El combatiente de las redes

03/03/23.- Cuando Twitter nació, en el 2006, ningún presidente latinoamericano tenía una cuenta ni era tan activo como ocurre en la actualidad. La red era vista como una frivolidad, por lo que no era prudente que los presidentes aparecieran tuiteando necedades como cualquier mortal común. La prensa, radio y televisión aún eran los espacios por excelencia para que los mandatarios se manifestaran. Solo Barack Obama tenía una cuenta en Twitter, pero era tan gris e inactiva que era como si no existiera.

Por eso, cuando el Comandante publicó su primer mensaje, el 28 de abril de 2010 (apenas cuatro años después del nacimiento de Twitter), fue un bombazo para la cultura de la comunicación de masas. Fue una rebelión contra los cánones de la clásica comunicación entre un presidente y el pueblo. Imagínate: no existía Instagram, TikTok, Periscope y Snapchat. Y Facebook (2004) y WhatsApp (2009) eran todavía muy rudimentarias y de poco uso. Que un Presidente tuiteara estaba fuera de los parámetros convencionales. 

Antes del primer tuit, el 24 de abril de 2010, durante una transmisión televisiva, Chávez adelantó que tenía cuenta en Twitter. Nadie le paró a ese comentario. Fue en ese momento cuando, portando en sus manos un Blackberry (el teléfono celular de la época), soltó el nombre de su cuenta: @chavezcandanga. 

Desde ahí Chávez fue el primer Presidente latinoamericano en tener una cuenta verdaderamente activa en Twitter y, en general, en lo que podría llamarse una red social. En su momento, fue el primer venezolano con más seguidores e inauguró la modalidad de anunciar, vía Twitter, cambios ministeriales y acciones de Gobierno. 

Y aunque no lo digan o lo nieguen hasta el hartazgo, fue el Comandante quien marcó un hito en Twitter, porque hizo lo que ningún mandatario se atrevía hacer en alguna red social: interactuar directamente con el pueblo, quebrando el filtro de los medios tradicionales y las barreras de la burocracia gubernamental. Abrió una brecha en las redes que hoy, a diez años de su siembra, tenemos que reivindicar con más conciencia y menos espectáculo.

MANUEL PALMA / CIUDAD CCS


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