Historia Viva | Resistir y revolucionar

EE. UU. le teme a ese ejemplo de resistencia inspirada en Bolívar y Chávez

La conciencia colectiva del pueblo venezolano sabe que la Guerra de Independencia no ha concluido y que estamos en el proceso de un capítulo contemporáneo como continuación de esa historia y de la consumación de una deuda social que no fue cumplida durante el siglo XIX ni a lo largo del siglo XX y que se expresa en hacer cumplir los postulados de un gobierno de garantías colectivas, seguridad y felicidad social como lo postuló Bolívar y que Hugo Chávez y Maduro catalizaron y pusieron en práctica como realización experimental concreta.

La mitología, la épica y la mística religiosa popular acompañaron a los negros e indios, liberados, pardos libres y mulatos para luchar por la independencia no desde la contemplación sino desde la necesidad de justicia por la repartición justa de la tierra, de acceso a los beneficios colectivos al que estaba y está obligado el Estado, al derecho fundamental a la vida, a tener dignidad de trato y relaciones con los factores de poder en términos de igualdad. ¿No es acaso eso mismo por lo que lucha el pueblo venezolano, el colombiano, los ecuatorianos, el boliviano, el argentino hoy? Chávez era consciente de ese saber popular, reinterpretó a Bolívar y revitalizó la simbología de la patria grande.

Rafael Cartay profesor de la Universidad de los Andes escribió en 2001 que: “Los símbolos patrios actúan como un soporte que proclama una profesión de fe por la nación expresado en optimismo inquebrantable en su destino”. Más adelante el autor cita al filósofo e historiador francés Georges Dumézil cuando señala : ”un pueblo sin mitos ya está muerto porque la función social de los mitos es expresar dramáticamente la ideología de que vive la sociedad, mantener su conciencia, los valores que reconoce, los ideales que persigue…los vínculos y tensiones que la constituyen”. El autor ni algún otro analista político podrán negar que ese concepto fue reactivado y dinamizado por Hugo Chávez.

Identifica este autor que el término “nación” etimológicamente viene del latín “nascere” y el nacimiento es fecundo, uno de los actos maravillosos de los seres vivos, de manera que defender la nación es defender la vida y eso es lo que están haciendo los venezolanos. 

La experiencia de los primeros 10 años de Revolución Bolivariana les probó que si es posible tener patria para el “buen vivir” en los conceptos del boliviano Fernando Huanacuni Mamani, eso es en equilibrio con la naturaleza. Por eso fueron capaces de confrontar la pandemia con muy bajo impacto social y lograron junto a Cuba los índices sanitarios más seguros en América y el mundo, mientras que Colombia y Brasil se desmoronan en miles de muertos por el covid. Pero además capaces de resistir un asedio brutal como el que le impone Estados Unidos.

Durante los años 60 con la redimensión de la Doctrina de Seguridad y Defensa Hemisférica aplicada brutalmente contra Cuba y Nuestra América en general, la Unión Soviética visionó la  política de convivencia pacífica al mostrar como el pueblo cubano con el apoyo ruso pudo construir un modelo social, científico y tecnológico que mostrara la posible redención social de ese pueblo, así lo expusieron los cubanos en el campo de la educación, la producción agropecuaria, la medicina y las ciencias entre otras bondades de su desarrollo social. 

Ese ejemplo era nefasto para la élites oligarcas de Estados Unidos porque iba a entusiasmar a las 600 millones de personas que pueblan América Latina y de ninguna manera iban a perder los favores de hacerse de recursos minerales, petróleo, gas, agua, alimentos y mano de obra barata que provee el sur al norte además de un mercado seguro para las industrias capitalistas y el comercio incluyendo  un elemento perverso como la cocaína cuyo primer mercado es el territorio del norte amparado.

Por eso quisieron aplastar a Cuba y por eso quieren aplastar a Venezuela, cosa que no será del todo sencilla, como si se tratara del juego de video que imagina el Pentágono, con un quien sabe que jugador invasor para irrumpir digitalmente el territorio enemigo (Venezuela) y disparar un ping para extermina el objetivo. No es posible.

Es cierto, la situación en Venezuela es difícil, el asedio cada día atenazó las posibilidades de vivir dignamente como fueron los 12 primeros años de Revolución Bolivariana, sin embargo los venezolanos han hecho de tripas corazones para resistir las agresiones, desde lo individual y lo colectivo solidario.

Será muy difícil que EE. UU. pueda ganar esta guerra, cuando se enfrenta contra millones de seres humanos organizados con un tejido social coherente aplicando inteligencia cívico-militar. El tiempo que restan de 2022 hasta las elecciones de 2024 serán muy duros, pero los bolivarianos ya están fogueados en años de resistencia.

EE. UU. le teme a ese ejemplo de resistencia y espíritu de lucha inspirada en Bolívar y Chávez, que ya no es exclusivo venezolano, es un ejemplo nuestro americano, porque están rebrotando semillas de resistencia social a lo largo de los Andes como los temblores previos a una erupción volcánica que en cualquier momento puede estallar.

Aldemaro Barrios Romero | venezuelared@gmail.com

 


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