Araña feminista | Rummie

No permitiremos que una vez más la transfobia te borre

06/02/23.- Rummie era una mujer trans. También era amiga, activista, militante feminista, bailarina, educadora y diva. Era una de las mujeres más valientes que he conocido. Habitante de la parroquia Sucre, en Catia, Caracas, nos contaba de las innumerables violencias que tuvo que sufrir, incluso desde niña, cuando le preguntaron de qué quería disfrazarse, y contestó que de Mujer Maravilla, y comenzó a recibir “terapias de conversión” en forma de palizas de parte de sus hermanos y vecinos.

Hace trece años participó conmigo y con otras compañeras en el Grupo Ese, una organización que juntaba a feministas con activistas LGBTQI+. Allí comenzamos un proceso difícil y hermoso de conocimiento y reconocimiento mutuo, de empatía y aprendizaje. Luego Rummie participó con nosotras en la fundación de La Araña Feminista y siguió enseñándonos y educándonos. Nos mostró cómo se vive el activismo duro, cuando todo está en contra: las tradiciones, los prejuicios, las leyes y hasta la biología. Rummie trabajó sin descanso por la comunidad trans, luchó por el derecho a usar su nombre de manera legal y a tener un documento de identidad que reflejara su género elegido. Recuerdo que hace muchos años la acompañé a la Fiscalía, donde varias personas de alto nivel del Ministerio Público se comprometieron a garantizar el derecho a la identidad de las personas trans. Fue otra promesa nunca cumplida.

A pesar de las piedras, Rummie nunca perdió la alegría ni el impulso de vivir la vida a plenitud. Era incansable. En su academia en Catia daba clases de baile y de entrenamiento físico, pero la vida le puso una zancadilla y la atacó una enfermedad de la cual no pudo zafarse. Rummie se fue demasiado pronto y de manera muy injusta. Ella fue solidaria hasta el final, incluso enferma se acercó a la protesta que la comunidad LGBTIQ mantenía recientemente en el centro de Caracas.

No dejemos que la transfobia la persiga hasta después de su muerte. Rindamos homenaje a Rummie Quintero, la Diva de Venezuela, exigiendo al Ejecutivo nacional que sea coherente y que el artículo 146 de la Ley de Registro Civil, que permite a toda persona el cambio de nombre, pueda ser aplicado también a nuestras hermanas y hermanos de la comunidad trans, algo por lo cual Rummie luchó toda su vida y murió sin ver su nombre en su documento de identidad.

Gracias, Rummie, nuestra Diva, por tu ejemplo de lucha y coraje.

No permitiremos que una vez más la transfobia te borre.

María Centeno
La Araña Feminista

 

 


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