Letra invitada | Víspera celebra presencia

20/04/2025.- Víspera es un libro cribado por la memoria; en esa alquimia verbal se nos revelan espacios que contravienen el canon tradicional de lo que se conoce como elegía. Aparecen recuerdos solares que guardan distancia con el sol negro de la melancolía versada por Gerard de Nerval, padeciendo su viudez en la Torre Abolida; las hermosas elegías dolientes de Jorge Manrique, al padre, Lope de Vega, a su hijo Carlos Félix y más cerca a Julia Gay de José Agustín Goytisolo y Allen Ginsberg, a su madre Naomí, judía comunista. Esta elegía es un libro que habla, me dijo el autor.

Le agrego: celebra presencia, todo queda suspendido en el tiempo, una lágrima cuajada en el aire que aquí tomo como préstamo de mi maestro Alfredo Silva Estrada.

La víspera es diversa

Nadie se muere en la víspera, se le escucha a la doxa cuando vamos en la camioneta disfrutando o padeciendo la ciudad. Lógica que no falla, siempre en los ejemplos lo corroboramos. La víspera es diversa como sus caminos. Julio César no pudo evitar la fatalidad de los Idus de Marzo, y eso que en la víspera el mago se lo advirtió en las vísceras de las palomas. Ese día y a la hora justa se fue al Senado. En la víspera, Lorca disfrutaba el hospedaje del poeta Luis Rosales: el poeta de La Barraca, de poeta en Nueva York nunca pensó que el mejor lírico de España terminaría su gloria frente a un pelotón de fusilamiento.

En la víspera un hombre mira el mar Egeo, estatuas mutiladas, escucha rudos labriegos de faena. En la víspera Penélope tejía y destejía la fidelidad de su amor. En la víspera los pueblos padecen leyes amargas, esperan lo que habrá de ser. Una vuelta inversa al molinete de la historia.

Suceden cosas

Una breve digresión, en verdad, no me interesa la definición etimológica de la palabra víspera. Le quita belleza y misterio. En ese trance suceden cosas, la vida trae azares, necesidades, absurdos que concluyen en definitivas ausencias. Me agrada descubrirla con más precisión en los poemas de Federico Ruiz Tirado. En la víspera suceden cosas. La historia, el arte, la poesía nos dicen de semejanzas y contradicciones. Encuentros dominados por el azar maravilloso. La poesía no solamente es discurso que revela y devela, sino praxis humana, lo vemos en Vallejo y Bretón, San Juan de la Cruz y Lautremont. La víspera es finita como este universo que algún día fenecerá .

El poeta Ruiz Tirado nos refiere de la víspera desde la memoria. Espacio y tiempo quedan en él abolidos, como contrapuestos en el instante.

 

William Osuna


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