Parroquia adentro | Apascacio Mata: ¡qué buen fiscal!

Ejemplo de que sí es posible ser un funcionario honesto y trabajador por nuestro país.

 
Un día de marzo de 1980, en la avenida Universidad, avanzaba velozmente la caravana del presidente Luis Herrera Campins, cuando de repente la luz del semáforo de la esquina de Sociedad cambia a rojo, en ese instante, la escolta motorizada, pretendía infringir tan importante señal de tránsito, en respuesta  a esta acción un funcionario de la policía vial, con firmeza, les ordena: “¡Paren, el paso es ahora para los peatones!”, a lo que los escoltas le responden: “¿No sabes quién viene pasando? ¡Es el Presidente de la República!”, y el agente desde el rayado peatonal les contesta: “Con más razón, son ustedes lo primeros que deben cumplir con la ley”. Siendo así, que tuvieron que esperar hasta que la luz cambiara a verde para continuar.
 
Esta escena pasó a ser un acontecimiento relevante para la época. Se comentaba que todos los policías debían ser como este recto y valiente agente, cuyo nombre era Apascacio. Se decía también que desde el inicio de sus funciones llevaba el uniforme impecable, zapatos bien lustrados y guantes blancos.
 
Apascacio Mata Palacios nació en Panaquire, estado Miranda en 1940. Fue albañil de profesión hasta 1964, cuando decide venir a Caracas y se incorpora al cuerpo de Policía Vial, que en ese entonces era una división de la extinta Policía Metropolitana. 
 
Se caracterizó por ser un funcionario firme a la hora de reprender a los infractores, sin importar el nombre de quien se tratara. Daba buen trato a ancianos y niños. Nunca faltó a su trabajo y su hoja de vida fue impecable. Para dirigir el tránsito realizaba movimientos llamativos al estilo artes marciales con gestos pintorescos que permitían a los transeúntes tener presente al enérgico fiscal.
 
El día del acontecimiento con la caravana del presidente Herrera, el primer mandatario solicitó el nombre y número de placa del oficial. En consecuencia, sus compañeros  le dijeron que se “diera por botado” ya que nadie debía atreverse a detener al jefe del Estado.
 
Pocos días después del incidente, llega a la comandancia un sobre con el escudo nacional impreso y en letras doradas se leía: “Despacho del Presidente de la República”. El comandante no lo podía creer, no era la destitución, por lo contrario, era una convocatoria enviada por el primer magistrado al distinguido Apascacio para almorzar en el Palacio de Miraflores, lugar donde también fue condecorado por el fiel cumplimiento del deber.
 
Al año siguiente, 1981, Maritza Sayalero ganó el certamen de Miss Universo y lo designó como escolta personal. Como si fuera poco, meses después, recibió una invitación del presidente de los EE. UU. Jimmy Carter, a la Escuela de Policía de Nashville, Tennessee, donde recibió una placa que lo distinguía como Oficial Norteamericano Ah Honorem. También fue homenajeado en la Casa Blanca, donde compartió con el mismísimo Carter y demás personeros del Gabinete.  
 
Luego de 32 años de servicio, en 1996 fue jubilado con el rango de Sargento Mayor, con más de 40 condecoraciones, su número de placa, el 0983, fue retirado en su honor. Falleció el 14 de mayo de 2015 en su casa de la parroquia 23 de Enero, dejando como legado el ejemplo de que sí es posible ser un funcionario honesto y trabajador en nuestro país.
 
 
 
 
Parroquia adentro: Julio González Chacín. Fundador † | Gabriel Torrealba Sanoja | parroquiadentro@gmail.com
 

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