Historia viva | Quinteto Contrapunto: Un regalo de Navidad
Su historia...
28/12/22.- Yo digo que una manera es musicalmente y una forma muy especial es entregando canciones de una de las agrupaciones corales venezolanas más excelsas de la historia musical contemporánea de Venezuela: el Quinteto Contrapunto.
Para hablar de la historia del Quinteto Contrapunto hay que analizarlo desde dos ángulos: primero la sensibilidad artística de sus intérpretes y arreglista, pero también del legado que les dio quien fuera su mentor: el maestro Vicente Emilio Sojo.
Contrapunto fue constituido en 1962 con el alma inspiradora del músico margariteño Rafael Suárez, su director y arreglista, quien trajo desde Italia, donde estudiaba, un proyecto para dos voces que luego se amplió a cinco voces con Jesús Sevillano, Rafael Suárez, Morella Muñoz, Aída Navarro y Domingo Mendoza en la primera temporada. Su repertorio fue constituido de música popular venezolana escogida del amplio mapa cultural venezolano.
La casualidad hizo encontrar al margariteño Rafael Suárez y a Domingo Mendoza en la Academia de Santa Cecilia en Roma a finales de los años 50. Mendoza un exintegrante del Orfeón Universitario de la UCV. Desde entonces, estos entrañables amigos músicos soñaron lo que luego al regresar a Venezuela, se hizo realidad. De esta manera, planearon presentaciones exitosas a lo largo y ancho del país hasta que la disquera Polydor grabó su primer disco en 1962.
Luego vino una segunda grabación también de canciones populares, era sin dudar un coro de perfiles académicos de altísima calidad por la polifonía y armonías de sus intérpretes logradas a través de los arreglos de Rafael "Fucho" Suárez.
Ya con fama nacional por su virtuosismo y proyección radiofónica grabaron en 1965 un tercer álbum solo de aguinaldos, muchos de ellos recopilaciones del maestro Vicente Emilio Sojo. Algunos de esos aguinaldos fueron traídos a la popularidad nacional e internacional por Quinteto Contrapunto, luego de que el maestro Sojo en los años 30 y 40 hiciera los trabajos de campo e investigaciones “arqueológicas” musicales, donde recuperó repertorios de música navideña del siglo XIX. Sojo armonizó obras de autores venezolanos olvidados como Rafael Izaza, Ricardo Pérez, Rogerio Caravallo, que Quinteto Contrapunto ofreció al público venezolano y latinoamericano, desde la misma originalidad ingenua de sus autores y lejos de complicaciones armónicas.
Los más significativos éxitos de Quinteto Contrapunto vinieron de sus propios recorridos por el país musical navideño venezolano, como ocurrió con el músico popular guayanés Alejandro Vargas creador de los aguinaldos Casta paloma, La barca de oro; del inolvidable Luis Mariano Rivero con La pascua es hermosa o La estrella de Nazareth de Eduardo Plaza. Al grupo se integró Marina Auristela Guanche ante la salida de Aida Navarro por razones personales.
Luego la cuarta producción los reúne de nuevo en 1966 para interpretar piezas musicales que constituyeron novedades sobre el tratamiento interpretativo de las agrupaciones corales de entonces y que con Quinteto Contrapunto se popularizaron ampliamente. Obras como Maremare, María Tolete, La bella del Tamunangue, Carnaval llanero, Diversión margariteña, La chaparrita, todas del cancionero popular anónimo y las de autores como El campo está florido de Telesforo Jaimes o La caldereta de Francisco Lagonell.
La última producción que realizó la agrupación bajo la dirección de Rafael Suárez fue el álbum titulado Música popular y folclórica, realizado en 1970. Esta producción fue editada por la empresa Vida Records, algunos críticos han señalado que la calidad interpretativa se mantuvo mas no así la calidad de la grabación. Allí se integró Otilia Rodríguez, quien ocupó el lugar de Morella Muñoz, para hacer la voz de mezzosoprano. Otilia fue reconocida por sus actuaciones vocales en el Show de Renny durante los años 60, fue cantante de la agrupación musical Los Pájaros y aún es parte del Quinteto Contrapunto.
La súbita muerte de Rafael Suárez en 1971 fue un duro golpe para la agrupación coral Quinteto Contrapunto, el liderazgo de su dirección era el punto de encuentro para quienes la integraban, pero la enfermedad renal de Suárez lo obligó a alejarse de las actividades musicales y falleció en su propia tierra cerca de quienes le dieron vida inicial.
Quinteto Contrapunto se convirtió en leyenda e inspiración para otras agrupaciones corales, su saga fue continuada por Jesús Sevillano, su tenor; Marina Auristela Guanche, y Otilia Rodriguez, quienes acompañados por nuevas voces continúan cantando. El genio musical de Rafael Suárez le dio origen y como lo señala una nota de la Fundación Vicente Emilio Sojo: Fucho Suárez fue el inmenso arreglista, eterno, de esa agrupación en la que estuvieron algunas de las mejores voces venezolanas del siglo XX.
Aldemaro Barrios Romero |
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