Movimientos feministas marcharon contra criminalización del aborto
Denunciaron la violencia machista y las sanciones coercitivas contra el país
11/03/23.- Este sábado, en el marco del mes que conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, colectivas feministas de Venezuela efectuaron una concentración en las afueras del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y luego emprendieron una movilización que denominaron Viacrucis Feminista que llegó hasta la Plaza El Venezolano de Caracas, para exigir el cese de la criminalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
La manifestación reunió a jóvenes, artistas, luchadoras y luchadores sociales, y activistas de las organizaciones Tinta Violeta, la Araña Feminista, Centro de Estudios de Derechos Sexuales y Reproductivos (Cedesex), Movimiento Somos Otro Beta, Brigada Feminista Latinoamericana de Venezuela, Visibles Venezuela, Feministas en Acción Libre y Directa por la Autonomía Sexual y Reproductiva (Faldas R), Tu País Plural, entre otras, que reclamaron la derogación, por inconstitucionalidad, de los de los artículos 430, 431, 433 y 434 del Código Penal, que criminalizan el aborto desde hace más de 120 años.
En tal sentido, Laura Cano, activista por los derechos de la mujer de la organización Tinta Violeta, destacó que el Día Internacional de la Mujer Trabajadora es un día de lucha y resistencia para exigir el respeto de los derechos que han sido negados a las mujeres, niñas y adolescentes.
Asimismo, especificó que durante esta movilización recordaron que hace casi 5 años la colectiva Faldas R introdujo la causa 0799, del año 2018, donde se exponía la nulidad de los 4 artículos del Código Penal debido a su inconstitucionalidad.
“Esta es una causa que fue introducida en la Sala Constitucional y, aunque fue recibida por un magistrado en ese momento, no ha sido revisada y verdaderamente admitida por la Sala Constitucional”, precisó la activista.
Explicó que ese es uno de los motivos por los que se realizó la movilización de este sábado, puesto que la despenalización del aborto “es salvar vidas”.
Cano también afirmó que la penalización de la interrupción voluntaria del embarazo en Venezuela obliga a las féminas a acudir al aborto clandestino e inseguro en sus casas, comunidades o espacios que ponen en riesgo sus vidas y su salud, y que convierten esta práctica en la tercera causa de muerte materna en el país.
“El aborto seguro y acompañado es salvar vidas”, enfatizó la defensora de los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes.
También señaló que el hecho de criminalizar el aborto es un problema de justicia social, “porque las mujeres que tienen poder adquisitivo pueden ir a una clínica privada o pueden acceder a las pastillas que provocan la interrupción del embarazo en el mercado negro. Sin embargo las mujeres de sectores populares y racializadas no tienen acceso a esto”.
De manera que advirtió que la penalización del aborto tal y como está prevista en la legislación venezolana afecta, principalmente, a las mujeres de los sectores populares.
“La criminalización está teniendo un origen profundamente racista y clasista”, puntualizó Cano.
En este encuentro, las colectivas feministas realizaron la recolección de firmas en torno al proyecto de Ley Orgánica sobre Derechos Sexuales y Reproductivos, que desde agosto del año pasado se está dando a conocer en diversos espacios.
Durante la marcha denominada Viacrucis Feminista, los y las manifestantes se concentraron frente a la Defensoría Pública, donde funciona una sede del Consejo Nacional de Protección, y con consignas y pancartas “alzaron sus voces” contra la violencia vicaria, que es el uso de los hijos o hijas para seguir haciéndoles daño a las mujeres.
A este respecto, Laura Cano, explicó que “muchas veces los representantes de los consejos de protección bajo el argumento de que los hijos e hijas tienen derecho de estar también con sus padres, aplican muchas veces la Lopna en contradicción con la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia”.
En esta misma línea, Cano expresó que: “un buen padre no agrede a las mujeres, y si agrede a una madre, también agrede a sus hijos e hijas, y eso es violencia basada en género”.
Bloqueos y sanciones contra Venezuela afectan a las mujeres
La activista feminista Laura Cano denunció, además, que las mujeres venezolanas están siendo golpeadas por el bloqueo y la crisis económica derivada de las sanciones coercitivas unilaterales contra el país y contra el pueblo venezolano.
En ese contexto, alertó que muchas de las afectadas “están migrando a otros países, ejerciendo labores del cuidado y del trabajo precarizado, recibiendo acoso laboral, sexual, y está pasando en los países de Suramérica, Norteamérica, donde las mujeres se están viendo obligadas a estar en estos países para ser esclavizadas”.
Puntualizó que estos tipos de violencia no solo ocurren en los espacios de la vida privada, sino también en los espacios de la economía formal e informal en los países a los que migran.
El Viacrucis Feminista, organizado por la Ruta Verde, también fue plataforma para expresarse por medio de las artes, con performance y música. De este modo, en una de sus paradas, en la esquina de Gradillas, en el casco histórico de la ciudad capital, las y los participantes de esta movilización se detuvieron a escuchar en la voz de la cantautora Johdi Blanca "Johdiblamu", acompañada por el cuatro, su canción Manifiesta.
El canto de protesta entonado por la artista habla de la sororidad y el apoyo que se dan las mujeres cuando han sido maltratadas.
Del mismo modo, Daniela González interpretó la Canción sin Miedo, de Vivir Quintana, que retrata a las mujeres a las que les ha sido arrebatada la vida a manos del machismo como Mayell, Adriana Urquiola, Maigualida, entre otras compañeras que fueron víctimas de la violencia femicida.
La última parada, en la plaza El Venezolano, se caracterizó por la muestra de afecto entre las personas que estuvieron presentes en la actividad. En esta ocasión, Faldas R se encargó de protagonizar un Jardín Plural donde los asistentes realizaron un minuto de silencio, mostrando afecto, llevando los colores del arcoíris que representan a la comunidad LGBTIQ+, con la finalidad de hacer ver a los espectadores que todos y todas tienen derecho a dar y recibir afecto, a acuerparnos, acompañarnos y a vivir en una sociedad de un mundo libre de discriminación.
Finalmente, la Brigada Feminista Latinoamericana Santa Panocha llevó a cabo un performance, cuyo objetivo es reivindicar el mensaje de que las mujeres tienen el derecho de decidir sobre su cuerpo, así como el reconocimiento de su sexualidad segura, placentera y libre.
SARAH ESPINOZA / CIUDAD CCS / FOTOGRAFÍA: RUTA VERDE