15/12/22.- Diciembre ha entrado con el impulso de su siempre envolvente sensación de fiesta, con la cercanía navideña, los campeonatos deportivos, el retorno escolar (por pocas semanas), y solo con todo esto es ya bastante para estar pendientes (además de la sombra  del coronavirus dando vueltas al recordarnos que sigue mutando y con ello trayendo contagios posibles).

La escuela tiene pocas semanas para lograr nuevamente la camaradería, los lazos por el reencuentro, el asumir el ritmo en términos de colectivo. Y se abren las puertas a un 2023 con muchas aspiraciones en mente.

En medio de estos sentimientos encontrados, revisamos los libros que hemos traído de esos días de camaradería, reencuentros y sorpresas, que fueron los vividos en Caracas con la Filven de este 2022, y entre ellos está la antología del Catire Hernández, o con más precisión: la reunión de la obra poética del Catire Hernández de Mérida, reunida en un libro de Monte Ávila, titulado: Aquí termina y aquí empieza una historia de amor. Todo un banquete.

Ha sido un placer inmenso reencontrarnos en él con un montón de poemas que habíamos leído mucho tiempo atrás y otros, que nos resultan una novedad, y se suscriben sin embargo a esa locura del Catire, que cuenta y poetisa al mismo tiempo, y da un trasfondo de mito y de humor a todo lo que escribe.

Me hizo recordar la primera vez que me atreví a viajar “en cola”, con amigos, desde la salida del puente sobre el lago de Maracaibo hasta la mismísima Mérida, solo porque quería de verdad-verdad vivir una aventura como esa, y entre cosa (como ir a visitar al titiritero Javier Villafañe en su casa) conocer el Pico Bolívar, y experimentar esa sensación de libertad y sorpresa al lado de un grupo de mis contemporáneos, descubriendo un paisaje que desconocía del todo, y en la lista estaba conocer al poeta que había escrito ese bello librito llamado: Mi abuelo primaveral y sudoroso.

Me alegra, pues, y aplaudo a mares el que se publicara la antología de Enrique Hernández de Jesús, titulada: Aquí termina y aquí empieza una historia de amor, que contiene ese montón de poemarios que el Catire ha escrito, y eso está en ediciones o colección Altazor, que es de las más prestigiadas, y allí releo:  Mi abuelo primaveral y sudoroso, y Sagrada familia, y los Poemas de Venus García, y Muerto de risa, y un montón de poemarios más, muy del lenguaje del Catire. Y escribo todo esto para decirles, que no pueden perderse este libro, lleno de humor y ternura, de travesura y sentido del vivir, como es propio de ese amigo gran poeta, que es el Catire Enrique Hernández de Jesús. Así que vayan a buscarlo a las librerías del Sur antes de que se agote. He dicho.

Laura Antillano