Batista espera concretar la clasificación de la Vinotinto al Mundial

El dirigente de la selección de mayores dio sus impresiones al medio argentino Insiders

El estratega gaucho busca hacer historia con la selección venezolana.

 

23/04/25.- El portal argentino Insiders, entrevistó al estratega Vinotinto, Fernando "Bocha" Batista, a pocas semanas de reanudarse las clasificatorias mundialistas, que a continuación ofrecemos acá.

La entrevista

¿Cómo tomás este momento? Tuviste un arranque fenomenal, una Copa América muy buena, y me dio la sensación de que el partido con Bolivia los marcó a futuro.

Arrancamos bárbaro. Hicimos una Copa América impresionante. Y después, el partido en la altura de Bolivia como que nos complicó. Pero no a mí —porque yo siempre le dije a mi cuerpo técnico que estuviéramos preparados—, sino al grupo, al entorno. La Eliminatoria es un torneo muy distinto: no son veinte partidos seguidos todas las semanas. Es un proceso que se extiende por tres años, jugás poco cada año, y eso hace que todas las selecciones tengan vaivenes. De la nada pueden recuperarse, como pasó con Paraguay o Bolivia.

Nuestro camino, si bien ilusiona, es un tanto extraño. Le empatamos a Argentina, Uruguay y Brasil... pero perdimos contra los rivales directos: Paraguay, Bolivia y Chile. Y si me preguntás, hoy, con el diario del lunes, te digo que hubiese preferido perder los tres que empatamos y ganar esos duelos clave. Eso fue lo que nos desvió de la ruta.

Y de esos tres partidos, el que más me dolió fue el de Paraguay. Porque con Bolivia, si bien perdimos 4 a 0, jugamos a 4.300 metros de altura. Es un partido que no resiste análisis: la pasamos muy mal, humanamente. Fue muy duro, muy feo. Pero contra Paraguay, hasta el minuto 68, ganábamos 1 a 0 y teníamos todo controlado. Cuando nos empatan, cometimos el error de ir a buscar más. Y perdimos 2 a 1 sobre la hora, de la manera en que no debíamos perder: de contragolpe. Mientras les dimos la pelota, fue un partido. Cuando nos desbocamos, lo pagamos. Y con Chile pasó algo parecido. También nos quedamos con las manos vacías.

Después de esa seguidilla, tuvimos que reiniciar todo desde lo futbolístico, pero más que nada desde lo anímico. A falta de seis partidos, centralizamos el objetivo en ganar los nueve puntos de local, por suerte ya conseguimos tres con Perú y ese triunfo nos volvió a posicionar en zona de repechaje.

Afortunadamente, somos esclavos de lo que generamos y eso hace que todos crean que después de ese inicio y de la Copa América íbamos a clasificar como Argentina y la verdad esto es muy parejo, salvo Argentina que está muy por encima del resto, los demás estamos todos en un mismo nivel.

Venezuela destacó en la Copa América Estados Unidos 2024

En el tiempo en el que estás en la conducción de la selección, y por lo que se desprende de tus palabras, ¿sientes que pusiste el fútbol en un lugar que no había tenido nunca en el país?

Lo siento así y la gente me lo hace saber. El otro día en un avión me pasó una situación muy particular, un señor mayor, me dijo: ‘Profe, lo que ustedes han logrado es espectacular. Yo soy amante del fútbol, pero usted sabe que acá es el tercero en la escala de interés deportivo detrás del béisbol y el básquet, y hoy en cada partido de la Selección ver el estadio lleno y que a la vez todos lleven la camiseta de la Vinotinto es un sueño, incluso cuando jugábamos con Argentina o Brasil muchos venían con esas camisetas y no con la nuestra. Hoy, gracias a ustedes, eso ya no pasa’. Te imaginarás el orgullo que me generó escuchar esas palabras. Hay más ilusión, también por tener dos cupos más. Lograr la clasificación al Mundial sería increíble.

¿Qué hiciste para que hoy en Venezuela esté por sobre Chile, Perú y Bolivia?

Al principio hice una nota, en el que me preguntaron sobre los rivales a los que teníamos que enfrentar para clasificar, y yo dije que el rival éramos nosotros mismos. Si vos me preguntas que modificamos para hoy estar tan cerca de lograr el objetivo, es convencer a todos que el rival que tenía Venezuela para lograrlo era el propio Venezuela, que no había que mirar para atrás, sino para adelante, mostrando que no somos mejores que nadie, pero tampoco peores y que estábamos en condiciones de competir de igual a igual con todos. Y tratar de mostrarles qué el futuro de Venezuela estaba en el arco de enfrente, porque a través de la historia quedó reflejado que el esperar y ver que pasaba no había dado resultados.

Salomón Rondón, ha sido el capitán y goleador en esta etapa.

Y a su vez, junto con el Presidente de la Federación que no nos hace faltar nada, buscamos profesionalizar un poco más a lo que tenían en el pasado. En cada fecha, en cada partido, yo personalmente me involucro en todos los detalles, hasta en las conexiones de vuelo de cada jugador. Cada detalle hace al todo y nosotros buscamos achicar el margen de error.

Sabemos que estamos ante una oportunidad histórica y eso se lo trasladamos a los jugadores. Modificamos hasta los entrenamientos, que nosotros veíamos que en el pasado eran muy lights, y logramos hacer que los entrenamientos sean al 100%. Nos focalizamos más en la calidad e intensidad que en la extensión, más vale corto e intenso que largo sin sentido.

¿Eso nace de tu idiosincrasia en Argentinos o por los jugadores que encontraste en Venezuela, que te obligaron a tomar esa postura o fortalecieron tu pensamiento?

Cuando dije que el futuro estaba en el arco de enfrente, se enfocaba en intentar cambiar la historia, no tiene tanto que ver ni mi pasado en juveniles de Argentinos Juniors ni siquiera tampoco por tener quizás una gran generación de jugadores. Por eso decidí presionar alto, para defender lo más lejos posible de nuestro arco, ya no quería esperar y debía convencerlos de que de esa manera lo podíamos hacer, que teníamos que cambiar. Venezuela nunca clasificó a un Mundial y para intentarlo había que modificar algo y ese era el primer cambio a hacer.

Obviamente, el partido después te marca porque con Argentina, Uruguay o Brasil se hace más difícil, pero con aquellos que competís por ese sueño, hacerlo y bien era altamente posible y así fue como nos convertimos en un equipo inteligente donde jamás se negocia la actitud. Todos deben contribuir para recuperar la pelota: hoy, salvo Leo (Messi), que es el único que se puede permitir caminar, los demás jugadores del mundo deben ser solidarios y nosotros no podemos darnos el lujo de dejar de correr y presionar.

La Vinotinto une la pasión de millones de venezolanos.

¿Qué te generó más placer en este camino?, ¿El empate en Brasil, el empate con Argentina o la Copa América?

En este recorrido lo que más placer me dio, no fue ni el empate con Argentina ni con Brasil de visitante, fue la Copa América. El haber ganado los tres partidos del grupo e irnos invictos fue algo especial, porque yo me conformaba con tener los 25 días de preparación con todo el plantel, y en ese periodo pudimos acumular muchos entrenamientos juntos, algo que no se puede hacer en el ciclo de Eliminatorias donde se juega y se descansa casi sin prácticas y yo ahí pude reforzar muchísimos conceptos. Los empates también, obvio, no solo por el resultado sino también por la forma.

Imaginando la final con Bolivia, creo que nos van a venir a esperar, que más allá de nuestra ventaja en la tabla no van a venir al golpe por golpe. Igual la respetamos mucho, pero estoy convencido de que el partido va a depender más de lo que hagamos nosotros, no solo desde lo futbolístico, sino también desde lo anímico y mental, por lo que te dije antes, porque Venezuela no está acostumbrado a jugar este tipo de partidos decisivos y las pocas veces que se le presentaron en el pasado falló.

Entonces deberemos hacer hincapié en la cabeza también, va a ser un partido muy psicológico en la previa, pero hay que ser muy inteligentes, porque si ganamos puede marcar muchísimo el tramo final. Y te vuelvo a decir: es más importante jugar contra Venezuela, mismo que contra Bolivia. Lo mejor que nos puede pasar es que dependemos de nosotros, y a falta de 4 partidos es mucho pensando en lo que fue la historia de Venezuela.

Así es el Bocha. Fernando Batista es un pibe de barrio, como vos, como yo. Alguien que tiene sueños, que proyecta su futuro, pero que no lo deja librado al azar. Lo construye día a día, entrenamiento a entrenamiento, partido a partido.

Logró algo enorme: convencer a un plantel que nunca estuvo ni cerca de clasificar a un Mundial. Y hoy, a falta de cuatro fechas, gracias al trabajo arduo que lleva adelante junto a su cuerpo técnico desde hace tres años, hizo que un país que casi no le prestaba atención al fútbol se encolumnara detrás de esta selección.

Ya no es solo el sueño del Bocha. Es el sueño de toda una nación. Porque Fernando los mentalizó a todos: a los de adentro y a los de afuera. En Venezuela, el sueño Batista se transformó en el sueño Mundial.

CIUDAD CCS


Noticias Relacionadas