran afinados y tenían buena dicción.

 

Luis Ugueto Liendo


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