Comentarios noticiables | Maduro desafió, desafía y vence escollos

Dura tarea

21/01/23.- Los venezolanos sensatos siempre hemos visto al presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, en el ejercicio del Ejecutivo Nacional con la legitimidad y responsabilidad en la primera línea de combate para encarar los peligros de ataques que acecharon al país en diversos momentos y que todavía acechan, sin temor a perder la vida.

De esta manera, Maduro lo vivió cuando intentaron asesinarlo en la avenida Bolívar de Caracas el 4 de agosto de 2018 y cuando ha tenido que afrontar la conspiración de la oposición. En ese momento, la amenaza de una invasión militar de Estados Unidos (EEUU) se estaba cuajando en las oficinas de la Casa Blanca y el Pentágono, a pedido de los opositores apátridas Juan Guaidó, Leopoldo López y Julio Borges, etc., dirigidos desde Colombia y la nación norteña. A esto, se le suma a Maduro la dramática situación vivida en los incidentes de Honduras (caso José Manuel Zelaya, en 2009) y del Paraguay (caso Fernando Lugo, en 2012), donde los caprichos de un demente enfermo por la propaganda ultraderechista pudo desencadenar su eliminación física.

Pero también Maduro actuó así ante todas las trampas que azotaron al país después de la derrota electoral de la Asamblea Nacional (AN), sufrida por la Revolución el 6 de diciembre de 2015; los bajos precios del petróleo y la orden ejecutiva del Gobierno estadounidense de Barack Obama que declaraba a Venezuela como una “inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional y la política exterior de EEUU”, de fecha 9 de marzo de 2015. Con todo y eso la AN opositora despilfarró su poder y se ha autodisolvió. En este contexto, el Grupo de Lima también implosionó.

En resumen: Maduro ha estado firme no solo con su discurso, sino también dentro del drama político que le tocó vivir desde que fue reelecto presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Siempre en sus complejas y arriesgadas acciones ha tenido presente que la tirantez entre las grandes potencias del mundo no ha muerto con la Guerra Fría, sino que está vivita y coleando con el calor de los hechos. Sin embargo, Maduro como hombre de Estado, sin hacer mucho ruido, está convencido de que con la presente asociación económica con China y Rusia, la patria bolivariana desata fuerzas liberadoras que dan paso a un mundo multipolar, sin excluir a EEUU del suministro de petróleo (siempre que sea pagado a precios fijados por Venezuela ante la OPEP) e intercambio comercial objetivo y equilibrado.

Maduro tiene la convicción de que por encima de la voracidad imperialista se impondrá el criterio multipolar con desafíos que se dirijan a la coexistencia pacífica y en pro de la seguridad internacional.

J. J. Álvarez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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