Estoy almado | La palabra del 2022

"Inteligencia artificial"

07/01/23.- La Real Academia Española eligió “inteligencia artificial” como la palabra del 2022. Además de que son dos palabras en vez de una, sorprende que la RAE anuncie esta decisión como el nuevo descubrimiento del siglo XXI, sobre todo por el publicitado ChatGPT. Sin ánimos de aguar la fiesta, desde hace un lustro existen al menos seis softwares similares para producir textos en forma de supuesta respuesta lógica, que en el fondo son falacias automatizadas, pero efectivas para vender la idea de que escribir es más fácil que pelar mandarina. 

Y no hablo de los viejos chatbots de las tiendas electrónicas y empresas que venden servicios y productos en la web. Me refiero a los miles de negocios virtuales y páginas web (incluyendo medios seriesísimos) que hoy usan millones de textos de inteligencia artificial para vender sus servicios y productos. Esto abarca “noticias utilitarias”, posicionamiento de seudogurús de salud y bienestar, falsos líderes de coaching, creación de presuntas nuevas religiones, semilumbreras antisistemas y casi todo lo que se pueda empaquetar como marketing de contenido.

La verdad, la inteligencia artificial para la creación de textos no es un nuevo descubrimiento, solo que algunos tardan en recibir estas buenas nuevas, muchas veces diluidas en una infocracia que omite información valiosa para verdaderamente pensar y decidir. 

En su rubro, ChatGPT es uno más del montón. Sus promotores lo saben, pero aplicaron una megaoperación publicitaria para captar la atención de las audiencias. Hoy las acciones ChatGPT valen $29.000.000.Antes de su anuncio, no valía ni el 15% de ese costo. Misión cumplida para sus promotores, ahora tienen un colchón para capear el temporal de la recesión global que se avecina, mientras los mortales comunes creen que nació una innovación tecnológica.

Que no se malinterprete, ChatGPT o cualquiera sistema de inteligencia artificial es una herramienta útil para empresas, gobiernos y usuarios en el procesamiento y producción de textos básicos.

Pero de ahí a que reemplazará el oficio de escribir, es un paso bastante lejano. Y lo es básicamente porque el pensamiento crítico, el uso adecuado del contexto y el análisis de los fenómenos sociales no pueden encasillarse a un patrón de un algoritmo. La inteligencia artificial ni es consciente ni es sintiente. Es un mero replicador del lenguaje escrito, sobreestimado, que no produce conocimiento ni decodifica la realidad y el complejo mundo.

Pablo Haya, profesor de big data y ciencia de datos de la Universidad Autónoma de Madrid, dijo a la agencia científica Sinc lo siguiente sobre el ChatGPT: “El ChatGPT no entiende nada, solo aplica un proceso en el que, dada una frase, encuentra la siguiente palabra. Busca relaciones entre palabras, pero no comprende el significado de las palabras (...) La máquina solo emula el lenguaje humano”. 

Lo lamentable será el mal uso de la inteligencia artificial. Los profesores de esta era digital deben aplicar nuevas metodologías para evaluar el verdadero nivel de aprendizaje de los estudiantes que entregan cualquier tarea escrita. Porque, a decir verdad, este ChatGPT viene a ser una máquina que provee sofismas ultrasofisticados que en el texto tienen apariencia de verdad o sentido común. 

Por su parte, los creadores de contenidos han descubierto una nueva forma de potenciar las fake news. El profesor Haya dice que “tecnologías como el ChatGPT son máquinas de generar desinformación”. En España ya sucedió que un usuario en Twitter publicó una falsa columna de Mariano Rajoy sobre el Mundial de Qatar. Con el ChatGPT replicaron en la columna parte del discurso político del expresidente del Gobierno español. Todavía la televisora Antena 3 debate la infame columna sobre la base de que es cierta. 

Así las cosas, la verdad y el conocimiento se enfrentan a espejismos donde prima la emoción por encima de la razón. Cada vez se hace más difícil que el mundo se entienda desde lo humano y no desde el cepo del capitalismo tecnológico.

Solo así se entiende que la inteligencia artificial es la palabra del 2022, superando a otras palabras candidatas como diversidad, ecocidio o inflación. Quién sabe, tal vez la decisión en la RAE fue tomada por una inteligencia artificial. 

Manuel Palma


Noticias Relacionadas