Comentarios noticiables | José Martí, el cubano inmortal

Inspirador del legado bolivariano

04/03/23.- José Martí, bolivariano como el que más, remarcó:

¡De Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna, o entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño y la tiranía descabezada a los pies…! Su posición de combatiente constituyó en cierta forma un freno al orden imperialista de finales del siglo XIX.

Los escritos políticos de Martí fueron la causa de su prisión y destierro porque avivaban la lucha por la independencia y la lucha por la revolución social en Cuba que chocaban con los intereses coloniales de España y del incipiente imperialismo estadounidense que ya empezaba a desarrollar su expansionismo cuando provocó la guerra con su vecino México, entre 1846 y 1848, para despojarle más de la mitad de su territorio mediante el leonino Tratado Guadalupe-Hidalgo, que puso fin a las hostilidades el 2 de febrero de 1848. El despojo se ha calculado en más de 2 millones 400 mil kilómetros cuadrados.

José Martí, Periodista, abogado, escritor, poeta, ensayista, conferencista, nacido en La Habana, Cuba, el 28 de enero de 1853, muy joven viajó a Venezuela desde Nueva York, con 28 años, apoyado en sus enérgicos trabajos literarios y revolucionarios, llegó a Caracas el 21 de marzo de 1881, donde fue agasajado por la intelectualidad caraqueña en el Club de Comercio de esta capital. En Caracas, en condición de profesor de Literatura y Oratoria, impartió enseñanzas en el Colegio Santa María. El primero de julio de 1881, Martí funda La Revista Venezolana de la cual se publicaron apenas dos números.

El enfado del presidente Antonio Guzmán Blanco con las opiniones políticas redactadas por José Martí en sus artículos periodísticos fue tal que a raíz de esto fue clausurada la Revista Venezolana. Por cierto, para Martí la admiración por Bolívar era tanta que al llegar a Caracas de noche, sacudiéndose el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino por dónde se llegaba a la plaza donde estaba erigida la estatua del Libertador Simón Bolívar, y sin dar mucha importancia a los carnavales que se celebraban en la capital; se puso a llorar de rodillas al pie de la estatua del paladín Simón, quien liberó cinco naciones hispanoamericanas, como un hijo que le rinde magnificencia a su padre.

Su amistad inquebrantable con el escritor venezolano Cecilio Acosta (adversario del gobierno) produjo mucha consternación a Guzmán Blanco, quien optó por la decisión de expulsarlo del país el 28 de julio de 1881. Martí ya tenía la amarga experiencia de prisión y destierro que durante seis años le impuso el gobierno español en Cuba en concordancia con el reinado de España. Él heredó de Bolívar la extraordinaria capacidad luchar con la pluma y con las armas.

Martí ofrendó su vida para hacer más luminoso el futuro de Cuba y de todos los pueblos del mundo. Con la pluma, la fina redacción de sus obras literarias y escritos políticos y con las armas la tópica aventura en Dos Ríos enfrentando al ejército español que le causó la muerte de tres balazos, el 19 de mayo de 1895.

J.J. Álvarez

 


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