Parroquia adentro | El cañonazo de Año Nuevo

Una tradición venezolana

21/12/22.- Recibir “El cañonazo”, sinónimo de despedir al año viejo y darle la bienvenida al nuevo, ha sido parte de la cultura de al menos, cinco generaciones.

Esta vieja costumbre data, según Aquiles Nazoa, desde 1871, cuando en el Cuartel San Carlos de Caracas, fue instalado un viejo cañón que cada 31 de diciembre, al terminar la última campanada de la Catedral, a la media noche, disparaban tres salvas. Este estruendo podía escucharse en la Plaza Bolívar, donde tradicionalmente muchos citadinos concurrían a celebrar la llegada del nuevo año, “echando un pie” al ritmo de las populares orquestas de la época. 

Por alguna razón, este cañón fue apodado por los caraqueños de la época como La Cochina, La Verraca o La Casaca. Cuenta el cronista García de La Concha, que los vecinos del Cuartel, luego de darse el feliz año, acudían a visitar a La Cochina, para ver, oler y tocar la aún caliente caña y hacer preguntas sobre la historia y funcionamiento del viejo armamento.

Se sabe que en 1910, una vez construida la Escuela Militar de La Planicie, hoy Cuartel de la Montaña, se instalaron dos cañones usados, los cuales dejarían en el olvido a La Cochina del San Carlos. 

A través del tiempo, se observó que en los principales cuarteles del país adoptaron la práctica de disparar salvas; siendo así que esta tradición se extendió en todo el territorio nacional. 

Esta costumbre también se convirtió en tema de algunos aguinaldos y gaitas, tales como El cañonazo por Maracaibo 15, Fuego al cañón interpretado por Los Tocusitos, o El cañonazo en la voz de Tomas Collins de la agrupación Son Marabino.

A la fecha, el característico sonido de explosión ha sido sustituido por los juegos pirotécnicos que desde principios de diciembre hasta entrado el mes de enero, alteran la paz habitual de la época decembrina.

En nuestra historia reciente, “recibir el cañonazo en casa” implicaba tener la radio sintonizando la clásica programación especial. Radio Rumbos, YVKE Mundial y Radio Tiempo, entre algunas de las emisoras más populares, iban avisando los minutos remanentes para llegar a la medianoche. “Faltan 5 para las doce”, comentaba el locutor con voz apoteósica, para luego todos cantar los últimos segundos “¡3, 2, 1; Feliz Año!” escuchándose de inmediato las notas del Himno Nacional. En seguida, no podían faltar la batería de canciones representativas como las eran El Año Viejo de Crescencio Salcedo; Año Nuevo, vida nueva, interpretada por La Billo's Caracas Boys; Son mis deseos de Cardenales del Éxito, y Amigo, entonada por Betulio Medina. 

Mientras la música sonaba, venía el abrazo con lágrimas por los ausentes, risas por los proyectos alcanzados, la bendición de los abuelos, padres y tíos; el perdón de los enemistados, el intenso beso al ser amado, el dulce abrazo a los chiquitos y las gracias a Dios por estar unidos.  


¿Y tú? ¿Dónde vas a recibir el cañonazo?

Parroquia Adentro:
Gabriel Torrealba Sanoja
Julio González Chacín †
parroquiadentro@gmail.com


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