A favor o en contra | Ciencia, cultura e identidad
07/04/2025.- Dicen que los libros científicos son muy técnicos y que son específicamente para especialistas y expertos en la materia (que se entienden entre ellos). Sin embargo, esta visión trascendió para el Fondo Editorial del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que selló su partida de nacimiento este sábado 5 de abril para empezar a producir textos que no tienen que ver tanto con lo académico, sino mucho más allá: con el saber popular, con nuestra cultura y nuestra identidad.
Así lo concibe la ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, pues exalta la importancia de escribir para el pueblo, a la mujer, al escultor, al cocinero, al artesano, al obrero, al padre, a la madre, a los hijos, como primera agenda descolonial. Todos los que estábamos presentes en el auditorio de la Galería de Arte Nacional, donde se presentó el Fondo Editorial, estuvimos de acuerdo. Los aplausos estuvieron al unísono.
Y es que las propiedades medicinales de las plantas como el eucalipto, el frailejón, el tomillo, por ejemplo, también son ciencia. “No tengo por qué leer el libro de los primeros aminoácidos dedicados en Alemania cuando tengo tantos almidones complejos en la yuca y en la papa”, comentó la ministra como un ejemplo de lo que hay en nuestro país. Por eso, para ella es importante el nacimiento de este fondo editorial, presidido por Mercedes Chacín, pues maneja cifras importantes: el 93% de nuestro pueblo dijo que quiere el conocimiento de la ciencia nacional, el 64% la quiere leer en documentos escritos, el 72% respondió que confía en sus científicas y científicos, y que los quiere reconocer en los rostros de las personas que están en la calle.
Entonces está clara la importancia de este nuevo fondo editorial: mostrar en textos e imágenes la historia, la poesía, las canciones y la memoria de nuestra gente. Y esto es significativo para la ministra Gabriela Jiménez, pues es enfática cuando dice que hay mucha ciencia en nuestra cultura, que nuestra identidad es fundamental mostrarla en los textos y que hay que contarla con sensibilidad.
De hecho, los primeros textos que ha publicado el fondo editorial tienen que ver con eso: El páramo en el alma. Relatos míticos e historias de vida de los habitantes de Gavidia, una investigación y compilación de Henriette Arreaza que hizo como un tributo al pueblo de ese hermoso valle, y que cuenta con las voces de 19 narradores y narradoras de cuatro generaciones; y El conuco. Agricultura sustentable de José Luis Berroterán, en el que se plantea la defensa del derecho a la alimentación y la vida con la transformación de la agricultura soberana. Este sábado se bautizaron ambos textos junto al de Abejas criollas sin aguijón, del recordado escritor Rafael Rivero Oramas, editado por Tinta, Papel y Vida y por el Fondo editorial Milagrosas Melipona, dedicado a las “abejas indígenas venezolanas” con fundamento científico.
Ya el Fondo Editorial del Mincyt se inició con el libro Descubrir lo invisible. Humberto Fernández Morán, el tecnólogo atómico (que ha tenido mucha demanda), y ahora vendrán nuevas publicaciones para promover la ciencia con cultura y mucha identidad. ¡Muchos éxitos en esta misión de promover la lectura!
Rocío Cazal