01/12/22.- Actualmente son comunes las compras por internet, especialmente las que se hacen por redes sociales directamente con el comerciante. Por lo general, son personas naturales, acordando los términos de la venta por un chat y pagando vía transferencias bancarias o pago móvil con entregas acordadas en su mayoría por servicios de encomienda o entregas domiciliarias.

Este tipo de negocios, aunque cada vez más frecuente, genera suspicacia al carecer de la seguridad que pueden ofrecer, por ejemplo, las transacciones bancarias electrónicas o las plataformas para compras en línea de grandes establecimientos comerciales.

Así incumplimientos o retrasos con la entrega; calidad del producto distinta a la ofertada, errores en tallas, colores, suelen ser comunes en estos casos, entre otras circunstancias que terminan no satisfaciendo las expectativas del consumidor, en ocasiones ilusoria por promociones engañosas que terminan siendo para el adquirente o usuario una pérdida de su dinero.

En estos casos no basta solo dejar comentarios negativos en la cuenta o procurar boicotearla, como si las redes sociales respondieran solo a sus normas o están desvinculadas del ordenamiento jurídico vigente del país.

Lo primero que hay que advertir en estos casos es la previsión de verificar antes con quienes hacemos negocios y las garantías que nos ofrecen. Es muy fácil estafar por estas vías, especialmente por la red social Instagram.

Una forma de hacerlo es verificando la cédula que se indica en los datos para el pago electrónico, esto se puede hacer por el portal del CNE, y corroborar que el titular de la cédula es con quien estamos vinculando, esto nos servirá también poder acreditar el pago a la persona correcta.

También existe un registro único de personas que desarrollan actividades económicas (Rupdae) que lleva la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), que establece la ley orgánica de precios justos y que es un registro indispensable para realizar actividades económicas y comerciales en el país.

Todas ellas nos permiten hacer un perfil del comerciante que nos acerque a un grado de confianza óptimo, además de la verificación y análisis del perfil de la cuenta en red social.

También es importante saber cuáles son los derechos que tenemos como ciudadanos en circunstancias como estas y ellos están enunciados en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Precios Justos.

Aunque su nombre aluda a un tema solo de fijación y control de precios, en ella también se señala la defensa, protección y salvaguarda de los derechos de las personas en el acceso a los bienes y servicios para satisfacer sus necesidades.

Ahí se plantean procedimientos administrativos a través de los cuales los interesados pueden conducir sus reclamos, así como establecer responsabilidades civiles, administrativas y penales.

Los tiempos modernos demandan nuevas y quizás formas más expeditas de hacer las cosas; sin embargo, siempre debe prevalecer el poder del Estado y sus instituciones.

Carlos Manrrique