28/11/22.- Este #25N en Caracas, Venezuela, volvimos a las calles, a las plazas, a las esquinas para denunciar las violencias machistas contra las mujeres, niñas y adolescentes. Con flores y mariposas, con colores morado, verde y naranja alzamos nuestras voces por las que ya no están, por las que están en situación de violencia, por ti, por mí, por todas en nuestra diversidad. 

Desde Tinta Violeta, en el marco de nuestro acompañamiento amoroso en Distrito Capital, Miranda y Lara, entre junio de 2021 y julio 2022, hemos acompañado a más de 257 mujeres, niñas, jóvenes y adultas, cuyos casos, en su mayoría, fueron por violencia psicológica, sexual y física. En el marco de este informe, próximo a publicarse, el 67 % de las mujeres colocaron la denuncia. Una verdad que nos llena de esperanza, pero hay que decirlo, denunciaron luego de recibir nuestro apoyo y acompañamiento, lo cual nos indica que aún es muy necesario que una mujer víctima y sobreviviente de violencia no se sienta sola; al no sentirse sola será capaz de romper el ciclo y denunciar. Sin embargo, este porcentaje también nos indica las condiciones de desprotección que sienten las mujeres, niñas y adolescentes frente al sistema de justicia, quienes en su mayoría siguen siendo objeto de revictimizaciones por parte de algunos órganos receptores de denuncia y, por supuesto, de los tribunales en nuestro país. 

Hoy, 62 años después de los femicidios contra las hermanas Mirabal durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana, podemos afirmar que el grito #NiUnaMenos sigue estando vigente, no solo en Venezuela, cuya violencia machista ha quitado la vida de 193 mujeres en lo que va de año, sino en toda la región latinoamericana. Hoy más que nunca denunciamos las violencias hacia nuestras vidas y cuerpos que se expresan a razón de un modelo neoliberal y patriarcal que pretende despojarnos de nuestras conquistas como mujeres y como pueblos. 

Hoy decimos: ¡No más! a los femicidios, a las violencias sexuales y al delito del aborto en nuestro país. Mientras nos indigna lo que ocurre con las mujeres en el Medio Oriente, que sí nos indigna, aquí mismo, en Venezuela, la criminalización del aborto es la tercera causa de mortalidad materna, es un problema de salud pública y, también, es violencia machista. 

Hoy denunciamos la violencia institucional en el sistema de Jñjusticia para las mujeres, quienes son constantemente ruleteadas, puestas en duda y estigmatizadas por una cultura que se niega a transformarse y constituirse en un mundo más humano y equitativo para todas y todos, pero seguiremos, juntas y hermanadas, insistiendo y resistiendo hasta vivir una vida libre de violencias. 

Laura Cano, Araña Feminista ,Tinta Violeta y Ruta Verde