Parroquiadentro | Parroquia Candelaria: origen, iglesia y plazas (II)
Hacia el final del siglo XIX, la plaza se iluminó por primera vez con focos eléctricos
25/01/23.- Es difícil imaginar el aspecto inicial de la iglesia de la Candelaria, pues ha sido impactada por no menos de 5 terremotos registrados en nuestra ciudad, teniéndose que reconstruir su fachada, techo y campanario en sucesivas oportunidades.
Se supo que en el terremoto del año 1900, uno de los más devastadores, el gobierno de Cipriano Castro desembolsó la importante suma de 16.000 bolívares para contribuir con la gran colecta promovida por el párroco Yépez, que junto a feligreses y comerciantes pudieron levantar nuevamente el templo. Entre los especialistas se pudo contar con la destacada participación del ilustre ingeniero venezolano y rector de la Universidad Central de Venezuela, Jesús Muñoz Tébar, reconocido por sus obras en la modernización de Caracas, entre estas, el Hospital Vargas, el Observatorio Naval Cajigal y el teatro Guzmán Blanco, hoy Teatro Municipal.
En este recinto descansan los restos del Dr. José Gregorio Hernández, descendiente de canarios, conocido como el “médico de los pobres” y hoy beato de la Iglesia católica, los cuales fueron trasladados desde el Cementerio General del Sur en el año 1975.
Esta parroquia se caracterizó por su dinamismo en la organización de una gran cantidad de eventos religiosos como las fiestas de la Candelaria, la Cruz, los Desamparados y el Corpus Christi, entre otros.
La plaza
La plaza de la Candelaria estuvo delimitada con grandes paredes de ladrillos desde el inicio de la construcción de la iglesia. Una de sus curiosidades es el hecho de haber tenido una capilla donde prestaron servicios religiosos mientras se levantaba de nuevo la edificación destruida por el sismo de 1812. Una vez terminado el templo y puesto en funcionamiento, se demolió la capilla provisional; no obstante este sitio continuó siendo adorado por los feligreses ya que en su lugar se puso una gran cruz de hierro con base de mampostería.
En un principio, era una explanada para actividades diversas, se celebraron corridas de toros, desfiles militares, actos alusivos al rey español y por supuesto, las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Candelaria.
El Libertador Simón Bolívar en 1827 fue homenajeado en su última visita a Caracas, y desde una tribuna acondicionada para él, pudo disfrutar de música y cantos con que el pueblo lo agasajaba en una plaza decorada para la ocasión.
En 1877 se hicieron grandes renovaciones, creando un espacio ornamental para el disfrute familiar. Los muros que la colindaban se sustituyeron por barandas de hierro forjado. Además, se colocó en el centro una gran pila romana con pequeñas fuentes en las esquinas, y se instalaron candelabros de kerosene para el alumbrado público. Desde entonces se le otorgó el nombre de Plaza Carabobo, denominación que poco utilizaron los pobladores.
En los tiempos de Guzmán Blanco, se le adjudicó el nombre de La Democracia, designación que tampoco fue de la aceptación colectiva. Se sembraron los árboles y se ubicó, en el marco del centenario de su nacimiento, una estatua de José Gregorio Monagas, redentor de los esclavos en Venezuela.
Los arreglos realizados también incluyeron mejoras en la jardinería, pintura y alumbrado. Sin embargo, lo que podríamos señalar como lo más relevante fue la instalación de un moderno reloj eléctrico con termómetro para el disfrute del visitante. Para la época, este lugar tenía fama de albergar las mejores fiestas y bailes de carnaval con sus respectivos templetes.
En los últimos años del siglo XIX, la plaza se iluminó por primera vez con focos eléctricos, mismos que sustituyeron los candelabros, convirtiéndose así uno de los paseos más bellos de Caracas.
(Continuará)
Parroquia Adentro:
Gabriel Torrealba Sanoja
Julio González Chacín †
parroquiadentro@gmail.com