Vitrina de nimiedades | ¿Aranceles? ¿Eso es con nosotros?
A partir de mañana, todos los que subáis al cielo deberéis pagarme un arancel del 34%.*
Dios Tuitero
12/04/2025.- Ver el mundo arder y pensar que ese incendio nada tiene que ver con uno es una filosofía de vida, casi un meme existencial. Funciona hasta que empiezan a replicarse las voces de advertencia, los llamados de atención y las preocupaciones por una guerra que, si bien no se libra con bombas y tanques, supone una pugna global inédita. Si se sigue sintiendo el conflicto lejano, quizás no sea culpa de la indiferencia, sino de la incomprensión. Con la guerra arancelaria declarada por Donald Trump puede pasar eso: el lobo está al acecho, pero no sabemos cómo.
Para la fecha de publicación de este artículo, habrán transcurrido diez días desde el momento en el cual el empresario-mandatario hizo pública una lista que incluía a países ricos y pobres en una sinfonía de disparidad, con pingüinos incluidos. En este tiempo, el mundo se ha movido entre los gobiernos que aceptan los aranceles a pesar de sus costos, los que buscan meterle una ligera patadita al monstruo con medidas un poco más frontales, y China, que parece ser el verdadero objetivo de los delirios de Trump. En este punto, Trump ha pausado por noventa días la medida para los países con los aranceles más elevados, pero recrudece las medidas contra la potencia asiática (el fin de semana ya veremos). El mercado bursátil también tiembla: se habla de dramáticas caídas, de recesión, de crisis…
Quienes nada saben de esos asuntos económicos no entienden qué es una acción, cómo es el día a día en una bolsa de valores, cómo se importan esos productos que ven en los anaqueles o cómo puede una simple decisión tomada en el Salón Oval de la Casa Blanca privarlo de algún bien esencial. Es altamente probable que hayan escuchado demasiadas veces la palabra "arancel" sin preguntarse alguna vez de qué va ese asunto. En medio de su escaso conocimiento, las redes y los medios solo refuerzan un mensaje: todos pagaremos el costo de esta inusual estrategia.
Entre los millones de mensajes que procuran leer el futuro se mezclan las voces de economistas, expertos en comercio exterior, autodidactas, opinadores de oficio, profetas del desastre y humoristas, entre otros. Entre tantas publicaciones, es muy fácil extraviarse, porque se indican las consecuencias, pero no se entienden las causas. Una búsqueda web arroja algunas explicaciones sobre la forma en que semejantes medidas harán nuestra vida más cara, podrían acabar con millones de empleos y tendrán impactos distintos según el país que cada quien habite. Sin embargo, las razones para encontrarnos ante este sinsentido, por más técnicas que sean, nunca serán suficientemente claras.
Nos pasa lo que suele ocurrir ante los desastres provocados por la intervención humana. Cuesta creer a veces que como especie seamos autores de tantas desgracias. Los problemas no vienen a nosotros, nosotros vamos por ellos. Tener el poder al final no es garantía para hacer las cosas bien. Aquí, por desgracia, equivocarse está libre de aranceles.
Rosa E. Pellegrino
* Dios Tuitero. [@diostuitero] (2025, 4 de abril). A partir de mañana, todos los que subáis al cielo deberéis pagarme un arancel del 34%. [Entrada]. X. https://x.com/diostuitero/status/1908119324662898963