08/02/23.- Una de las curiosidades de la parroquia La Candelaria es que fue renombrada como parroquia Sucre por el entonces presidente de la República, general Francisco Linares Alcántara, al dictar un decreto de reorganización de la capital en 1877. Sin embargo esto tuvo efecto hasta el año 1879, cuando al triunfar la revolución llamada de la Reivindicación, las parroquias del Distrito Federal retomaron los nombres que habían tenido originalmente. Pocos años después, en 1889, el gran territorio que conformaba La Candelaria fue separado para formar las nuevas Parroquias San José y La Pastora.

Iniciado el siglo XX Caracas contaba con un moderno sistema de transporte para la época, nos referimos a los tranvías tirados por caballos y luego por el tranvía eléctrico, que recorría el trayecto desde la Plaza Bolívar, deteniéndose entre las esquinas de La Cruz y Alcabala frente a la popular plaza La Candelaria, para luego continuar hasta la Estación Central del Ferrocarril, misma que estuvo ubicada en Quebrada Honda.

Hoy, al caminar por la inmediaciones de la plaza, podemos observar los rieles que aún están incrustados en el pavimento, dejando a nuestra imaginación el pasar del tranvía con el sonar de su campanilla anunciando su llegada.

Entre los años 1930 y 1940, La Candelaria registró importantes transformaciones arquitectónicas; la construcción de los primeros edificios en los espacios donde se demolieron las viejas casas coloniales cambió el aspecto de la zona. Estas modificaciones fueron originadas en buena parte por el crecimiento de su población producto de la inmigración canaria en los tiempos de la guerra civil española. Los nuevos vecinos nos dejaron su huella al fundar decenas de pequeños restaurantes, convirtiendo desde entonces a este sector en un referente de la comida ibérica en la capital.

Años más tarde, el día 6 de noviembre de 1953, en el marco de la construcción de la avenida Urdaneta, el Concejo Municipal del Distrito Federal le asigna el nombre de plaza Urdaneta a la plaza La Candelaria. Nuevamente se realizaron labores de remodelación, entre ellas, la construcción de una concha acústica y la instalación de una hermosa estatua del General Rafael Urdaneta fundida en Italia y esculpida por el prominente artista venezolano Francisco Narváez.

En la actualidad existe una polémica referente a si la plaza Urdaneta y la plaza La Candelaria son plazas hermanas o si este terreno se integra en un solo espacio bajo alguno de los dos nombres. Lo que podemos afirmar es que en su conjunto, los caraqueños se refieren a este sitio de esparcimiento como “Plaza Candelaria”.

La importancia del lugar recibe honores el día 2 de agosto de 1960, fecha en que la iglesia de La Candelaria fue declarada Monumento Nacional mediante Resolución de la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación.

Otro reconocimiento fue realizado en 1973 frente al templo, cuando fue develado un busto del académico José Manuel Núñez Ponte, obra del escultor Santiago Poletto, en agradecimiento al mencionado docente por su legado en historia, religión, lenguaje y literatura, quien además fue director por más de 50 años del extinto Colegio Sucre, una de las más prestigiosas instituciones educativas de la parroquia.

La más reciente hija de la parroquia La Candelaria fue creada en 1994, momento en que se dividió por última vez para dar origen a San Bernardino. Es importante recordar que para el momento de la creación de esta parroquia por los “blancos de orilla”, se contaba con un territorio dedicado a la agricultura de tal magnitud que en la medida que se fue urbanizando la zona se fueron disgregando en las parroquias El Recreo, La Pastora, San José y San Bernardino. Así, desde ese entonces, quedó conformada por las populares y transitadas veintena de esquinas que conocemos en la actualidad.

Muchos han sido testigos de la proliferación de edificios, locales comerciales y restaurantes que se han hecho presente alrededor de la plaza. Los famosos churros con chocolate, cachapas con queso, dulce milhojas, y demás aperitivos; síntesis de las delicatesen que cualquier visitante encontrará en este céntrico lugar.

Por último, citamos una estrofa de la canción Plaza del centro compuesta por un vecino muy famoso de La Candelaria, nos referimos al cantante Franco de Vita.

Una plaza del centro
Con sus árboles al viento
Una iglesia y sus bancos
Un correo y las parejas que la visitan
Las que hoy se han dado cita
Las que hablarán de amor.

Parroquia Adentro:
Gabriel Torrealba Sanoja
Julio González Chacín †
parroquiadentro@gmail.com