Perú 2023: dos meses de tempestad y crisis nacional

Pedro Castillo reaparece y afirma que no quiere subvertir el orden constitucional

La crisis en Perú se agudiza ante la negativa de renuncia de la presidenta designada Dina Boluarte.

 

07/02/23.- En 2021, la población peruana observó en Pedro Castillo Terrones, del partido de izquierda Perú Libre, una alternativa ideal para asumir la presidencia de la República y dejar a un lado años aciagos e inolvidables de gobiernos de derecha que habían marcado una huella imborrable en el país a finales del siglo XX y comienzos del XXI, como las presidencias de Alan García (1985-1990, 2006-2011) y la dictadura de Alberto Fujimori (1990-2000), esta última que trajo consigo miles de fallecidos y torturados.

La población tenía de Castillo la imagen de un profesor y sindicalista de orígenes humildes, que impartía clases en una zona de la sierra pobre, y confiaron en que podía erradicar una brecha económica y social que divide a Perú desde hace décadas. Por ello logró alcanzar la presidencia, en una contienda electoral que incluía como candidata a Keiko Fujimori, hija del exdictador.

Sin embargo, sus días estaban contados desde que comenzó a gobernar el 28 de julio de 2021: Castillo fue el centro de una conspiración de la clase política tradicional representada en el Congreso, acostumbrada a declarar la vacancia de los mandatarios que no le son afectos.

Ese Parlamento, desde el primer día de su mandato, no le permitió gobernar. No le aprobó su cuerpo de ministros, a pesar de los inmumerables cambios que hizo el presidente electo. Intentó varias veces destituirlo, pero no contaba con los números mínimos. Luego se valió de unas declaraciones que dio respecto de la salida de Bolivia al mar, lo que fue usado como excusa para abrirle un expediente judicial.

Con toda esa trama llegó el 7 de diciembre de 2022, cuando debía presentarse ante el Congreso y era evidente que los parlamentarios lo iban a destituir.

Pero, al parecer, Castillo intentó una jugada política similar a la que tomó Fujimori el 5 de abril de 1992 (el Fujimorazo), que consistió en un autogolpe, al reorganizar el Poder Judicial y disolver el Congreso, bajo la promulgación del decreto Ley N° 25418, y se procedió a convocar a elecciones para un nuevo Parlamento, lo que logró hasta que se aprobó la Constitución de 1993.

Pero no resultó, mientras el expresidente de origen japonés contó con el respaldo de las Fuerzas Armadas, en el caso de Castillo no solo ocurrió lo opuesto, sino que además sus ministros renunciaron cuando anunció la disolución del Parlamento y, posteriormente, fue destituido y apresado.

Castillo no fue al Congreso, en su lugar dio una alocución que contemplaba las siguientes medidas:

-Disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional.

-Convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso, con facultades constituyentes, y elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses.

-Declarar en reorganización al Sistema de Justicia: Poder Judicial, Ministerio Público, Junta Nacional de Justicia y el Tribunal Constitucional.

Luego de ese discurso el Congreso aprobó su definitiva moción de vacancia por incapacidad moral y fue apresado.

Pero la polémica mediática y política se desató cuando se pudo conocer la probabilidad de que Castillo hubiese leído aquel mensaje a la nación, en la que anunciaba dicha disolución, bajo los efectos de alguna droga.

 

La acusación fue formulada por el congresista Guido Bellido y en declaraciones ofrecidas a la prensa desde la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional del Perú (PNP), explicó que había conversado con Castillo y este le afirmó no recordar nada de lo que dijo. 

“No recuerda nada, él me lo ha dicho con sus propias palabras. Él dice: ‘yo no recuerdo que he dado lectura (al mensaje a la Nación donde se dispuso el cierre del Congreso). Esa es la respuesta de él y hay que respetarla”, expresó.

Hasta la fecha se desconoce la verdad sobre lo ocurrido en torno a ese mensaje, y tras la destitución de Castillo por parte del Congreso, era inevitable que la exvicepresidenta Dina Boluarte asumiera la Presidencia de la República, con lo que se convirtió en la primera mujer en ocupar ese cargo en Perú.

No obstante, este hecho histórico quedaría totalmente relegado por la crisis política que se desató inmediatamente y que ya lleva dos meses en el país.

Castillo se encuentra recluido en el penal de Barbadillo, lugar en el que también paga condena el mismo Alberto Fujimori.

Pedro Castillo: polémicas que lo llevaron a la destitución

En agosto de 2022 el congresista Wilson Soto, del partido Acción Popular, reveló un informe en el que se pretendía conseguir la inhabilitación política para Castillo luego de unas declaraciones ofrecidas al periodista del canal de noticias CNN, Fernando del Rincón, sobre la consideración de una salida al mar para Bolivia.

Rincón le preguntó a Castillo respecto a esa opinión de entonces, y manifestó que lo de la salida al mar para Bolivia no lo dijo como Presidente, sino que era una idea que quería proponer.

“Ahora le consultaremos al pueblo, para eso necesitamos que se manifieste. Si el Perú está de acuerdo... jamás haría cosas que el pueblo no quiera, yo no le estoy diciendo que le voy a dar el mar para Bolivia”, dijo el exmandatario a comienzos de 2022.

El congresista Soto afirmó que dichas declaraciones del 2018 no fueron pensadas con la rigurosidad debida para expresarlas ante un canal de televisión.

“Esas declaraciones las hizo sin pensar que el territorio nacional es inalienable e inviolable, declaración que vulneraría mandatos constitucionales, poniendo en riesgo la integridad y soberanía territorial del Estado, pese a estar obligado a protegerlo y hacerlo respetar”, subrayó Soto.

Cabe señalar que desde 1992 el Gobierno peruano fujimorista le cedió una playa de 20 kilómetros a Bolivia cuyo recorrido completo es de 20 minutos en un carro y se ubica a 462 kilómetros de La Paz.

Esta salida al mar lleva por nombre Bolivia Mar o Boliviamar, pero actualmente está sumida en el abandono por parte de los dos países. 

Esta declaración fue una de las tantas acciones tomadas por el Congreso con la intención de entorpecer su mandato.

Otra acción saboteadora del mandato de Castillo que tuvo repercusión internacional es la no autorización del permiso de salida del país, para que acudiera a la toma de posesión del presidente colombiano Gustavo Petro, dicha votación contó con 67 votos en contra y 24 a favor de que emprendiera su viaje a Bogotá.

La solución a la crisis en Perú no atina con Dina

El Congreso de Perú juramentó el 7 de diciembre –horas después de la destitución de Castillo, tras haberse aprobado la vacancia con 101 votos a favor– a la exvicepresidenta Dina Boluarte para asumir la presidencia del país suramericano.

Ella declaró que estaba consciente de la responsabilidad que enfrentaba e hizo un llamado de unidad a los peruanos.

"Nos corresponde conversar, dialogar, ponernos de acuerdo, algo tan sencillo como tan impracticable en los últimos meses; convoco a un amplio proceso de diálogo entre todas las fuerzas políticas representadas o no en el Congreso", manifestó en su intervención.

El expresidente Pedro Castillo junto a la entonces vicepresidenta Dina Boluarte en un balcón de la plaza San Martín.

 

Además, realizó un pedido concreto a la representación nacional para solicitar "una tregua política para instalar un Gobierno de unidad nacional. Esta alta responsabilidad debe ser asumida por todas y por todos".

La población no aceptaba un nuevo cambio, luego de seis presidencias en tan solo cuatro años no iban a permitir que se añadieran más barreras para dar con las soluciones que requiere Perú.

Dichas protestas piden la renuncia de Boluarte, la cancelación del Congreso, una Asamblea Constituyente, la liberación de Castillo y el adelanto de elecciones.

Es por ello que hasta hoy no han dejado de protestar y la represión hacia los manifestantes ha sido permanente en las numerosas movilizaciones producidas, que han provocado más de 60 muertos, algunos por disparos a la cabeza, como el de una persona que marchaba por la capital el sábado 28 de enero y recibió un impacto de bala en la sien.

Adelanto de elecciones

El pasado viernes 3 de febrero, el Parlamento bloqueó cualquier debate hasta agosto, relacionado con el adelanto de las elecciones, obstaculizando una opción para renovar a la presidenta y al ente legislativo.

Esto se produjo luego de que la Comisión de Constitución Parlamentaria rechazó la iniciativa presentada por Boluarte, quien argumentó un tecnicismo procedimental y que proponía adelantar los comicios presidenciales y congresales para octubre 2023.

"El reglamento del Congreso estipula bien claramente que una materia archivada no puede volver a discutirse en la comisión hasta pasada una legislatura", aseveró el congresista del partido Avanza País, Alejandro Cavero, uno de los promotores de la votación en contra de la propuesta, quien alega que la iniciativa ya fue tratada en debates anteriores.

Según lo establecido en las leyes peruanas, tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo tienen un mandato de cinco años que se cumplen en julio de 2026.

Boluarte en su toma de posesión ante el Congreso el 7 de diciembre.

 

Previamente, la Organización de Estados Americanos (OEA) se había pronunciado el 23 de enero, exhortando a desarrollar “elecciones, justas, libres y transparentes, con observación electoral internacional”.

Este llamado se efectuó durante una sesión del proyecto denominado “Declaración sobre los acontecimientos recientes en Perú”, por lo que manifestaron su preocupación por el “uso excesivo de fuerza y la violación de los espacios académicos” durante las manifestaciones.

Renuncia vicepresidenta del Congreso

La renuncia de la segunda vicepresidenta del Congreso, Digna Calle, el pasado viernes 3 de febrero, fue producto del bloqueo de adelanto de las elecciones y puntualizó que desea la recomposición de la mesa directiva.

 

"Renuncio con la esperanza de que se constituya una fórmula realmente democrática y representativa. Desde el centro democrático creemos que una nueva mesa directiva pueda ser la puerta para que la presidenta Dina Boluarte renuncie y convoque a elecciones generales para el 2023", reafirmó Calle en un vídeo publicado en sus redes sociales.

Reaparece Pedro Castillo desde la cárcel

En una entrevista realizada el lunes 6 de febrero, por el equipo de prensa español del portal El Salto, desde el penal de Barbadillo, Castillo fustigó a Boluarte y las características de su personalidad.

El profesor y expresidente fue trasladado por las autoridades al penal de Barbadillo.

 

“A Dina Boluarte la conocí de manera virtual, porque el Perú Libre la propone como vicepresidenta, ella no hizo campaña en la primera vuelta, la conozco presencialmente recién en la segunda vuelta. Todos me decían que no tenía personas que la apoyaban, pero que ella era impositiva y Vladimir Cerrón la eligió; yo no sabía la clase de persona que era, en el transcurso es cuando me di cuenta la maldad de esta mujer, es calculadora y ambiciosa”, sostuvo.

Aclaró que Boluarte era desconocida para los peruanos, antes de sumarse a él en la lucha política, y no gozaba de la simpatía y el aprecio en su región de origen.

“Era una mujer sumamente racista y clasista, se colgó de la lucha, yo la hice conocida, porque yo sí llegaba a las bases del pueblo y se aferró a ser ministra del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, nunca quiso soltarlo; tuvimos muchas peleas por eso, lloraba para no ser removida del cargo, decía que tenía familia y nos manipulaba con eso. Siempre logró que no la removiéramos”, recordó.

En torno a lo que se considera un autogolpe, el expresidente apuntó que nunca quiso subvertir la institucionalidad peruana, sino aproximarse a la población, como lo hizo desde el principio como profesor y candidato.

Fue un día de hacer eco para los “nadies”. Tomé la bandera de la Asamblea Popular Constituyente y di mi discurso recordando y siendo fiel a los pueblos que votaron por mí, que confiaron en mí. Fue una reivindicación de mi parte. Quise hacer entender a la clase política que el poder popular es la máxima expresión de las sociedades. No quise obedecer a los grupos de poder económicos sociales. Quise poner al pueblo por encima de todo”, añadió.

Recalcó que aún se considera presidente del Perú y cuestionó que el Congreso no apruebe el adelanto de las elecciones generales, y de esa forma dar salida a la crisis política por la que atraviesa el país.

“Considero que sigo siendo presidente del Perú, como peruano no reconozco a este Gobierno genocida como representante del Perú. Hablo no solo como presidente, hablo como peruano, este gobierno dictador no nos representa”, concluyó.

EMMANUEL CHAPARRO RODRÍGUEZ / CIUDAD CCS


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