Arte de leer | Cántese quien pueda

O el amanecer a la vida de José Delgado 

29/11/22.- Hablar de la realidad es algo extenso. Para empezar, cada persona tiene una visión del mundo y pudiera decirse que cada uno de nosotros tiene una forma distinta de percibir las cosas. Lo que nos hace común, dentro de este marco, son las necesidades. 

A este respecto, agua y alimento, energía que se traduce en el mantenimiento de nuestro cuerpo son cosas básicas, imprescindibles. Podemos decir que hay necesidades no creadas, ya que son inherentes a existencia biológica. Pero luego, a través del ingenio y la transformación de lo que nos rodea, surgen otras necesidades y, por lo tanto, hay un deseo diseñado y estructurado que, para muchos, más allá de lo fisiológico, puede constituir un estadio irremplazable:

SUBE LA INTENSIDAD

Cómo me gusta ver
todo lo que haces conmigo,
pones mi lengua a arder
para descubrir tus ríos.

Me encanta combinar
labios, cinturas y manos,
a punto de estallar
y hacerlo todo un pantano.

Parar de golpe así.
Respiro fuerte y me elevo.
Evito sucumbir
para comenzar de nuevo.

Me gusta saborear
tus pechos que se levantan
así, para pelear,
desnudos en mi garganta.

Disfruto contener
tu cuerpo que se derrite.
Me logras encender,
yo no quiero que te quites.

Sube la intensidad,
aumentan los latidos.
Mis ojos que se van
al son de tus gemidos.

Volviendo al asunto de la realidad, el verbo es otro elemento primordial, sobre todo en la comunicación con el otro. Hay quienes buscan darle diversas formas a ese conductor de ideas:

LA CALLE QUE SUBE

La calle que sube y se pierde en la niebla...
El agua que baja el ruedo le empapa
a un hombre que sube delgado y sereno.
La calle que sube y el agua que baja.

La calle que sube y se pierde en la niebla...
El agua que baja le moja
las patas a un perro que anda y a nadie le ladra.
La calle que sube y el agua que baja.

La calle que sube y se pierde en la niebla...
El agua que baja refleja la cara
de alguien que espera sentado en la acera,
sonriendo a la lluvia, como quien recuerda...
La calle que sube y el agua que baja...

José Delgado, junto a su voz, instrumento e ímpetu, dio melodía y pasión en la obra Cántese quien pueda, una antología de las letras de sus discos grabados que publicó la Fundación Editorial El perro y la rana. 

En este entonado cancionero de sentires, se desplaza la querencia y la fragancia del amor. Es que Delgado dispone en cada despertar un amanecer a la vida:

VEN AL MAR

Van al mar al tiempo de las olas
a nadar las penas y la hiel
y después que la tormenta ahoga,
se yergue y se corona un nuevo amanecer.

Voy al mar volando cual paloma
a mojar alas del corazón,
a rociar los montes y las lomas,
la vida que se asoma en cada rincón.

Veo el mar que no retiene nada,
todo pasa, todo anduvo por él,
veo noches, estrellas, madrugadas,
lunas emborrachadas y los soles también.

Ven al mar, que hoy todo sea alegría,
vengan vientos que soplen al revés.
Quién iba a pensar, quién lo diría,
que la tristeza mía se iba a desvanecer.

El factor humano es lo esencial en Cántese quien pueda, donde los versos son necesidad y realidad, un estilo de pensar en los demás y de conectarse con él siempre.

 

Ricardo Romero Romero | @ItacaNaufrago | artedeleer@yahoo.com

 

 

José Delgado (Caracas, 1980).
Músico, poeta, cantautor. Entre sus producciones discográficas están: A pedal y bomba (2010), Rueda libre (2012), Algo (0216), entre otras. Se define a sí mismo como cultivador de la canción-mensaje, incitando a la acción y agitando las ideas a través de los géneros musicales vinculados a lo tradicional venezolano, caribeño y universal. 

Delgado, J.  (2018).Cántese quien pueda.Cancionero.
Fundación Editorial El perro y la rana.

Edición digital. Descárgalo gratis: http://www.elperroylarana.gob.ve/cantese-quien-pueda/

Etiquetas: Fundación Editorial El perro y la rana, Ricardo Romero Romero, Arte de leer, José Delgado, Poesía Venezolana, A pedal y bomba

 


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