Derreflexión │ ¿Qué es la biblioterapia y cómo puede ayudarnos?

Los libros y la lectura pueden ayudarnos a experimentar bienestar y afrontar situaciones

18/02/23.- Todo cuanto está plasmado en los libros es producto de la creación humana. Por ello, las escenas descritas, las líneas que dan forma a un poema o las narraciones de un cuento, entre otras manifestaciones literarias, no son ajenas al ser humano. Más bien, la escritura ha sido un medio del cual, a lo largo de la historia, hombres y mujeres se han valido para volcar sus sentimientos, pensamientos y formas de entender el mundo.

Así, disponemos en la actualidad de un cúmulo de libros que hoy día pueden ser usados con propósitos terapéuticos. Sin embargo, los fines curativos de la lectura no son novedosos, pues ya se conocía su poder en la Antigüedad; no en vano el faraón Ramsés II pidió inscribir en el frontis de su biblioteca la frase "remedios para el alma". De igual modo, en la Biblioteca de Alejandría se encontraba una inscripción indicando que era "el lugar de curación del alma". Asimismo, para los griegos, las bibliotecas eran "la medicina del alma".

 

La biblioterapia

La biblioterapia puede ser aplicada en niños, adolescentes y adultos, y se define como el uso de materiales de lectura seleccionados como adyuvantes terapéuticos en la medicina y la psiquiatría, de acuerdo con la definición aportada por la Association of Hospital and Institution Libraries, en 1966.

La biblioterapia se fundamenta en el uso de textos seleccionados, guiándose con un programa de lectura, para ayudar en la recuperación de personas que padecen trastornos mentales o emocionales.

Suele ser aplicada en varias fases e inicia identificando al lector con un personaje de la lectura sugerida, con el fin de experimentar una catarsis. En estos casos acompaña un terapeuta capacitado.

Esta herramienta también se puede aplicar en grupos y fomentar la participación de las personas en un espacio en el que todos puedan expresar sus temores, sentimientos, ansiedades y angustias. Esto ayuda a que el individuo no se sienta en soledad afrontando su realidad, sino que, por medio del intercambio con otros, se sienta acompañado y no aislado.

 

Tres áreas

La biblioterapia se encuentra vinculada principalmente con tres áreas: la psicología, la psiquiatría y la bibliotecología. Por ello, es considerada como un método terapéutico interdisciplinario que, por medio de la psicología, permite comprender los procesos mentales y la conducta de quienes participan; de la psiquiatría, se vale para rehabilitar de aflicciones o trastornos mentales, y de la biblioterapia, para la selección de las lecturas.

Entre quienes han apreciado el valor de esta opción sanadora, se encuentra el estadounidense Benjamin Rush, el primer médico que recomendó la lectura como un medio para la diversión e instrucción de los pacientes en un hospital, acotando que, entre los muebles, debía encontrarse una biblioteca. Además, recomendó lecturas con el fin de obtener entretenimiento y también aquellas que transmitían conocimientos.

Fue en el año 1904 cuando la biblioterapia fue reconocida como una rama de la bibliotecología, para ser aplicada especialmente a los soldados de la Primera Guerra Mundial para ayudarles a aliviar el estrés postraumático. Con tal fin, algunos bibliotecarios religiosos organizaron bibliotecas en los hospitales del ejército. A los pacientes que ameritaban más tiempo para recuperarse, se les indicaba la lectura para hacer más llevadero su tiempo de convalecencia.

 

La biblioterapia y los niños

Una de las poblaciones en las que se puede aplicar la biblioterapia es la de los niños. De hecho, en 1916, S. M. Crothers recomendó el uso de libros para entender a los pequeños.

El desarrollo de la niñez y el paso hacia la adolescencia pueden representar momentos de desafío, por lo que se recomienda esta alternativa multidisciplinar con el fin de ayudarles en esa transición, dándoles apoyo para manejar sus esperanzas, frustraciones, problemas y miedos. Es una herramienta que se valora para que los más jóvenes se expresen, dado que, algunas veces, no les resulta fácil dar a conocer sus emociones.

Finalmente, es necesario reconocer la existencia de dos tipos de biblioterapia o dos formas de aplicarla; una, con fines clínicos y la otra como una opción recreativa. En el primer caso, puede ser útil para modificar creencias y actitudes, así como en la gestión de procesos vitales que son complejos. De esta forma es aplicada mayormente por los profesionales de la salud mental, quienes la usan para tratar problemas alimenticios, depresión y otros.

De modo recreativo, se puede emplear en el desarrollo personal. Esta es una opción aplicada por muchos bibliotecarios y educadores, con fines preventivos, pero lo cierto es que se trata de una herramienta de la que todos podemos hacer uso, que nos ayuda a conocernos mejor, a vernos reflejados en otros —por medio de los personajes—, y sentirnos acompañados y no separados del resto.

 

Isbelia Farías


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