Comentarios noticiables|Playa Girón, a 64 años de su gloriosa victoria
La primera derrota del imperialismo en América
26/04/2025.- La gran victoria que lograron las unidades de las milicias nacionales y las fuerzas revolucionarias cubanas contra los mercenarios contrarrevolucionarios en Playa Girón demostró que la abierta agresión del imperialismo norteamericano iba a recibir un rudo golpe del cual no se podría recobrar nunca. Los mercenarios cubanos sufrieron más de trescientas bajas y más de mil capturados. En desbandada, el resto trató de huir en varias embarcaciones en distintas direcciones por el terreno pantanoso de la Ciénaga de Zapata, aunque ninguna tendría escapatoria. Este hecho se conoce como la primera derrota de Estados Unidos (EE. UU.) en América.
Los 1200 mercenarios cubanos capturados —también llamados "gusanos"— actuaron en representación de la política subversiva anticubana de Estados Unidos. Este país, al proyectar sus planes de invasión a Cuba, no pudo desestimar los cambios operados en el continente americano y en el mundo entero, por lo que se vio obligado a hablar hipocráticamente de las necesidades de los latinoamericanos y a buscar métodos nuevos y más flexibles de política exterior para conservar sus posiciones. Algunos presidentes latinoamericanos aceptaron como viable el nuevo rumbo de la Casa Blanca, que aún no se ponía en marcha, pero todo esto se deterioró al aplicarse el programa de la Carta de Punta del Este (Uruguay) denominada "Alianza para el progreso", facilitado por el presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy. Esto aconteció solamente en el discurso, ya que no se pudo resolver la problemática de falta de techo, tierra, trabajo, salud y escuela.
Cuando los mercenarios cubanos quedaron aislados en la Ciénaga de Zapata el 19 de abril de 1961, en horas de la tarde y comienzo de la noche, se salvaron la Revolución cubana y los millones de habitantes de la isla. Las órdenes del comandante Fidel Castro fueron capturar vivos a los mercenarios que huían desesperadamente del ataque de la artillería miliciana. Gracias a este mandato, se salvó la gran mayoría, pues era muy probable que no quedara ninguno vivo.
Después de la fracasada invasión a Cuba, vale decir, Bahía de Cochinos, en Playa Larga y en Playa Girón, Kennedy no cesó de insistir en poner en práctica la teoría del desarrollismo, cuyos autores eran prestigiosos economistas de América Latina, encabezados por Raúl Prébisch. Él promovía los intereses de la burguesía nativa para asegurar el crecimiento de la economía de los países latinoamericanos con la ayuda de potencias extranjeras, provenientes de fuentes privadas y estatales. La nueva doctrina recibió el nombre de "revolución pacífica regulada", la cual debía contrarrestar el reto de las revoluciones de carácter socialista en el Hemisferio Occidental.
El carácter socialista de la Revolución cubana fue proclamado el 16 de abril de 1961 por el comandante Fidel Castro, durante el acto fúnebre de las víctimas de los bombardeos de la aviación contrarrevolucionaria a los aeropuertos —preludio de la invasión—, ocurrido el día anterior. Su discurso fue ejemplarizante y, para ese momento, crucial.
En Playa Girón, el 19 de abril de 1961, Fidel suscribió el último parte de guerra sesenta y cinco horas y media después de la invasión mercenaria, en el cual, entre otras cuestiones, informaba que "el enemigo ha sufrido una aplastante derrota. Una parte de los mercenarios trató de reembarcarse al extranjero en diversas unidades marítimas que fueron hundidas por las Fuerzas Armadas Rebeldes".
Semanas después de la victoria, los mercenarios capturados seguían recibiendo alimento y los heridos fueron curados y tratados con respeto, para luego ser llevados a La Habana y alojados en el hospital naval, que se encontraba en construcción.
En un intento de prestigiar el procedimiento activo de la libertad de expresión como derecho humano internacional, los prisioneros mercenarios cubanos de la llamada Brigada 2506 rindieron declaración con la que sometieron a un interrogatorio al comandante Fidel Castro, quien ejerció el derecho a réplica con respuestas convincentes y ajustadas al derecho internacional. La mayoría de los prisioneros pensaban que iban a ser condenados y castigados con la pena de muerte, pero fueron juzgados por el Tribunal Revolucionario. La penalidad consistió en la pérdida de la ciudadanía cubana. Las indemnizaciones a Cuba alcanzaban los 62 millones de dólares o, en su defecto, prisión de hasta un máximo de treinta años con trabajo físico obligatorio para todos los enjuiciados.
El presidente John F. Kennedy, el 20 de diciembre de 1962, solicitó al Royal Bank of Canadá la emisión de una irrevocable carta de crédito 8310 a favor del gobierno cubano por 56 millones 959 mil 247 dólares canadienses. Nueve días más tarde, los mercenarios cubanos de la Brigada 2506 llegaron a EE. UU. y fueron recibidos y agasajados por el presidente Kennedy.
La traición de la gusanera cubana, que contaba con el factor sorpresa y la protección de la Casa Blanca, desató las incalculables posibilidades del pueblo cubano, porque se enfrentó a una población armada, con ética y una ideología de acero.
J. J. Álvarez