Al derecho y al revés | Trump y Maduro pueden coincidir

09/04/2025.- Estar actualizado para interpretar mejor los sucesos que mueven el mundo actual no solo es importante, sino vital. Imaginemos, por ejemplo, que Cristóbal Colón hubiese intentado su famoso viaje comandando una galera a remos en vez de una carabela impulsada por el viento… ¡Jamás habría llegado al continente que después llamaron "América"!

Introduzco la columna de esta semana con este ejemplo absurdo solo para ilustrar lo equivocados que muchas veces estamos en un mundo cada vez más alejado por lo distinto a la esencia de las luchas que a finales del siglo XVIII derrotaron a las monarquías absolutas y a la Iglesia, permitiendo la llegada al poder de la burguesía, con su ideología capitalista.

Ver el mundo y tratar de interpretarlo a la luz de ideas que, si bien fueron gloriosas, hoy día carecen de significado no solo es un error, sino que es peligroso hacerlo, habiendo mejores interpretaciones para explicar lo aparentemente inexplicable con ideas del Siglo de las Luces.

Un ejemplo de esto por sus vaivenes y aparentes incoherencias es el presidente Donald Trump.

En su primera apariencia, se trata de un capitalista de nuevo cuño que, por tanto, jamás bajará la guardia ante nuestra Venezuela.

Bien hasta allí con el siglo XVIII, e incluso con la marxiana lucha de clases, que nunca permitirá una alianza, ni temporal, entre Venezuela y los Estados Unidos.

El problema estriba en que estamos en otros tiempos, cuando más significado puede tener el interés que el amor proclamado por las ideologías.

También dificulta la interpretación el que el gran capital mundial está dividido entre los "nubócratas", como los llama el filósofo griego Yanis Varoufakis, y los capitalistas usuales, como los que desde las finanzas o el mundo del automóvil, la gasolina y periféricos han influenciado el mundo, cada vez más desde que Henry Ford creó la cadena de montajes y pudo vender sus automóviles a precios asequibles para los pobres que estaban convirtiéndose aceleradamente en "nuevos ricos".

A ese respecto, aclaro que si bien unos y otros son muy ricos, y todos sueñan con un gobierno mundial liderado por ellos y sus gentes, los de la nube entienden que su poder hoy supera el de la mayoría de las naciones y deben acabar en cuanto se pueda con los Estados nacionales, que son la única fuerza capaz de enfrentar a estos ricos malandros.

En ese punto no coinciden los viejos ricos, para decirlo con palabras fáciles de entender, por ser este tema muy espinoso…

Los viejos ricos saben que si los que manejan la acumulación capitalista desde "la nube" llegaran a prevalecer después de acabar con los Estados naciones que no acepten ser domados —como es el caso de Venezuela—, la emprenderán con sus negocios de bancos, compañías de seguros y agencias de aduanas.

Y de allí en adelante, perderían su libertad.

Ojo: Donald Trump es muy rico, pero aun así es un enano comparado con lo acumulado por gente como Elon Musk, que no solo es un nubólatra, sino el hombre más rico del momento.

Trump no se ve a sí mismo o a sus hijos como magnates de la nube, de manera que en algún momento Trump seguirá su camino y Elon Musk el suyo.

Allí es donde el trabajo de Donald Trump buscando volver a enriquecer a EE. UU. —como lo fue al finalizar la Segunda Guerra Mundial— tiene espacio para encontrarse con el gobierno de Nicolás Maduro.

Hay intereses de por medio, pero es posible que esos intereses hagan que con respeto puedan trabajar el gobierno socialista de Nicolás Maduro y el capitalista de Donald Trump, lo cual es más económico que cualquier tipo de guerra.

 

Domingo Alberto Rangel


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