Psicosoma | La confianza

24/01/23.- Al aceptar que somos diferentes y hacer algo juntos creamos espacios de confianza con respeto mutuo, compromisos, diálogos, normas, creencias similares e historias cercanas tejidas en interacciones cooperativas. Hay pueblos más cerrados que abiertos, que se protegen con relatos y se cierran a los extraños porque creen que son incontrolables; se aumenta la confianza con los mismos ideales porque son predecibles y es un poco difícil confiar en extraños y más en esta época materialista y competitiva, pero, las divergencias ayudan a reconstruirnos en el ser, hacer y sentir.

La desconfianza milenaria reina entre Occidente y Oriente y viceversa, como también se puede observar en micro, con los apellidos que no suenan tan criollos y otros impronunciables-sonidos de corotos o chunches-, digo esto, porque la confianza inspira un buen trato al ser humano con honestidad y transparencia, respeto, pero se percibe por los nombres, indumentaria- y si a los funcionarios no les suenan, los cambian a pesar que se les entregue por escrito- y es terrible cuando humillan, casi nunca estallan con provocaciones y por lo general se cansa el funcionario déspota, quien inventará más trapacerías, desde una fila milimétrica en las puertas del hospital en madrugada, con ancianos, adultos o mujeres que llevan sus bancos y nadie puede preguntar a los guardas intocables-la fila es el orden supremo- ; la palabra paciente, pasiva al control médico, al chequeo de temperatura, revisión de vacunas, cédula, pago al seguro, higiene de manos y baño de alcohol, órden o referencia son rituales para el ingreso a espacios llenos de murmullos y si reclaman, les expulsan por intensos, y bien, los chequeos, se repiten para encontrar el lugar referido para obtener una cita, y qué pasa si ese lugar no existe? como pasó ciertamente, una equivocación y los "bomberos nunca se pisan las mangueras’’ y la sana recomendación: ‘’vaya al hospital que le hizo esa referencia’’. Seguimos en fila y las benditas equivocaciones persisten y solo nos miramos y leemos: ‘’la otra ventanilla’’ ‘’ salud mental’’… esa mañanita fue turismo al hospital San Juan de Dios, día épico al inicio del nuevo año, al primer hospital, un recinto arquitéctonico de 1845, con capillas, pisos decorados, con pinturas, esculturas… (pertenece a la Caja Costarricense del Seguro social, modelo de Latinoamérica y del mundo).

Repensar con actitud esperanzadora e indagar sobre la equivocación y tener confianza en la institución, que funciona con errores y, quizas la médica se atarantó- aumentó el covid, las enfermedades crónicas, emergencias, de seguimiento- y, solo con la comprensión amorosa a estos humanos de bata blanca, con secuelas pandémicas, se posibilitan haceres; por supuesto ,hay que reinventar el sistema de salud, la educacion, la democracia, valores, lenguajes, verdades, … todos estos discursos existen en nuestra imaginación pensante y son externadas con prácticas reales, ‘’La única forma de generar confianza es que haya honestidad y se da cuando se cumplen las promesas’’ nos dice Maturana.

Rosa Anca

 

 

 

 


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