Denuncian deficiencias alimenticias de población escolar en el mundo

La Unesco y organizaciones afines alzaron la voz de alerta a través de un reciente informe

Niños y adolescentes sanos, bien alimentados, aprenden mejor.

 

08/02/23.- La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) publicó este miércoles, el informe "Aprender y prosperar: salud y nutrición escolar alrededor del mundo", en el cual denuncia que 73 millones de los niños más vulnerables no reciben alimentación escolar, reseña Telesur.

El estudio fue presentado por la Subdirección General de la Unesco para la Educación, la Dirección de Educación y Desarrollo de los Adolescentes, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Dirección de Programas Escolares del Programa Mundial de Alimentos (PMA), en colaboración con la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Alianza Mundial para la Educación y la Organización Mundial de la Salud (OMS); y con apoyo del Consorcio de Investigación para la Salud y Nutrición Escolar, el Banco Mundial y la Secretaría de Nutrición de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El informe muestra cómo países de todo el mundo están invirtiendo en la salud y el bienestar de sus estudiantes, a través de la salud y la nutrición escolares. Sin embargo, los hallazgos del estudio revelan que a "pesar de los significativos avances en materia de salud y nutrición escolares, hay que seguir trabajando para garantizar que los programas existentes sean integrales, satisfagan las necesidades de todos los educandos y perduren".

Hay que seguir trabajando para garantizar que niñas y niños en edad escolar estén bien alimentados.

 

Si bien 9 de cada 10 países del mundo invierten en programas de salud y nutrición escolar, estas inversiones son desiguales de una región a otra y a menudo insuficientes en comparación con las necesidades. Es esencial un mayor compromiso de los gobiernos nacionales y el apoyo de la comunidad internacional. A nivel mundial, solo se invierten 2 mil millones de dólares al año en atender las necesidades sanitarias de los niños y adolescentes en edad escolar, mientras que en los países de ingresos bajos y medios-bajos se gastan unos 210 mil millones de dólares en la educación de este grupo de edad, destaca la Unesco en su página web.

Aunque la inversión en salud y nutrición escolar tiene un efecto positivo y significativo en el rendimiento académico de los niños, en la actualidad casi una de cada tres escuelas (31%) carece de agua potable segura e instalaciones básicas de saneamiento. Esto significa que unos 584 millones de niños tienen un acceso limitado o nulo a servicios básicos de agua potable en la escuela; dos de cada cinco de estos niños viven en el África subsahariana. Y aunque casi todos los países del mundo proporcionan comidas escolares, se calcula que 73 millones de los niños más vulnerables siguen sin beneficiarse de estos programas de alimentación escolar sobre el terreno, señala la organización en el documento.

“Los alumnos aprenden mejor en escuelas seguras y sanas. Sin embargo, demasiadas instituciones educativas carecen de los medios necesarios para garantizar una buena salud y bienestar, lo que incluye instalaciones esenciales de agua potable y saneamiento. La Unesco y sus socios hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye a los países en sus inversiones en salud, nutrición y protección social en la escuela, porque los niños merecen un entorno en el que puedan desarrollar todo su potencial”, expresa Audrey Azoulay, Directora General de la Unesco.

Buena alimentación, mayor matrícula escolar

De acuerdo a los resultados, los niños marginados que no reciben alimentación escolar disminuyen su capacidad para sacar provecho de la educación. La provisión de salud y nutrición escolar incentiva a los niños a acudir a la escuela y a permanecer en ella. Las comidas escolares, por sí solas, aumentan las tasas de matriculación y asistencia en un 9% y un 8%, respectivamente.

La desparasitación y la administración de suplementos de micronutrientes pueden hacer que los alumnos asistan a la escuela durante 2,5 años más en lugares donde la anemia y las infecciones parasitarias son frecuentes. El informe también aborda otras cuestiones como la promoción de la atención oftalmológica, la salud mental y el bienestar de los niños y la prevención de la violencia escolar.

Gobiernos deben garantizar el acceso a la escolaridad a todos los niños y niñas

 

El informe subraya que todas estas medidas suponen un importante retorno de inversión para los países. A su vez, agrega que cada año, más de 246 millones de alumnos son víctimas de la violencia en la escuela, además del hecho de que “muchos niños siguen sin escolarizar, especialmente en los países más pobres y en las comunidades más marginadas”, según refiere la página web prensamercosur.net.

Ante tal panorama, la Unesco, la Unicef y el PMA hacen un llamamiento a la comunidad internacional, los países y los socios, para que intensifiquen las acciones encaminadas a proteger y promover la salud física y mental, la nutrición, el bienestar y el desarrollo de todos los educandos.

Se insta a todas las partes interesadas a centrarse en intervenciones clave adecuadas a los contextos y necesidades locales, entre ellas: el suministro de comidas en las escuelas, la vacunación, la desparasitación, el apoyo psicosocial, la educación sanitaria basada en competencias que permita a los educandos llevar una vida sana; y entornos de aprendizaje seguros e integradores que promuevan la salud y el bienestar.

En conclusión, una buena salud y nutrición son los cimientos del aprendizaje y una inversión crucial para un futuro más sostenible, inclusivo y pacífico. La salud y la nutrición pueden mejorar los rendimientos educativos, capacitar a los alumnos para que prosperen, así como promover la inclusión y la equidad en la educación y la salud, señala la organización en su página web.

LUCILA CONTRERAS / CIUDAD CCS


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