Xin chào | Despertó el inca Atahualpa

En rechazo al golpe parlamentario de Dina Boluarte

España adquiría realidad como nación alzando espadas, cuyas empuñaduras dibujaban el signo de la cruz.

Eduardo Galeano

16/12/22.- Hermoso, lleno de energía ancestral, el Machu Picchu (S-XV) recuerda la inmensa sabiduría tawantisay o inca, el imperio más grande del sur de la Abya Yala, que aún muestra la extraordinaria hechura de lo que fue capaz una civilización, creativa y a la vez guerrera, que, desde Perú, se abrió paso hacia Bolivia, Ecuador, el sur de Colombia, además, de cara a la Patagonia.

Asentada sobre “un mar” de oro y plata, una tierra bendita, Manco Cápac y su compañera Mama Ocllo, clavaron el bastón dorado por designio de Inti (el dios Sol), para marcar la tierra prometida, luego llamada el Cuzco, según la leyenda de quienes construyeron la ciudadela, bajo el mando de Pachacuteq, el primer inca.

Se trata pues, de la misma bravura ancestral que hoy recorre caminos, calles y avenidas de todo el  Perú, en rechazo al golpe parlamentario de Dina Boluarte, si echamos un vistazo a lo que nos relata la historiografía sobre los descendientes de Pachacuteq y los otros 14 incas, que levantaron el Imperio del Sol, y sobre la resistencia del inca Atahualpa, quien enfrentó a los bucaneros españoles, encabezados por Francisco Pizarro y Diego de Almagro, asesinos de Atahualpa, el último inca, quien fue martirizado en la silla del garrote vil.

Maldición dorada
Enloquecidos ante tanto oro y plata, los mismos depredadores españoles se masacraron entre sí, incluyendo el linchamiento del mismo Pizarro por parte de su hombre de confianza, Diego de Almagro, quien más tarde probó la misma medicina, ajusticiado por sus delincuentes de armaduras y espadas.

Ese triste capítulo de interinas masacres en el imperio del Sol, producto de la borrachera de riqueza áurea, pareciera vigente, a seis siglos del asesinato del inca Atahualpa, si vemos hoy la rebatiña por los trozos dorados que le sobraron a Fujimori o los baúles de dólares que Odebrecht dispensó al aprista Alan García, gobernante entre:1985-1990 y 2006-2011, que luego se pegó un tiro en 2019, al enterarse que compartiría con Fujimori la exquisita prisión sin barrotes, de Barbadillo, en el barrio limeño de Ate.   

La crisis de gobernanza, después de Fujimori, muestra una lista de ocho presidentes, incluyendo a Pedro Castillo, depuesto (por ahora) por el golpe parlamentario de Dina Boluarte. Esa lista que retrata la locura por meterle mano a la riqueza del pobre país incaico, recuerda a Valentín Paniagua (2000-2001); Alejandro Toledo (2001-2006); Alan García (1985-1990/2006-2011); Ollanta Humala (2011-2016); Pedro Pablo Kuezyki (2016-2018); Martín Vizcarra (2018-2020); Manuel Merino (5 días en 2020); Francisco Sagasti (2020-2021) y Pedro Castillo, desde el 28 julio de 2021, hasta el suspenso de hoy, cuando millones de peruanos exigen su presencia en el Palacio de Gobierno.

El Plan Inca de Velasco Alvarado
El 3 de octubre de 1968, el general Juan Velasco Alvarado, intentó torcer el drama que transitaba la patria del filósofo marxista José Carlos Mariátegui (1894-1930), bajo la bandera de lo que llamó el Plan Inca al calor del grito: "¡Campesino, el patrón ya no comerá más de tu pobreza!". 

Tras derrocar a Belaúnde Terry, el militar de 67 años, nacido en Piura, de inmediato nacionalizó las industrias básicas petroleras, de minería en general, las pesqueras y conformó industrias estadales, además de expropiar medios de comunicación, como periódicos, radioemisoras y televisoras, para ponerlos al servicio de la movilización nacional y las reformas, destacando la reforma agraria, anunciada el 24 de junio de 1969. Se trató de una reforma que puso fin al poderío de la burguesía terrateniente y al latifundismo.

En esa dirección, el nuevo gobierno ensayó diversas modalidades de cooperativas agrarias y empresas de propiedad social para manejar los conflictos de tierra. Pero, el proyecto llegó a triste término siete años después, producto de una conspiración maquinada por el comandante general del ejército Francisco Morales Bermúdez, quien prometió acabar con el personalismo del presidente Alvarado, para finalmente terminar reivindicando a Belaúnde Terry.

Sostiene José Manuel Briceño Guerrero, (Europa y América en el pensar mantuano), que “América es el resultado de la expansión de Europa y nosotros somos europeos americanos”, algo similar a lo que afirmara recientemente el presidente argentino Alberto Fernández, cuando asentó que ellos eran desciendientes de europeos, es decir, que los mapuches abrían arribado del viejo continente, e igualmente los incas que habitaron tierras argentinas.  

 

Fuentes:
- Galeano, Eduardo. (1970). Las venas abiertas de América Latina. MSiglo XXI Editores, México.
- Halperin Donghi, Tulio. (1972). Historia contemporánea de América Latina, Editorial Alianza.
- Briceño Guerrero, José Manuel. (1981). Europa y América en el pensar mantuano. Monte Ávila Editores.

 

Ángel Miguel Bastidas G.


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