Cívicamente | ¡Aguantar la pela!

Que no baste solo padecer los efectos, tenemos también que entender las causas

12/01/23.- ¡Aguantar la pela! Fue una expresión usada por un señor, adulto mayor, con el que coincidí recientemente en la cola para la caja de un supermercado. Expresión que usó con ocasión al alto costo de los productos y artículos que comúnmente requerimos de esos establecimientos.

Pero esa expresión, además de hacer gala de nuestro coloquialismo patrio, me pareció muy sabia y pertinente. “Aguantar la pela”, algo así como resistir para vencer, así la internalicé. No sé con cuál intensión me la dijo el señor.

Y es que el ataque económico que ha recibido nuestro país no ha sido poca cosa y entre todas las consecuencias negativas que nos ha dejado ha sido la merma progresiva del poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras, especialmente de los que dependen de nóminas del sector público.

Ante estas circunstancias, lo que rápidamente se infiere es que se corrijan los salarios de manera que puedan hacer frente a la situación, pero el tema es cómo honrarlo luego, si el ataque económico ha perturbado la balanza comercial del país y, principalmente, su primera actividad que es la petrolera, donde se soportan la mayoría de los compromisos del Estado venezolanos con sus ciudadanos.

Entender esto no nos apartará de la cruel realidad, tampoco por ello vamos a obtener cupones de descuentos a la hora de comprar alimento y artículos de primera necesidad, pero sí nos da entereza y buen juicio para llevar la situación.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su primer artículo dice que son derechos irrenunciables de la nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional.

Con todas las medidas coercitivas unilaterales del Gobierno de los EE. UU. en contra del país pretenden castigarnos por ejercer y no renunciar a esos derechos, por ser fieles a la doctrina de Simón Bolívar y, por ende, consecuentes con el proyecto político que trajo, para finales del siglo XX y los venideros, Hugo Chávez.

Es necesario resistir para vencer, “aguantar la pela”, una resistencia activa haciendo patria día a día con nuestro trabajo, que no baste solo padecer los efectos, tenemos también que entender las causas y así como Bolívar nunca se devolvió o paró su marcha por más llagas que sintió en sus muslos de tanto andar a caballo y logró atravesar los Andes por la libertad, nosotros con más y mejores oportunidades no podemos hacer menos.

Y quienes se solidarizaron con la banda delictiva que pidió y logró para el país 927 medidas coercitivas unilaterales, para ellos sanciones, creyendo que sería la solución para su odio, también aguanten la pela. No hay manera de atravesar caminando un río sin mojarse los pies. Afortunadamente de nuestro jardín también habrá flores para ustedes.

Carlos Manrrique 


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