Araña feminista | 12 años no es suficiente
Hace 12 años casi ninguna de las arañas había publicado en prensa
12/12/22.- Todos los diciembres en La Araña recordamos nuestra primera publicación en la prensa, tanto como recordamos que somos parte de una historia y de una vieja alianza entre el periodismo y los feminismos.
El feminismo en general y, muy especialmente el venezolano, está ligado históricamente al ejercicio del periodismo. La alianza entre periodismo y militancia feminista ha sido determinante en muchas oportunidades. Publicaciones como la Revista Nos Otras, publicación que salió a la calle en abril de 1927 bajo la dirección de Luisa Martínez o la página Cultura de Mujer dirigida por la periodista Carmen Clemente Travieso en la década de los 40, fueron fundamentales en las luchas y conquistas de derechos tan básicos para las mujeres como el de tener una dirección propia o fundamentales como el derecho de elegir y ser elegida (derecho al voto, conquistado parcialmente en el 45 y completo en el 47).
Por otro lado, la escritura se ha presentado como un espacio de escape y de construcción de autonomía intelectual y económica para las mujeres, como bien señala la compañera Niyiré Baptista, mujeres como Concepción Acevedo de T (primera venezolana en dirigir un periódico en nuestro país, Brisas del Orinoco) es una prueba de esto.
La Araña Feminista Opina, como desde la organización llamamos esta columna, nace consciente de toda esta herencia y sentimos orgullo de ser parte de este largo linaje de militantes feministas que asumieron la palabra escrita como una herramienta de lucha desde hace 12 años.
Nuestra historia en la prensa venezolana empieza con la llamada de una aliada, Mercedes Chacín, quien nos pregunta cómo vemos el tener una columna semanal. Ya para ese momento también habíamos recibido una llamada similar de Vanesa Davis, ofreciendo una página en el Correo del Orinoco. Sin mucho pensarlo y con la filosofía de “en el camino se enderezan las cargas” desde la red dijimos que sí, y desde entonces ha sido un camino de permanente crecimiento.
Hace 12 años casi ninguna de las arañas había publicado en prensa, trabajado en un periódico o siquiera recibido un entrenamiento mínimo. Algunas teníamos algunas nociones teóricas de cómo debía ser una columna. Pero todas teníamos claro que la oportunidad de difundir en una plataforma como esta era una oportunidad invalorable para el movimiento.
No nos equivocamos. En estos años hemos sabido de compañeras en las regiones que semana a semana discuten nuestra columna, de programas de radio que usan la columna y de personas que las coleccionan. Para muches, la columna es una referencia del andar del movimiento en Venezuela, tanto como un sitio donde buscar esos temas de los que no se habla.
Nuestra columna es un desafío permanente. En estos 12 años hemos mantenido como principio editorial ser un espacio para los feminismos venezolanos, tanto los que hacemos vida en la Red de Colectivos La Araña Feminista, como los de las organizaciones aliadas. Es así, que con diferentes metodologías a través de los años, mes a mes levantamos un plan editorial de forma colaborativa, llamando a la mayor cantidad de autoras posibles, invitándolas a traer sus temas y reflexiones, tanto como las de sus organizaciones y territorios.
En este andar de poco más de 3.000 caracteres semanales hemos palpado la importancia de la alianza entre medios de comunicación y movimiento. Magdalena Valdivieso en su curso "Intersecciones entre poder, liderazgo y feminismos", señalaba cómo los medios de comunicación y su toma de conciencia y partido en temas como el aborto, la violencia basada en género y los derechos humanos de las mujeres y genero-diversidad son determinantes en lograr las transformaciones.
Las compañeras infiltradas en los medios de comunicación, como me gusta llamarlas, son las que garantizan espacios como este, tanto como que nuestra agenda esté en la pauta; sin su compañía silenciosa y consecuente, las luchas serían aún más dura, a ellas y elles, gracias, no les nombro para no delatarles.
Alejandra Laprea