Memorias de un escuálido en decadencia | Feria
Carajos que no leen y mandan a la gente a leer
¡A leer! ¡A leer! Hay que reconocerlo: a los chavistas les encanta una fiesta. ¡Carajo!, marchan y van contentos. Antes estaban arrechos porque no les iban a pagar el bono vacacional a los docentes y a la gente de la salud, y salían a reclamar su vaina con alegría. Ahora dijeron que se lo van a pagar, y los que estamos arrechos somos nosotros, la gente de la oposición, porque nos quitaron un motivo para seguir reclamando y, además, ver la posibilidad de que muchos chavistas se vengan, arrechos con el chavismo, a luchar con nosotros al lado del compañero Guaidó. Pero nada. Quedamos viendo la fúlgida luna del mes de agosto. Por ahora solo nos queda el oro que nos dieron en Inglaterra. Ojalá que no vayamos a cuidar esa vaina como cuidamos Monómeros, porque entonces sí es verdad que se acabó el pan de piquito. Van a pagar el bono vacacional y se fue, se fue, se fue, Iván Duque. Y nosotros quedamos huérfanos de poder en Colombia y huérfanos de argumentos para seguir jodiendo al chavismo.
Y ahora los carajos, a través de la Alcaldía de Caracas, montaron un Feria del Libro en el parque Los Caobos. Y están homenajeando a un escritor que se llama Armando José Sequera, un tipo que según dicen es el único escritor venezolano que vive de lo que escribe; tiene un libro que se llama Teresa, que lo ha leído medio mundo, menos nosotros que no nos interesa leer un carajo, sino llegar al poder. Y allá, a la Feria del Libro, se van todos los días a echar vaina y a bailar y a decir que leen, y nosotros esperando que el compañero James Story nos diga cómo va a ser la vaina de las elecciones: si vamos a las primarias o no vamos. Si seguimos con el interino o esperamos que nos nombre a Espoleta Allup como candidato a las elecciones en el 2024. Sabemos que a Espoleta Allup no lo quieren en el Gobierno de Estados Unidos por aquel informe que presentó el embajador aquel que se la pasaba regalando guantes y bates en los cerros, aquel William Brownfield, que dijo que lo bueno era que nos pusieran a pasar hambre para ver si así salíamos del dictador. Ese carajo escribió un informe donde dijo que Espoleta Allup era un pedante, un tipo insoportable y que con él no se podía llegar a nada. Una vaina más o menos así dijo.Tanta vaina dijo, que Espoleta Allup todavía anda arrecho con ese informe. Así que los chavistas andan de fiesta en fiesta y creando ferias y congresos y elecciones, porque esa es otra vaina, ahora están llamando a votar para “profundizar el liderazgo con las bases”, así dicen esos carajos, cuando todos sabemos que todo es superficial, que no profundizan en nada sino en la corrupción y en las complicidades, pero ya estamos cansados de decir esa paja y nadie nos cree.
“Vengo de la Feria del Libro de Caracas, y llegué a la conclusión de que estos chavistas siempre tienen vainas que inventar para vivir en una sola fiesta. Unos carajos que no leen y mandan a la gente a leer. Vainas locas. En cambio nosotros no hacemos un carajo para celebrar nada. Siempre arrechos con todo. Ahora quieren que le paguen el bono vacacional a Andrés Velásquez, porque dicen que ese hombre es un maestro de la derrota y hay que pagarle como docente”. Ese discurso se lo disparó el papá de Margot en la entrada del apartamento. Y una vez que terminó se fue directo al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro, que los vecinos gritaron: “¡Vete a buscar el avión a Argentina, muérgano!”.
-Escríbeme, aunque sea con borrones, escríbeme -me canta Margot.
Roberto Malaver