Comentarios noticiables | Benny Moré, el inigualable bárbaro del ritmo

Un hombre de talento e intuición

Bartolomé Maximiliano Moré, mejor conocido como Beny Moré, nació en Santa Isabel de Las Lajas, el 24 de agosto de 1919, antigua Provincia de Las Villas de Cuba y falleció a los 43 años en la ciudad de La Habana, el 19 de febrero de 1963 en el Hospital de Emergencia. Fue un  genio y símbolo del forclor cubano.

Benny Moré, como dijera su madre Virginia, tocaba la guitarra desde que era niño y se escapaba para los guateques para adquirir la experiencia que lo hizo trovador en todos los géneros de la música popular cubana. Llega a La Habana en 1940, donde se dedicó varios años a cantar en cafés, calles, cabarets y parques hasta que Miguel Matamoros lo incorpora a su conjunto musical, y en junio de 1945 se lo lleva a México.

Estando en México, el Benny grabó discos y participó en varias películas aztecas (Carita de Cielo, Ventarrón, Novia a la medida, En cada puerto un amor, etc) y actuó en famosos centros nocturnos. Grabó con la Orquesta de Pérez Prado con quien estuvo en Panamá. Igualmente, grabó con la gran Orquesta del maestro mejicano Rafael de Paz, de Arturo Núñez, de Mariano Mercerón, de Chucho Rodríguez, de Bebo Valdés, de Silvestre Méndez, de Ernesto Duarte, entre otras. Con la Orquesta de Rafael de Paz grabó la versión magistral del número afrocubano Mata Siguaraya de Lino Frías (pianista de la Sonora Matancera). Mata Siguaraya también fue grabada por guarachera Celia Cruz quien al oír la versión del Beny mandó a retirar la suya de la programación radial de la época.

En Venezuela, el Benny estuvo varias veces en 1950. Con su orquesta se presentó en radio, televisión, parques (Coney Island),  centro nocturno (El Claro de Luna) y teatros. Su voz recorría todo el registro vocal, tonalidades y tempos, que le permitía pasar de una canción tenue a un guaguancó y/o rumba que se doblaba en frases y gritos, acompañada de pasos bailables y produciendo un espacio lleno de emoción. Acá tuvo un incidente con su representante el boricua Max Pérez, por impago de la mitad del contrato. Pérez fue al hospital y Moré a la cárcel. Alfredo Sadel, presidente de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena, medió ante el presidente de Venezuela, General Marcos Pérez Jiménez, logrando la liberación del Beny y el pago de lo adeudado.         

A dúo grabó con el tenor venezolano Alfredo Sadel, Pedro Vargas, Tony Camargo, Joseíto Fernández y otros cantantes. Su arte musical se convirtió en un legado. Alma Libre, Maracaibo Oriental, Cómo fue, Qué bueno baila usted, Quién inventó el mambo, Pachito Eché, Bonito y Sabroso, fueron sus piezas preferidas en los primeros tiempos de la Revolución Cubana. Ese era el Benny con su talento e intuición natural.   

 

J.J. Álvarez

 

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