12/12/22.- Al referirnos a la seguridad energética, hacemos referencia a la garantía de suministro de fuentes de energía, sean estas de origen fósil o renovable, que permitan garantizar y satisfacer la demanda del consumo del sector privado o público de la sociedad. Es decir, la seguridad energética de un país es garantía de la continuidad de su desarrollo económico y social.

También la seguridad energética se ha vinculado a determinados efectos del cambio climático, y esto ha cobrado especial relevancia desde finales de 2021; en 2022, con el conflicto en Ucrania; y ahora para 2023, con especial incidencia para adoptar decisiones de política e impactos en la comunidad internacional.

Durante 2021, se adoptaron medidas asociadas a prohibir las inversiones en el sector de los hidrocarburos (nuevas exploraciones e infraestructura), se modificó la modalidad de los contratos de gas en Europa para realizar compras ocasionales a Rusia, y con ello brindar mayor protagonismo a las energías renovables; y unos de los principales resultados de la aceleración de la transición energética, fue la primera crisis del gas.

En 2022 inició formalmente el conflicto entre Rusia y Ucrania, fundamentado en la inseguridad, desconfianza y desafío de EE. UU ante este nuevo orden multipolar emergente, donde la necesidad de impulsar mayores niveles de competitividad y nuevos mercados comerciales para posicionar sus productos, como el gas, fueron los ingredientes para adoptar de manera conjunta con la Unión Europea (UE) medidas restrictivas contra el petróleo ruso, y con ello, fortalecer su rol en la comunidad internacional.

Sin embargo, así como algunos actores se reposicionaron en el sector energético, estas medidas restrictivas y sancionatorias a uno de los principales productores de petróleo y gas como es Rusia, también generaron inseguridad energética en las naciones europeas, cambios en las cadenas de suministro y, con ello, afectación e incertidumbre sobre su propio crecimiento económico. Por ello, no solo las principales agencias energéticas manifestaron ahora, la característica mixta de la matriz energética, sino que la COP 27 fue el escenario para la discusión de estas contracciones.

Bloomberg señaló recientemente en uno de sus artículos, que la seguridad energética junto al cambio climático serán unas de las prioridades globales de 2023, y uno de los ejemplos que se destacan, es la reestructuración de la empresa estatal de Japón a una "Organización Japonesa para la Seguridad de los Metales y la Energía", donde la crisis energética actual, está obligando a los gobiernos para que vuelvan a pensar en sus prioridades.

El 5 de diciembre inició la implementación de la medida sancionatoria de la UE para prohibir el transporte marítimo del crudo ruso y, en ese contexto, se adoptó el tope de precios al crudo ruso fijandolo por ahora en 60 dólares para los países miembros del G7, UE y Australia; y en el marco de las reacciones del mercado:

• EE. UU. y Reino Unido avanzaron en la conformación de la “Asociación de Asequibilidad y Seguridad Energética”, con la cual buscarán reducir la dependencia global de las exportaciones de energía rusa.

• Durante la reunión del Consejo Económico Euroasiático del 9 de diciembre, el presidente ruso Vladimir Putin planteó el apoyo para la creación de una agencia de coordinación para el suministro de recursos energéticos a las economías de la Unión Económica Euroasiática (UEEA), conformada por un consejo de jefes de agencias autorizadas de los Estados de la UEEA en la esfera energética.

• En el marco de la visita del presindente Xi jinping al Reino de Arabia Saudita, para el desarrollo de la Cumbre China - Consejo de Cooperación del Golfo, el presidente chino instó a los países del Golfo a aprovechar la Bolsa de Petróleo y Gas de Shanghái para cerrar acuerdos energéticos en yuanes; y

• Al término de la cumbre saudí-china, celebrada en paralelo a la de países del Consejo de Cooperación del Golfo, adoptaron una declaración conjunta con el estableciento de una Asociación Estratégica Integral, donde hacen referencia al volumen del comercio de petróleo entre los dos países y los buenos cimientos de la cooperación.

La semana ha generado importantes reacciones, de las cuales, algunas están en pleno estudio como la rusa, que rechaza el tope de precios como una medida contraria a la libertad del comercio y ha indicado que está evaluando tres opciones para sancionar a aquellos que adopten este mecanismo que finalmente impactará en la geopolítica de la energía, locual agrava, tal como señala el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, los problemas de "pobreza energética".

En este escenario, la Agencia Internacional de Energía advierte que estamos “viviendo una crisis energética global de una profundidad y complejidad sin precedentes" y que "no hay vuelta atrás a como eran las cosas", por lo que en este contexto, vale la pena reflexionar, sobre cómo será el manejo de la diplomacia coercitiva estadounidense en el sector de la energía para 2023, principalmente sobre los países productores de petróleo, entendiendo que Venezuela sigue representando un importante actor geoestratégico y petrolero global.

Orelys Castillo